28 de junio 2023
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La dictadura de Nicaragua reclamó a Estados Unidos, a través de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el pago de una indemnización superior a los 12 000 millones de dólares por los daños causados al financiar a la denominada contrarrevolución durante la guerra en la década de 1980.
Este monto fue establecido en una sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, emitida hace 37 años, el 27 de junio de 1986.
El reclamo de indemnización fue desistido oficialmente por Nicaragua en 1991, pero la dictadura de Daniel Ortega desempolvó esta queja en contra del incumplimiento de la sentencia por parte de Estados Unidos, país que no reconoce la jurisdicción de La Haya.
El reclamo fue presentado por Ortega al secretario general de la ONU, António Guterres, por medio de una carta entregada personalmente por el canciller nicaragüense, Denis Moncada Colindres, de acuerdo a un reporte de la agencia de noticias EFE.
Ortega le pidió a Guterres circular la carta con la posición de Nicaragua como documento oficial a todos los Estados miembros de la ONU. “Nicaragua toma esta oportunidad para recordar que existe una deuda histórica con el pueblo nicaragüense que 37 años después no ha sido saldada por los Estados Unidos”, expresó en la misiva el dictador sandinista.
El mandatario sostuvo que no se trata de “una obligación pendiente de establecerse o sujeta a una opinión consultiva de un órgano judicial”, sino de “una obligación claramente establecida en una sentencia firme de la máxima autoridad judicial internacional”.
Recordó que la CIJ emitió una sentencia condenando a EE. UU. a indemnizar a Nicaragua “por todos los daños ocasionados como consecuencia de las actividades militares y paramilitares” en el país.
Monto no refleja daños posteriores
“El valor estimado de los daños, en marzo de 1988, fecha en que fue presentada la memoria junto con toda la documentación comprobatoria de los mismos, se estimaba en 12 000 millones de dólares”, detalló Ortega.
“Este monto no refleja los daños posteriores a dicha fecha, cuyas consecuencias son verificables actualmente. Por ejemplo, hasta el día de hoy el sistema de Seguridad Social del país continúa pagando pensiones a los lisiados de guerra y familiares de los mismos, inclusive a aquellos que formaron parte de las fuerzas contrarrevolucionarias financiadas ilegalmente por los Estados Unidos”, agregó.
En ese sentido, Ortega criticó a Washington por no haber asumido “el costo social de dichas ilegalidades”.
Asimismo, según el dirigente sandinista, “los daños sobre los cuales Nicaragua pidió compensación no reflejaban la totalidad de daños reales, sino que estaban limitados a los actos sobre los cuales la Corte tenía jurisdicción para conocer de los mismos”.
“La cuantificación de los daños, sufridos por Nicaragua, presentados a la CIJ, tuvo el apoyo y el aval de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) de Naciones Unidas”, afirmó.
Ortega criticó que “la compensación debida a Nicaragua continúa sin ser saldada”.
Además, explicó que Nicaragua “descontinuó el procedimiento ante la Corte para la determinación del monto debido, pero en ningún momento renunció al pago de la deuda, es decir al derecho a recibir su compensación”.
“Nicaragua nunca recibió algo a lo que no tuviera derecho (como el derecho a no ser agredida) a cambio de descontinuar el juicio ante la Corte. En vez de recibir la compensación tal como corresponde moral y legalmente, Nicaragua continúa siendo objeto de una nueva modalidad de agresiones”, indicó Ortega.
Desde 1991 Estados Unidos ha dado por cerrado el caso de la indemnización, que en 37 años únicamente ha sido reclamada por Ortega.
En la carta, el dictador reprochó que en el actual contexto, en el que Nicaragua vive una crisis, debido a que “nuevamente ha sido víctima de agresiones, ahora llamadas eufemísticamente sanciones, y víctima de un intento de golpe de Estado”, que es como Ortega califica las protestas que estallaron en abril de 2018 y reprimidas con violencia extrema por los paramilitares y policías al servicio de la dictadura.
Dictador reta a EE. UU. a “que nos vayamos” a la CIJ
La noche de este martes 27 de junio de 2023, el dictador organizó un acto para conmemorar el 37 aniversario de la sentencia de la CIJ y el 44 aniversario del Repliegue táctico a Masaya.
Durante la actividad, Ortega condecoró con la orden “Augusto C. Sandino” a Carlos Argüello Gómez, representante de Nicaragua en la CIJ, quien estuvo al frente durante las audiencias que desembocaron en la resolución en contra de Estados Unidos emitida en 1986.
En sus 40 minutos de discurso, el dictador se enfocó en reclamar a Estados Unidos por el incumplimiento de la sentencia, mientras obviaba toda referencia a la crisis económica del país, el encarcelamiento del obispo Rolando Alvarez, la confiscación contra el empresario Piero Coen Ubilla, o la nueva resolución de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que demanda el respeto a los derechos civiles, políticos y religiosos de los nicaragüenses.
“Los Estados Unidos han cometido crímenes horrendos y hoy se presentan como los grandes defensores de los derechos humanos. Esta sentencia de la Corte es solo una etapa de la historia de Nicaragua en la cual hemos sido víctimas de las agresión imperialista. Su deuda es larga, es grande”, expresó en su discurso.
“Nosotros los nicaragüenses retamos a Estados Unidos a que cumplan con lo que demanda el derecho internacional. Que empiecen por cumplir con esta sentencia de la Corte Internacional que los manda a indemnizar a Nicaragua”, reclamó.
El dictador acusó a Estados Unidos de supuestamente cometer actualmente los mismos crímenes por los que fue condenado por la CIJ, por medio de las sanciones impuestas directamente a operadores políticos y económicos de orteguismo por las violaciones a los derechos humanos y el estado policial impuesto por el régimen que ha cercenado los derechos civiles de los nicaragüenses.
“Reto a los Estados Unidos, que nos lanzan miles de acusaciones, sacan sus declaraciones en organismos que ellos dominan, donde nos difaman, nos calumnian. Yo los reto a que nos vayamos a la Corte Internacional, a que nos acusen en la Corte. Que nos expliquen porque nos mandan bloqueos, agresiones y sanciones”, afirmó.
“Nosotros iríamos a la Corte a acusar a Estados Unidos para que repare en lo que se pueda el daño que le han hecho a Nicaragua desde William Walker hasta hoy, con las sanciones, amenazas, promoviendo golpes de Estados como el de 2018”, subrayó.
Nuevamente fustigó el rol de Naciones Unidas, insistiendo desde su perspectiva, en la inoperancia del organismo internacional para resolver conflictos en el mundo.
“La carta de las Naciones Unidas no es más que una carta de intenciones. Nosotros estamos en Naciones Unidas porque es un punto de contacto para unir fuerzas para enfrentar la agresión imperialista hasta donde se pueda, porque en Naciones Unidas no existe un sistema democrático. Naciones Unidas es nada más que un papel que no se respeta, que no se cumple”, expresó.
