15 de agosto 2016
Las elecciones nacionales convocadas para el próximo seis de noviembre fueron declaradas este lunes "absolutamente nulas" por los representantes de la opositora Coalición Nacional por la Democracia, que fue excluida del proceso en el cual Daniel Ortega --sin observación electoral y en compañía de partidos "zancudos"-- pretende mantenerse por un tercer período consecutivo en la Presidencia.
"Hacemos un llamado patriótico a cada ciudadano nicaragüense a rechazar ese proceso electoral viciado y deslegitimado, haciendo uso de nuestro derecho a la abstención", afirmó la Coalición en un pronunciamiento a la Nación leído por la fórmula presidencial de Luis Callejas y Violeta Granera, inhibida por el fallo judicial que también arrebató a la oposición la representación legal del partido bajo el cual pretendían competir en el proceso.
"Estas mal llamadas elecciones del seis de noviembre carecen de toda legitimidad democrática, toda vez que son elecciones entre un partido hegemónico que ha cooptado al Estado mismo y unos partidos satélites y colaboracionistas del régimen que o representan, ni como partidos individuales ni como conjunto, una opción democrática para el pueblo nicaragüense", añadió el grupo.
La Coalición opositora pide a los ciudadanos no prestarse al proceso que califican de "farsa electoral" y exhorta a una "abstención consciente y activa como respuesta legítima y democrática para frenar la destrucción de la República y la negación de nuestros más elementales derechos democráticos".
Ortega, inscrito para este proceso junto a su esposa Rosario Murillo como compañera de fórmula, gobernó por primera vez el país a mediados de los ochenta. Luego, fue derrotado en 1990 por la Unión Nacional Opositora (UNO) y regresó a la Presidencia en el 2007, tras ganar las elecciones con un 40% de los votos el año previo.
En Nicaragua, la Constitución Política prohibía la elección por un período consecutivo y para aquellos que ya habían gobernado en dos ocasiones anteriores. Sin embargo, Ortega recurrió en contra de la Constitución para reeligirse en el 2011 tras un cuestionado proceso. Ahora, el caudillo y candidato presidencial del Frente Sandinista por séptima ocasión, busca otro período a sus 71 años de edad.