2 de mayo 2018
Los antimotines han vuelto a las calles. Por ahora sus AK-47 no abren fuego, solo hacen de muro de contención. La mañana de este miércoles más de un centenar de agentes obstaculizaron la marcha que universitarios del Movimiento 19 de Abril tenían prevista finalizar en las afueras de la Asamblea Nacional. La idea de los jóvenes era protestar contra la ‘Comisión de la Verdad, Justicia y Paz’ aprobada por los legisladores. Para ellos, “esa comisión nació muerta y sin credibilidad”.
Los jóvenes iniciaron su marcha en la Universidad Centroamericana (UCA). Un altoparlante encabezaba la manifestación con la canción que se ha vuelto todo un himno para ellos tras la represión oficial que dejan más de 43 muertos:
Que vivan los estudiantes,
jardín de nuestra alegría,
son aves que no se asustan
de animal ni policía...
La marcha transcurrió con tranquilidad hasta la entrada principal del viejo Hospital Militar sobre la loma de Tiscapa, desde donde la línea gris del lago de Managua se divisa flanqueada por los multicolores ‘Árboles de la Vida’, que en estas semanas de rebelión popular han comenzado a ser derribados. Por la tarde continúan ahí bloqueando el paso, aunque no hay convocatorias para el resto del día.
“El pueblo de Nicaragua no va a dialogar con delicuentes”, afirman estudiante. Mientras este reclama a los antimotines #SOSNicaragua pic.twitter.com/b5RuPv7ZeT
— Wilfredo Miranda Aburto (@PiruloAr) May 2, 2018
La línea de antimotines --apertrechados con escudos, cascos y garrotes-- cerró la calle de cuatro carriles de ancho. Los oficiales estuvieron inamovibles durante las más de dos horas que los estudiantes trataron de convencerles para que les abrieran el paso.
Los universitarios intentaron de todo con los antimotines. Les recordaron que ellos “también son pueblo”, que “están al servicio de una pareja presidencial que es asesina”; pintaron los escudos antimotines de azul y blanco, les colgaron la bandera nacional en el cuello. Los oficiales se mantuvieron imperturbables en su labor de contención.
Aunque el comandante Daniel Ortega reconoció a los muertos que deja la represión, no asumió ninguna responsabilidad sobre ellos el 30 de abril. Ese día, el mandatario sandinista celebró el acto del Día del Trabajador y adoptó una actitud de predicador pacifico. “Esta es la paz, el diálogo que quiere Daniel Ortega”, reclamó Edwin Carcache, miembro del Movimiento 19 de Abril, en referencia a los antimotines que cortaban el paso.
La actitud de los antimotines fue distinta a la de las semanas anteriores, cuando reventaban las manifestaciones pacíficas sin chistar. Esta vez no desenfundaron sus armas, pero la orden era clara: No dejar pasar a los manifestantes hacia el Parlamento.
Diputados sin credibilidad
Los estudiantes se sientan ante el cordón de antimotines. Piden que los dejen pasar al Parlamento. #SOSNicaragua pic.twitter.com/6Kp3dXVv3O
— Wilfredo Miranda Aburto (@PiruloAr) May 2, 2018
“¿Gustavo Porras? ¿Edwin Castro? ¿Wilfredo Navarro? A cualquiera le creo, menos a esos”, aseguró Josué Tellería Sánchez, estudiante de Ingeniería industrial de la UNI, en referencia a la ‘Comisión de la Verdad, Justicia y Paz’ que crearon los diputados adeptos el régimen Ortega Murillo.
Carcache no cree en esa ‘Comisión’ cuyos miembros serán elegidos por el diputado Gustavo Porras. “Veníamos a expresar nuestros sentimientos ante la Asamblea Nacional. Estamos cansados de la corrupción. Cansados de que quieran hacer una ‘Comisión de la Verdad’ entre ellos mismos. Se quieren burlar de nosotros. No somos ignorantes. Cansados de todo el maltrato. Más de 60 personas han muerto”, dijo el miembro del Movimiento 19 de Abril, en referencia a la lista aún no corroborada que menciona la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).
La presencia policial este miércoles fue catalogada por los jóvenes como otro acto de represión de parte del régimen. Para ellos, resta ánimos para sentarse a dialogar con la pareja presidencial.
Dennis Darce, de la Comisión Permanente de los Derechos Humanos (CPDH), asistió a la marcha y buscó hablar con el jefe del contigente policial. No tuvo éxito. "Para ellos tal vez sea seguridad, pero la ciudadanía no representa inseguridad para el Estado. Simplemente es una manifestación en la cual todos estamos preocupados: La justicia por los muertos, la rehabilitación de los muchachos lesionados y el derecho que todos tenemos a expresar el descontento", dijo.
“¿Con esto (los antimotines) después de hoy dialogar? Estábamos pensando en ir al diálogo, pero así no queremos vamos a dialogar”, sostuvo el estudiante de la UNI. “Veníamos en paz con banderas y ellos armados aquí”.
La única reacción de un antimotín la consiguió una universitaria, cuando abrazó al oficial. Era joven como ella. En su chaqueta negra llevaba grabado con corrector el mote de ‘Wolf”. El muchacho oficial luchaba por no reaccionar al abrazo de la joven. Pero no pudo. Terminó sonriendo.
“Wolf” dice en su pechera. El joven antimotin no puede contenerse más y sonríe cuando las universitarias lo abrazan en señal de paz #SOSNicaragua pic.twitter.com/QSFRlMpNvU
— Wilfredo Miranda Aburto (@PiruloAr) May 2, 2018
Los universitarios decidieron suspender la marcha y regresar hacia la UCA a seguir protestando. Este mismo miércoles el gobierno sacó a las rotondas de la capital a la Juventud Sandinista.
Jornada azul y blanco
Este primero de mayo, feriado por el Día Internacional del Trabajador, las expresiones ciudadanas de repudio al régimen continuaron. En Jinotepe, Nandaime, Matagalpa, León, Juigalpa, entre otras ciudades, los ciudadanos pintaron de azul y blanco espacios públicos. Ocultaban los colores rojo y negro del Frente Sandinista. Pero quizá la manifestación pública más simbólica este martes fue volver a colocar de nuevo en la Rotonda Jean Paul Genie las “cruces de los caídos”.
Y ya hoy martes las fuimos a poner otra vez. Y sin 100 veces las quitan, 101 veces iremos de nuevo. pic.twitter.com/XMQbwF7uZk
— Bayardo Aguilar (@bayardoaguilar) May 2, 2018
Mientras el comandante Ortega hablaba de paz este lunes en Plaza de las Victorias, miembros de su gobierno y partido arrancaron las cruces de aluminio delgado que los ciudadanos colocaron en memoria de los asesinados.