23 de enero 2024
En el mundo actual, después de Julian Assange, no hay periodista que ayudara tanto a la humanidad a enterarse de la verdad de los crímenes de guerra del ejército estadounidense en Iraq y, al mismo tiempo, ser el periodista más castigado por haberlo revelado, sacando a luz documentos secretos del Departamento de Estado de los Estados Unidos, a través de Wikileaks en el 2010.
Es cierto que el máximo castigo contra un periodista es ser asesinado –como en México por las mafias del narcotráfico, en Palestina dentro del genocidio israelí y en otras partes en circunstancias de violencia política, por investigar la verdad y difundirla. En países bajo dictaduras los periodistas son castigados principalmente con la censura y en los autollamados democráticos con el corte de la publicidad comercial. En Nicaragua ha ocurrido castigos de todas formas y algunas sin precedentes en el resto del mundo.
En cambio, los victimarios de Assange son Estados poderosos que cometen todo tipo de crímenes en cualquier parte del mundo, dizque en defensa de valores democráticos, pero en verdad lo hacen como efectos de sus causas geopolíticas con objetivos de dominación.
En el complot contra Assange tienen protagonismo los Estados Unidos, el Reino Unido como su cómplice y Ecuador (Lenin Moreno, como colaborador) quienes se asociaron para castigar a Julian Assange, por haber expuesto ante la humanidad los crímenes que fueron – y que son— capaces de cometer los países agresores con careta democrática. Piensan que ocultando sus crímenes están libres de culpas, cuando en realidad, el hecho de que los oculten revela que son conscientes de la gravedad de sus delitos.
Estados Unidos desea extraditar a Julian Assange, y en venganza esperan aplicarle una condena de prisión perpetua, un modo de matar minuto a minuto hasta que se le agota la vida al reo. Lenin Moreno, cuando ejercía la presidencia de Ecuador, le suspendió el asilo que le había otorgado Rafael Correa, en el 2012, y permitió en el 2019 el allanamiento de la embajada de su país en Londres para que la policía británica lo arrestara. Y desde entonces, el Reino Unido –que no solo es cómplice en el caso del periodista australiano, sino también lo ha sido en guerras, como contra Iraq— tiene encerrado a Julian Assange desde hace casi cuatro años en la cárcel Belmarh de su capital.
Assange estuvo siete años refugiado en la embajada ecuatoriana, lo que suma ya más de once años de encierro. Assange ha enfermado en prisión, y un juez decretó su extradición a EE.UU. el 17 de agosto del 2022, la cual no se ejecutó gracias a un recurso de amparo interpuesto a su favor. Su última esperanza de no ser extraditado, es el recurso que sus abogados –entre ellos su esposa— introdujeron ante la Corte Internacional de Derechos Humanos.
II
Si la CIDH lo protegiera, lo que se espera en consecuencia con su misión humanista, estaría totalmente a fin con el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión, este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y de difundirlas sin limitación de fronteras por cualquier medio de expresión”.
Esta declaración refleja con exactitud y precisión las causas por las cuales Assange está siendo víctima, contra todo derecho. No obstante, los dueños del poder militar mundial y de las grandes corporaciones mediáticas, están confabulados contra Assange.
Lo insólito es el hecho de que, con esta confabulación coopera con su silencio –por injustificable omisión, o por consciente complicidad— buena parte de los periódicos y periodistas del mundo. Son periodistas independientes, pero sin medios de comunicación importantes, quienes levantan sus voces y logran movilizar gente de criterio libre para denunciar el injusto castigo y contra la amenaza de extradición contra el colega, por haber publicado.
III
El periodismo (dizque indiferente), nunca se ha interesado en explicar que Assange ha dicho la verdad, ni por sus derechos humanos. Tampoco si tiene la razón de su parte, ni de qué parte está la injusticia. El caso refleja un asunto de ética en torno al uso de la tecnología de la comunicación, pues no se utiliza acorde con el esfuerzo colectivo humano por intercomunicarse entre sí, ni en armonía con el progreso técnico científico en beneficio de toda la humanidad.
Eso es porque, como todo en el reino del mercado capitalista, la técnica pasa por los bolsillos de los dueños de las grandes corporaciones, a las que menos les interesa es la comunicación, sino cuánta ganancia les proporciona el uso de la tecnología. Y, para esto de las ganancias, sí son rápidos y alegres divulgadores los grandes medios en utilizar sus espacios.
