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¿Se agotó el modelo económico-político?

Todo el mundo aceptaría que no existen mega-proyectos de inversión pública o privada que puedan espantar los nubarrones

Rene Martin Escoto

6 de marzo 2017

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Este articulo invita a una reflexión estratégica, no coyuntural, a desarrollar una visión de nación, calmada y madura, evitando una actitud parcializada y catastrófica. Se pide que solo por un momento al menos, se suspendan visiones politizadas o ideologizadas.

Desde el punto de vista económico, sin mayores complicaciones analíticas (no hay espacio en este artículo para presentar evidencia cuantitativas), se parte de que la población de un país depende de sus ingresos. El modelo económico nicaragüense para ganarnos la vida se basa en tres fuentes de ingreso de origen externo, cada una de las cuales representa más o menos un tercio del total. Cada una está seriamente amenazada, sino herida de muerte:

  1. Las exportaciones: Las exportaciones vienen cayendo y el déficit comercial incrementándose. Hay que señalar que los precios de nuestras materias primas que exportamos, en su mayoría, no presentan perspectiva de mediano-largo plazo muy esperanzadoras, en un contexto de desaceleramiento de la economía china y de perspectivas proteccionistas de las políticas comerciales a nivel mundial. Algunos de los mercados actuales tampoco presentan las mejores perspectivas. A parte del desplome del mercado de Venezuela, es probable que el centroamericano se vea afectado si la mayor parte de los millones de inmigrantes indocumentados de Honduras, Guatemala y El Salvador son deportados desde los EEUU a sus países dado que la consecuente caída de las remesas reducirá la demanda agregada de los tres países de los productos nicaragüenses que les exportamos; y, si Trump no hace una excepción en sus política de renegociar los tratados comerciales internacionales podría también afectar el desempeño del CAFTA-DR, y no solo para las exportaciones de zona franca, sino que también la de los otros productos incluidos en el tratado. ¿Qué nos da seguridad de que el CAFTA-DR tendría una corona especial en las acciones proteccionistas del Departamento de Comercio de los EEUU? Pero ¿y los mercados emergentes, Asia, etc.? Son aprovechables, indudablemente, pero toma mucho tiempo y energía, mayores costos de transacción y de aprendizaje, más que los de mantener los mercados actuales.

 

  1. Las remesas: Al menos un tercio de los inmigrantes nicas en EEUU están indocumentados y muy probablemente empezaran a ser deportados en el futuro próximo. Proporcionalmente, sus remesas dejaran de enviarse, la demanda agregada de los receptores de remesas en Nicaragua caerá, y más bien los que regresan vendrán a demandar trabajo formal (que no encontraran); y, aun si alguna parte de ellos regresaran con ahorros e invirtieran en negocios informales… (usualmente de subsistencia y bajísima productividad), de todas maneras muy pocos maduran rápida y sosteniblemente en pequeñas y medianas empresas exitosas generadoras de empleo: ni las ya existentes en el país logran en su gran mayoría formalizarse (cuando quieren hacerlo) y acumular capital.

Además, ¿si muchos de los millones de deportados a esos países no quieren quedarse porque todavía existen las mismas condiciones de violencia que los expulsaron y decidieran venirse a Nicaragua (país C-4) a quedarse o pasar en tránsito para Costa Rica? ¿Y si Costa Rica dificulta significativamente el acceso a su territorio por temor de una avalancha, se quedarían estancados en Nicaragua?

 

  1. La cooperación internacional. La venezolana no solo se desplomó, sino que ahora más bien existe la amenaza de que se convierta en una nueva deuda pública, que tendrá que pagarse con los impuestos de los nicaragüenses y afectaría el rating financiero del país a nivel internacional. Lo que no sabemos es que si la deuda se pagara vía IVA (política regresiva creadora de inequidad), IR… a ricos, bancos, grandes empresas y/o a la clase media y/o impuestos a exportaciones e importaciones. Esto sería así, aun si subiera significativamente el precio del petróleo, lo que está lejos de ser seguro; pero, si subiera, simultáneamente incrementarían los costos de producción, electricidad, etc., afectando la producción y el consumo real.

