Logo de Confidencial Digital

PUBLICIDAD 4D

PUBLICIDAD 5D

Laudato si’, su santidad León XIV y el legado de Francisco

El jesuita nicaragüense, Fernando Cardenal y yo, publicamos un libro sobre el significado histórico de este primer pontificado ignaciano

Fotografía que muestra una imagen de un encuentro del entonces obispo Robert Prevost entregando al papa Francisco un libro con testimonios de fe hechos por visitantes a la parroquia Santa María Magdalena que describen milagros realizados por el Divino Niño del Milagro. EFE | Confidencial

Citlali Rovirosa-Madrazo

10 de mayo 2025

AA
Share

Fue en mayo de 2015, hace exactamente diez años, que el papa Francisco publicó su celebre Carta Encíclica Laudato si’ (LS). Probablemente la más citada exhortación apostólica de su papado, LS celebraría su décimo aniversario semanas después de que su autor falleciera. Evocar el aniversario de uno de los textos más proféticos de Francisco en su ausencia, no es fácil, pero hacerlo tras el nombramiento León XIV, parece alentador.

Aquel año, antes de su publicación oficial, una versión infiltrada en la prensa cayó en mis manos, pronto reconocí que tenía ante mí uno de los documentos más revolucionarios de nuestro tiempo. Poco antes, tras la inauguración del primer papa jesuita y el primer papa latinoamericano en la historia, el jesuita nicaragüense, exministro de Educación de Nicaragua, Fernando Cardenal (SJ) y yo, publicamos un libro sobre el significado histórico de este primer pontificado ignaciano. Habíamos comprendido la importancia de la LS y sabíamos que teníamos delante una gran responsabilidad.

Eran días de relativo optimismo, el derecho internacional y la Organización de Naciones Unidas parecían todavía respetadas y operaban en un relativo contexto de diálogo y mínimo acatamiento institucional. La diplomacia internacional no se había desmoronado. A las catástrofes bio-climáticas, no se sumaban todavía las amenazas del movimiento ‘negacionista’ encabezado por el presidente Donald Trump; pocos cuestionaban la ciencia del cambio climático. 

Eran días en que todavía era posible forjar consensos internacionales. La encíclica Laudato si’ y las mediaciones del papa Francisco habían sido decisivas en la construcción del consenso necesario para que 196 países representados en la Cumbre Climática de París firmaran los Acuerdos de Cambio Climático. Pocos sospechaban que aquel sería el último consenso internacional del siglo.

Ninguna otra encíclica reciente parece haber tenido tanto impacto y difusión, incluso entre instituciones y organizaciones seculares. Su impacto es sólo comparable al efecto que a finales de siglo antepasado tuvieron las encíclicas Rerum Novarum (RN) y Pacem in Terris del Papa León XIII -en honor a quien el nuevo Papa toma su nombre de León XIV.

La LS vendría a abrir puertas que pocos textos eclesiásticos habían abierto desde Concilio Vaticano II, quizá porque Francisco, fiel a aquel, había sido también el relator del documento de Aparecida que daba continuidad a la iglesia conciliar y al espíritu reformista de Vaticano II. LS apelaba a “todos los hombres de buena voluntad” porque Francisco había comprendido que la lucha por la justicia climática y la preservación de la vida en el planeta tenía que trascender su Iglesia; esto fue algo que su sucesor también comprendería.

De Rerum Novarum a Laudato si’: el caminar de León XIV

Además de coincidir con el fallecimiento del papa Francisco, el décimo aniversario de la histórica publicación de LS converge con momentos dramáticos en nuestra civilización, evocando ciertos paralelismos al periodo de Leo XIII -considerado padre de la Enseñanzas Sociales de la Iglesia.

Rerum Novarum surge tras la revolución industrial -causante del fenómeno que alteraría irreversiblemente el sistema químico/bioclimático/geofísico del planeta en el Antropoceno. Tal como argumento en el libro sobre LS que estoy por publicar, la encíclica venía a cerrar un círculo vital: si la RN abordaba el impacto de la revolución industrial en los humanos, la LS añadiría un factor crucial: su impacto en la naturaleza. Con la llegada de León XIV el círculo cerrará pastoral y teológicamente.

