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Para proteger a la democracia, recuperemos el periodismo local

El periodismo local desempeña un papel fundamental en la protección de la democracia, pero para proteger a ambos necesitamos más innovación empresarial

Periodismo

Portadas históricas del diario Washington Post, entre ellas la provocada por el escándalo Watergate. w. Miranda/Confidencial

Laura Tyson

23 de septiembre 2023

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BERKELEY – Es triste, pero el famoso eslogan del Washington Post, «La democracia muere en la oscuridad», se está convirtiendo en realidad en muchas partes de Estados Unidos. La era digital hizo añicos al modelo de negocios de los periódicos y convirtió a muchas comunidades en «desiertos de noticias» carentes de periodismo local. Unos 2500 diarios y semanarios cerraron sus puertas desde 2005, y quedan ahora menos de 6500. Cada semana desaparecen dos más.

La caída del periodismo local depende de muchos factores, pero son los desafíos económicos los que encabezan la lista. A principios de la era de Internet, Craigslist reemplazó a los avisos clasificados que antes financiaban al periodismo de los periódicos; luego llegaron las grandes plataformas digitales, que llevaron al modelo publicitario tradicional a la tumba. Sedientos de ingresos, los medios de noticias locales se vieron obligados a despedir personal, reducir las zonas de cobertura o, directamente, cerrar.


Según Pew Research la cantidad de empleados en las salas de noticias locales de EE. UU. se redujo el 57 % entre 2008 y 2020, lo que dejó como resultado miles de «periódicos fantasma» que apenas logran cubrir sus comunidades. Los pequeños periódicos locales sencillamente no tienen escala suficiente para competir contra los gigantes de la publicidad digital como Google y Facebook.

La consolidación del sector de los medios de difusión también influyó en la caída del periodismo local. En los últimos años muchos de los periódicos más pequeños pasaron a formar parte de grandes conglomerados centrados completamente en generar beneficios, habitualmente a expensas de las noticias locales. Por ello, la cobertura de noticias se homogeneizó y perjudicó a los temas locales: las decisiones editoriales ya no están en manos de los periodistas en terreno, sino que se toman a escala corporativa.

Ya se sabe que el periodismo local es fundamental para informar a los ciudadanos sobre las decisiones gubernamentales, los eventos comunitarios y los problemas locales con mayores probabilidades de afectarlos. El periódico local tradicional funcionaba como guardián: obligaba a los funcionarios locales a rendir cuentas y facilitaba la participación ciudadana.

Sin el periodismo local, los ciudadanos están peor informados y es más probable que aumente la corrupción, lo que lleva a una menor participación electoral y la erosión de las instituciones democráticas. Peor aún, la ausencia de información creíble permite que proliferen la desinformación, los rumores y las teorías conspiratorias descabelladas, lo que socava aún más la confianza en el proceso democrático.

La caída del periodismo local también contribuyó a la polarización política en términos más amplios. A medida que se reduce la cantidad de periódicos locales y su influencia, los ciudadanos dependen cada vez más de los medios de noticias nacionales, que suelen ser más partidistas. Sin medios locales que ofrezcan información neutral y equilibrada, los ciudadanos son atraídos hacia cajas de resonancia y solo consumen medios alineados con las ideas que ya tienen. Los algoritmos de las redes sociales crean «filtros burbuja» que dejan al electorado cada vez más falto de una base de información y hechos reales compartidos. A medida que los consumidores de noticias quedan menos expuestos a puntos de vista alternativos, se profundiza la polarización.

Pero no tiene que ser así. Las organizaciones de noticias sin fines de lucro, el periodismo financiado por la comunidad y los modelos basados en membresía surgieron como posibles alternativas al enfoque tradicional, financiado con publicidad. La mayoría de esos modelos dependen de la participación comunitaria y el apoyo filantrópico, y los nuevos participantes ya se tornaron fundamentales para el periodismo local en muchas áreas.

Por ejemplo, en menos de una década la organización sin fines de lucro CalMatters aumentó su personal a 40 periodistas, que cubren la política estatal californiana y otros temas, brindando información fundamental y obligando a rendir cuentas a la quinta economía mundial.