 

La mayoría de la cooperación bilateral se ha ido (incomoda o sencillamente priorizó África por mayor necesidad y/o mejor ambiente para lograr efectividad), y la multilateral ha sido expulsada (PNUD) o está amenazada por factores relacionados a Nicaragua misma: por razones políticas (¿condena del Parlamento Europeo afectaría la cooperación de la Unión Europea, el Nica-Act afectaría la del BM, BID y EEUU, además de la inversión extranjera?); o por factores externos: la reducción que Trump hará a la cooperación internacional afectaría inevitablemente la cooperación de USDA y USAID en Nicaragua. De hecho, es probable que la cooperación de los EEUU entre en estado de coma impactando en los ONG de desarrollo que diseñan e implementan muchos proyectos innovadores y estratégicos en el país.

 

Por su parte, los ONG internacionales de desarrollo, están luchando por sobrevivir en el cumplimiento de sus mandatos y los que operan en el país se reducen en número, además de encontrar cada vez menos ONG nacionales como contrapartes a medida que éstos se sienten ahogados tanto por las políticas nacionales respecto a la (muy poca) valoración de su contribución al desarrollo vis-a-vis a que el Estado mismo monopolice o controle las intervenciones de desarrollo socio-económico a nivel local, como por la misma crisis internacional.

Aparte de los puntos anteriores, hay otras amenazas reales y altamente probables. Si Trump va adelante con su políticas fiscales (inversiones públicas, exoneración de impuestos, etc.), proteccionismo, etc., es muy probable que aumente la tasa de interés en los EEUU como lo acaba de sugerir el FED (y que se revalorice el dólar) y, dependiendo de cómo reaccionan otros países, podría aumentar la LIBOR y conducir a préstamos públicos (y recordemos que Nicaragua con sus nuevas Cuentas Nacionales “logro” ahora ser categorizado como país de renta media) y privados más caros, además de un incremento de las tasas nacionales de interés (activas y, esta vez, también las pasivas a pesar del oligopolio bancario del país).

Si las tasas activas suben, la deuda bancaria de una muy buena parte de la clase media (con préstamos para casas y vehículos) y de pequeñas y medianas empresas subirá en términos nominales y reales si sus contratos no tienen fijas las tasas de interés y es muy seguro que a ningún banco ni intermediaria financiera se le ocurriría en futuros prestamos establecer tasas fijas con solo el mantenimiento del valor. Quienes tienen hipotecadas sus casas, podrían ver mermados sus ingresos reales lo que incrementara el riesgo de las inversiones urbanísticas actuales. De igual manera sufriría los préstamos agrícolas e industriales.

Finalmente, independientemente de las pasiones políticas, probablemente todo el mundo aceptaría que no existen mega-proyectos de inversión pública o privada que pueda espantar significativamente los nubarrones. En el mejor de los casos, ni el proyecto de Canal estaría a tiempo para contribuir a enfrentar el vendaval, más aun cuando solo ofrece 25,000 empleos formales en 5 años lo que es una gota en el desierto del desempleo y subempleo nacional. Tampoco se prevé que algún país llegue a proveer el tipo de apoyo que dio Venezuela. A pesar de algunas señales de coqueteo en EEUU con un juicio político a Trump, es muy poco probable que Rusia, con  o sin Trump, apadrine a Nicaragua. China, con Trump, impensable (lo que es un jaque, quizás mate, al Canal) y sin Trump, ¿porque lo haría? Aun si quisieran, ¿en cuánto tiempo maduraría tal situación entre Nicaragua y China?

Muy seguramente las líneas de causalidades que se han descrito podrían reformularse, atenuarse o rechazarse; como todo análisis económico, se basa en supuestos, y podría ser que este articulo este basado en algunos supuestos que pudieran considerarse como “olímpicos”. También podrían existir causalidades positivas que neutralicen algo de lo argumentado, disyuntivas e incluso algunas otras muy negativas, que no se hayan identificado o señalado. Pero, en su totalidad, todo tiende fuertemente a indicar que el modelo económico actual, visto desde el lado de los ingresos externos de una economía muy abierta como la nicaragüense, es no solo extremadamente vulnerable e insostenible, sino que está seriamente amenazado, y quizás de muerte. Es cuestión de tiempo... nada más … y el acelerador ya lo está apretando Trump.

¿El modelo político? Ninguna escuela económica niega que un modelo político se basa en gran medida en lo económico. Por lo tanto, independientemente de las emociones políticas en el país, y para sensatez de todas las partes, moros y cristianos, solo se puede argumentar que el modelo político de los últimos 10 años tendrá que ser revisado, a propósito o por la fuerza de la realidad económica. Mejor, hagámoslo como nación, negociado, juntos, con visión estratégica, por las buenas y con espíritu de patria…..pero… pronto, muy pronto. Trump…. no espera!


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