Julian Assange, en cambio, tuvo la iniciativa de lograr que la tecnología de la comunicación estuviera al servicio de la verdad para y los intereses de toda de la humanidad, develando las mentiras de la delincuencia guerrerista de las grandes potencias.
Assange demostró que los avances tecnológicos de la información pueden dejar de ser instrumentos de dominación, y por ello está siendo castigado sin piedad de parte de dos imperios, el vigente estadounidense y el caduco británico.
IV
Otros, como Elion Musk, por ejemplo, han convertido estos mismos adelantos técnicos científicos de la comunicación para la producción de oro por cada segundo de su uso, y logran el enriquecimiento absurdamente infinito, como insignia del triunfo de la avaricia individual e individualista.
Al contrario de Assange, con la tecnología adquieren riqueza y poder, además del reconocimiento de ese poder al servicio de las causas de las derechas en todo el mundo, incluso tienen capacidad de enfrentar a cualquiera de las formales democracias del mundo desarrollado, ya no se diga de las naciones subalternas.
El mundo al revés. La tecnología, por tener origen en la inteligencia humana, lo lógico sería que su uso debiera ser para el beneficio de la comunicación humana, y no comerciar con ella con instintos animales de dominación.
Julian Assange, es un odiado candidato a mayores castigos a nombre de la mentira contra la verdad en materia de información. Los otros, son elevados a categoría de héroes y símbolos de la riqueza a costa de la verdad en beneficio de la mentira.
V
Julian Assange declaró, sin la ostentación que esos otros pudieran hacer a nombre del dominio de la técnica, sino con la sencillez y la franqueza de saberse el mejor periodista del mundo:
“No practicamos la desobediencia civil. Wikileaks practica la obediencia civil, es decir, somos una organización que trata de hacer que el mundo sea más civilizado y actúa contra organizaciones abusivas que presionan en la dirección opuesta”.
Por todo lo dicho acerca de la verdad que defiende Julian Assange, por su voluntad de seguir en la dirección correcta, y por lo cual sufre la injusticia de los opresores y mentirosos del mundo, nos declaramos solidarios desde esta columna con su causa, y reclamamos su libertad.
Al margen de estas cuartillas
*Noam Chomsky, el pensador vivo estadounidense más destacado, y Pepe Mujica, expresidente uruguayo y el político más respetado del mundo, no se conocían…
*Se encontraron en Montevideo (2017) a la iniciativa del escritor mexicano Saúl Alvídrez, quien moderó las conversaciones y les sirvió de intérprete; de ello sacó el libro… Sobreviviendo al siglo XXI. Noam Chomsky & Mujica...
*Habló Chomsky: “Las amenazas son muchas. Así como la guerra nuclear es un peligro inminente, y la catástrofe ambiental es un reto impostergable, la probabilidad de las pandemias es muy alta”…
*Esta reflexión profética la hizo… ¡tres años antes que apareciera el Covid-19!...
*Y continuó: “El uso de antibióticos en la producción industrial de animales está causando problemas con un peligro potencial extraordinario, sentando así las bases para pandemias que podrían ser desastrosas si los antibióticos pierden eficacia…”
*Habló Mujica: “Pienso que en las próximas décadas el mundo también va a soportar convulsiones muy fuertes en el campo de la organización del trabajo y la distribución del ingreso, porque la revolución tecnológica es demasiado veloz y la sociedad no logra acompañar esos cambios”…
*“Así que viene una época de cataclismos. La robótica se nos viene encima, pero no se nos viene encima una distribución salarial proporcional a ese aumento de la productividad, y eso creará condiciones muy difíciles”.
*Mujica: “Venir del mundo de la nada, saber que vamos al mundo de la nada, y darnos cuenta de que este pedacito de la vida es la verdadera aventura; darnos cuenta de que, a pesar de todos los dolores que puede significar esta experiencia, no hay ningún bien mayor que la aventura de vivir”...
*Chomsky: “Yo no digo que tengas la causa que tenemos algunos locos que soñamos con cambiar la sociedad en la que vivimos, porque tener una causa puede ser la pasión científica, o la pasión deportiva (…) ¡o lo que sea! Pero hay que tener alguna pasión que se transforme en la causa de tu vida”.