Por otra parte, muchas fundaciones comunitarias se convirtieron en sedes de recaudación para el periodismo y, en algunos casos, también albergan a periodistas. Las fundaciones de mayor envergadura apoyan a periodistas que cubren sus áreas de interés, desde el cambio climático y la educación hasta la desigualdad. En la última década, el gasto filantrópico en periodismo en EE. UU. casi se cuadruplicó y llegó a más de 250 millones de dólares por año. Tan solo TheGuardian.org cuenta con más de una docena de donantes que le proporcionan al menos 500 000 dólares al año.

Pero hace falta mucho más. Steve Waldman, presidente de Rebuild Local News y uno de los fundadores de Report for America, estima que serán necesarios 1500 millones de dólares al año para recuperar el periodismo local (empleando aproximadamente a 25 000 periodistas con sueldos de 60 000 dólares al año). Aunque se trata de una cifra significativa, equivale apenas al 0.02 % del gasto del gobierno federal (menos de 50 centavos por estadounidense por mes). Como referencia, hay casi 700 instituciones estadounidenses de educación superior con asignaciones de más de 1000 millones de dólares.

Probablemente haga falta un financiamiento público más amplio para cubrir esta brecha. El Gobierno estadounidense dedica apenas 3,16 dólares per cápita en los medios públicos, de los cuales la mayor parte va a la Corporación para la Radiodifusión Pública, para apoyar a las estaciones locales de televisión pública y radio. Alemania, mientras tanto, destina más de 142 dólares per cápita en medios públicos.

Algunos estados y gobiernos locales ya ofrecen financiamiento adicional. Por ejemplo, el Consorcio para la Información Cívica de Nueva Jersey financia a 14 organizaciones distintas de noticias locales; el Fondo para las Noticias Locales de Nuevo México apoya a 16 periodistas en ese estado; y una asignación reciente de 25 millones de dólares del presupuesto de California brindará apoyo a 39 periodistas miembros, «centrándose en las comunidades postergadas».

De manera similar, Massachusetts, Nueva York, Virginia, Wisconsin y Washington están evaluando el otorgamiento de créditos fiscales para las suscripciones y nóminas de los medios locales. Otros estados están asignando parte de sus presupuestos publicitarios al apoyo de los medios de difusión locales de comunidades desfavorecidas.

También se consideraron otras soluciones audaces, que quedaron estancadas. A nivel federal, la Ley de Sostenibilidad del Periodismo Local hubiera destinado 1000 millones de dólares a créditos fiscales de apoyo al periodismo local, pero quedó truncada junto con la Ley para Reconstruir Mejor. De manera similar, la Ley de Conservación del Periodismo de California quedó suspendida. De ser aprobada, obligaría a los gigantes de la publicidad digital a pagar a los medios de noticias un «canon por el uso de material periodístico» cuando vendan publicidad junto a las noticias, y obligaría a las editoriales a invertir el 70 % de esos fondos para mantener el empleo de los periodistas en California.

Es posible que esas medidas resulten indispensables. El periodismo local desempeña un papel fundamental en la protección de la democracia, pero para proteger a ambos necesitamos más innovación empresarial, inversión filantrópica y apoyo público a los medios independientes.

*Escrito en conjunto con Lenny Mendonca

Laura Tyson dirigió el Consejo de Asesores Económicos del Presidente durante el gobierno de Clinton, es profesora en la Escuela de Negocios Haas de la Universidad de California, Berkeley, y miembro de la junta de asesores del Grupo Angeleno.

Lenny Mendonca, socio sénior emérito en McKinsey & Company, fue asesor en jefe de asuntos económicos y comerciales del gobernador Gavin Newsom de California, y presidente de la Autoridad de Trenes de Alta Velocidad de California.

Copyright: Project Syndicate, 2023. www.project-syndicate.org

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Laura Tyson

Laura Tyson

Economista estadounidense. Fue presidenta del Consejo de Asesores Económicos durante la Administración Clinton. También se desempeñó como directora del Consejo Económico Nacional. Profesora en la Haas School of Business de la Universidad de California, Berkeley.

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