
11 de junio 2019
PUBLICIDAD 4D
PUBLICIDAD 5D
Los asesinos, secuestradores y torturadores son los únicos interesados en ser perdonados y sus crímenes olvidados
De país abierto y democrático nada tenemos, pero sí mucho tenemos de país bloqueado, o tenemos muchos bloqueados en el país, “que no es lo mismo, pero es igual”, según Silvio Rodríguez, pero sin musiquita:
*El periodismo independiente lleva 144 meses, más 4 días desde el 10/01/2007 hasta hoy 11/06l2019 –incluidos 3 días de igual número de años bisiestos—de estar bloqueado por Daniel Ortega, pues a ningún periodista nacional le ha concedido entrevista.Pero después de tanto tiempo, ninguno de ellos sabe si con ese bloqueo ha perdido una buena entrevista… o se ha ahorrado un mal momento.
*Durante doce años, la mayoría de los ciudadanos nicaragüenses ha visto bloqueada su máxima ley, la Constitución, y con ello le bloquearon su derecho de elegir presidente.Luego, Daniel se apropió del derecho a reelegirse indefinidamente para imponer su “derecho humano” como dictador, violando los derechos humanos de los demás nicaragüenses.
*El pueblo opositor auto convocado tiene catorce meses de tener bloqueado su derecho a manifestarse libremente por sus calles, pero por esas mismas calles policías y paramilitares manifiestan libremente… su placer de matar manifestantes.
*A los dos únicos diarios impresos del país, la Aduana de la dictadura les tiene bloqueados el papel y la tinta durante 41 semanas ya, pero en ningún momento ha podido bloquear la información, porque ahora sí, con la Internet, entre cielo y tierra… ¡no hay crimen oculto!
*En las luchas por la libertad contra la opresión, sobresale la culpa del único bloqueado súper armado del país: el general Julio César Avilés, quien, pudiendo evitar los asesinatos cometidos por paramilitares del ejército ilegal de Ortega, se auto bloqueó como autoridad capaz de desarmarlos.
Lo que aún queda por salir a luz, es cuál es el motivo de su auto bloqueo:
Yo me atrevo a imaginar, que el otro motivo que tuvo Avilés para ausentar al Ejército de la tragedia, es su seguridad de que… ¡aquí nunca hubo ni señales de un golpe de Estado!En resumen, cualquiera fuere el motivo, con su fingida ausencia en el conflicto social… ¡Avilés se hace presente en la represión política!
Por su inmediato pasado criminal, que es un tema tan actual como doloroso, el gobierno quiere bloquear el tema para que no sea tema del futuro.Por eso aprobó su propia amnistía.
“Perdón quiere decir olvido” –dice una canción—, y si olvido quiere decir amnistía, la ley orteguista nada tiene que ver con el sentir de las familias de los asesinados, encarcelados, torturados y heridos, porque eso, no lo olvida ni lo perdona nadie…
Los asesinos, secuestradores y torturadores son los únicos interesados en ser perdonados y sus crímenes olvidados: policías, paramilitares y jefes orteguistas, de los cuales… ¡ninguno está en la cárcel!
Entonces, esa ley ni siquiera puede llamarse de “amnistía”, porque tampoco ellos podrán olvidar lo que han hecho…
Y, siendo que ninguno de ellos olvida ni está preso, su ley de amnistía… ¡es la confesión que relevará de prueba a la justicia del futuro para condenarlos!
Para economizar espacio, bloquearé parte de la extensa vida cultural, académica y literaria del doctor Carlos Tünnermann:
Él, comenzó como catedrático y fue Rector de la UNAN-León durante diez años; luego ministro de educación y programador de la Campaña Nacional deAlfabetización (1980, premiada por la Unesco con la medalla Nadiezhda Krúskaya)…
Asesor de organismos culturales de la Unesco para América Latina y el Caribe y miembro del comité organizador de la Conferencia Mundial sobre Educación Superior, en París…
Ha recibido: Orden Isabel la Católica (España); Orden del Águila Azteca (México); Medalla de Oro de la Educación (Organización de Estados Iberoamericanos); Orden al Mérito Civil, Gran Cruz (Rey de España).
Académico correspondiente y de número de tres academias (de Bellas Artes y de la Lengua de España y la de Nicaragua); Medallas al Mérito Universitario otorgados por dos universidades latinoamericanas y el CSUCA, Medalla de Plata de la Unesco y… Miembro del Club de Roma.
Pero, créanme, todas esas órdenes y esas medallas no valen nada en absoluto… ¡ante el gran valor del título de “Terrorista” que le otorgó Daniel Ortega!
Los Ortega-Murillo, no han cesado de reprimir toda actividad cívica en contra de cualquier persona, institución social, comercial o política que tenga una posición crítica o de condena a sus medidas dictatoriales…
Después de centenares de muertes, de encarcelados y de torturados durante catorce meses, la han tomado contra los trabajadores de la salud, despidiendo médicos y enfermeras de hospitales y clínicas…
En la misma área de la salud, han cerrado varias farmacias en todo el país, y no por falta de remedios, sino porque, a estas altura del tiempo… ¡la que no tiene remedio es la dictadura!
En su calidad de secretario general de la OEA, y como defensor de los derechos humanos, Luis Almagro escribió al primer ministro de Canadá, pidiéndole investigara sobre una “limpieza étnica” contra canadienses autóctonos, y castigara a los responsables…
No conozco la reacción del primer ministro ante la petición de Almagro, pero este señor corre el riesgo de que a Trump le haga recordar el genocidio que sus antepasados cometieron en el viejo Oeste norteamericano…
Y, en tal caso, pudiera ser que, molesto por la chifleta accidental de Almagro… ¡Trump no le permita reelegirse en la OEA!
Al menos es lo que Rosario quiere que pensemos, según dice en sus homilías cotidianas.La homilía del miércoles de la semana anterior fue muy especial, y lo diré por qué
(Pero antes de transcribirlo, aclaro que nunca escucho a Rosario ni leo El 19 digital, sino que lo leí en un resumen de algo parecido a esa cosa, llamado Informe Pastrán, de ese mismo día):
“La violencia y el odio del año pasado (cuando iniciamos la masacre en abril) y a lo largo de la historia (de mi co-dictadura), se puede asegurar que somos seres humanos (demasiado raros) de una fortaleza espiritual que todos los días (y después de cada represión) invocamos a Dios para que nos dé más fortaleza para continuar (masacrando y) venciendo todas las adversidades, todas las dificultades en (estas) batallas de amor (al poder) y (buscando la) paz” (del cementerio. Amén.)
Transcribí la homilía de Rosario tal como me la imaginé, pero usando los paréntesis, porque ella nunca dice lo que en verdad piensa, sino para que los demás piensen… ¡que es verdad lo que ella dice!
PUBLICIDAD 3M
Fue líder sindical y periodista de oficio. Exmiembro del Partido Socialista Nicaragüense, y exdiputado ante la Asamblea Nacional. Escribió en los diarios Barricada y El Nuevo Diario. Autor de la columna de crítica satírica “Don Procopio y Doña Procopia”.
PUBLICIDAD 3D