En muchos sentidos, el nombramiento de León XIV vino a poner a prueba la relevancia del mensaje profético LS publicada en Mayo de 2015. Francisco nunca dudó que la semilla de su Laudato si’ germinaría profusamente, el llamamiento de León XIV, nombrado cardenal por Francisco, lo confirma. LS es en muchos sentidos un ‘mapa de ruta’, una guía antropológica, científica y espiritual para hacer frente a la crisis socioambiental que nos flagela. Como afirmo en mi próximo libro, además de trazar una ruptura epistemológica con el antropocentrismo que había prevalecido gracias a incorrectas hermenéuticas de las Escrituras, LS también ofrece una ruta jurídica que confirma la defensa de los derechos humanos, y conlleva inevitablemente al reconocimiento de los derechos de la naturaleza. León XIV parece compartir esta visión.

Cónclaves ¿soplo del Espíritu Santo o referéndums eclesiásticos?

Es cierto que un cónclave no es una contienda política, o una asamblea parlamentaria, o un congreso sindical. Es cierto que, en días pasados, no se trataba de elegir al sucesor de Francisco, sino al sucesor del apóstol Pedro, vicario de Cristo. Y como nos recordaba el magisterio del papa Francisco, “discernimiento no es un procedimiento, sino obediencia al Espíritu”. Aunque no podemos perder de vista que, el elegido en el reciente Cónclave sería también jefe de Estado, y tendrá que sentarse a la mesa con sus homólogos, incluidos Donald Trump a quien le gusta disfrazarse de Pontífice, según constatamos por la imagen generada con IA y difundida por la Casa Blanca a escasos días del funeral del obispo de Roma. Un pontífice estadounidense como Robert Prevost (León XIV) sabrá cómo relacionarse con semejantes personajes.

Laudato si’ en el Cónclave; donde las paredes a veces no oyen

Poco sabíamos en realidad sobre los perfiles y trayectorias de los Cardenales que se presentaron a la elección para ocupar el sitial papal; pero sabemos que algunos de ellos están directa o indirectamente ligados a los intereses de poderosas corporaciones, referidas con puntos y señales en LS, incluyendo los lobbies petroleros y las empresas agrícolas, madereras o ganaderas aludidas por Francisco en el Sínodo de la Amazonia y otras de sus grandes encíclicas relacionadas: Querida Amazonia y Laudate Deum.

Después de conocer la nacionalidad del cardenal elegido, y ya con un respiro de alivio, sabemos que no ha llegado a la silla papal un ‘negacionista’, y que, quien conducirá a la Iglesia católica y su billón y medio de fieles, es un hombre consciente sobre la gravedad socioambiental que padecemos; además de tener amplia experiencia pastoral misionera en Perú, y una sólida formación teológica-académica. Antes de que apareciera en el balcón de la Basílica de San Pedro, había temores de que los cardenales ignorasen la visión de Francisco. ¿Podría la Iglesia católica estar viviendo su último cónclave? -muchos se preguntaban. Afortunadamente no fue así, no fuimos testigos del cisma eclesiástico. Ya sea que se haya tratado de un referéndum entre la vida y la muerte -un referéndum entre quienes buscan salvar la vida planetaria, y aquellos que prefieren salvar los intereses corporativos; o que haya sido la voz del Espíritu Santo disponiendo, podemos decir con alivio que, voces celestiales musitaron bajo los frescos de Miguel Ángel. Lo demás fue falsa alarma.

Así como el nombre de Francisco fue musitado en el cónclave aquel 2013, los cardenales en 2025 parecen haber escuchado el susurro de LS, atendieron el estridente grito de la tierra y el sollozo de los pobres -como solía decir el Papa Francisco. Escucharon, tras los muros de la Capilla Sixtina, los lamentos de la Pachamama -concebida por muchos católicos ultraconservadoras, como la ‘maldita comunista’, hereje; la indomable que los viejos o nuevos colonizadores no pudieron someter. Indudablemente los cardenales que eligieron a León XIV, sintieron la dulce voz de San Francisco de Asís, y con ella la súplica, el llanto de los pobres, y el clamor de la Madre Tierra.

PUBLICIDAD 3M


Tu aporte es anónimo y seguro.

Apóyanos para que podamos seguir haciendo periodismo independiente en el exilio. Tu contribución económica garantiza que todas las personas tengan acceso gratuito a nuestras publicaciones.



Citlali Rovirosa-Madrazo

Citlali Rovirosa-Madrazo

Periodista y socióloga mexicana. Es máster y doctora por la Universidad de Essex, Inglaterra. Actualmente es investigadora visitante del Interdisciplinary Global Development Centre (IGDC) de la Universidad de York, Inglaterra.

PUBLICIDAD 3D