6 de mayo 2021
El pasado 30 de abril, el caricaturista Manuel Guillén publicó en el diario La Prensa una imagen que retrataba las dificultades que hay para lograr la unidad de la oposición nicaragüense. Para esto usó la figura de la presidenta del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), Kitty Monterrey, quien expresaba: “la casilla por encima de todo, y la casilla soy yo”.
En la caricatura se observa a Monterrey por encima de decenas de cadáveres que representan a los más de 328 nicaragüenses asesinados —según organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos— por la represión orteguista.
El dibujo generó una gran polémica. El CxL se declaró “estupefacto e indignado”, por lo que consideró “la ofensiva y grotesca caricatura firmada por el señor Manuel Guillén y publicada por el diario La Prensa”.
Al respecto, el caricaturista Guillén junto a su colega de Confidencial, Pedro Molina, explicaron en un debate en el programa Esta Noche, que el problema principal es que hubo una mala interpretación de parte de CxL, ya que la caricatura solo hace alusión —a lo que Guillén interpreta— como el cierre de puertas que ha hecho el partido a todo otro grupo opositor y “privilegiando su casilla a una unidad más amplia”.
“Lo que hice fue expresar la posición de esa agrupación política. Poniendo la masacre de abril y lo que ha significado esta lucha frente a ellos. Ellos frente a ese dolor han expresado que lo principal es ella (Kitty Monterrey)”, dijo Guillén, quien ha trabajado por más de 30 años en La Prensa.
El caricaturista tiene dos interpretaciones sobre lo ocurrido: la primera es que la agrupación política no pudo hacer una correcta lectura de la caricatura; la otra, es que, malintencionadamente, intentaron desacreditarla haciendo alusión a que se le denigra como mujer y que se irrespeta la memoria de los mártires de abril.
“Además de un insulto personal y un evidente ataque de odio contra una mujer con quien nos solidarizamos, esta es una publicación injuriosa y denigrante con la representante de esta agrupación política y un irrespeto, tanto para cada una de las víctimas de la represión y sus familiares, como para los miles de miembros de este partido que fuimos parte de la rebelión cívica de abril y hemos sufrido los embates de la represión de esta dictadura”, subrayó uno de los párrafos del comunicado de CxL, firmado por los miembros del Comité Ejecutivo Nacional y sus presidentes departamentales.
En redes sociales hubo todo tipo de comentarios al respecto, entre quienes mostraron su apoyo a CxL o lo que estaban a favor del caricaturista. Hubo también comentarios desproporcionados en forma de amenazas, ataques virulentos y descalificaciones en contra de Guillén.
“Para mí es lamentable que la gente termine siendo víctimas de estos desencuentros que provocan las cúpulas políticas. Yo te diría que la mayoría de estas personas que reaccionan de forma visceral contra nosotros, quiero pensar que no entendieron muy bien la caricatura en general, se prestaron para ese tipo de ofensas y algunas amenazas”, mencionó Guillén.
Recordar a las víctimas de abril
Guillén y Molina coincidieron en que utilizan la masacre de las víctimas de abril como un recurso para recordarle a la gente y mantener siempre presente sus memorias, y que muchas de esas personas perdieron la vida protestando para exigir la salida del régimen de Ortega del poder; sin embargo, niegan que se utilice esta imagen de forma ofensiva o que pueda afectar a las familias de estas víctimas.
“Sería una ofensa dibujar a las víctimas con armas de guerra, con dólares saliéndoles del cuerpo”, destacó Molina.
Para ambos caricaturistas lo que hace falta es una mayor educación hacia la población y partidos políticos para que puedan entender el concepto de la caricatura y sus alcances y que se eviten así interpretaciones antojadizas que puedan ser manipuladas por grupos políticos.
En este caso, CxL pidió a La Prensa que “se adopten las acciones necesarias de desagravio frente a las personas cuya dignidad ha sido mancillada”.
Ambos mencionaron que están abiertos a pedir disculpas cuando consideren que en realidad han ofendido a alguien con sus dibujos.
No es la primera vez que se ataca a caricaturistas
Molina recalcó que, a veces, en las redes sociales hay quienes buscan la manera de ofenderse de lo que sea y que hacen interpretaciones de las caricaturas de tal forma que puedan lograr ese objetivo. “No es la primera vez que los políticos en Nicaragua intentan manipular las caricaturas”, recordó el caricaturista de Confidencial.
En el 2011, un proyecto de ley introducido por la Fiscal General Ana Julia Guido, en la Asamblea Nacional, establecía en su artículo 35 que sería considerado violencia mediática lo siguiente: “el dueño de medio de comunicación, la persona o comunicador social que en el ejercicio de esa profesión u ocio, ofenda, injurie, satirice, denigre a una mujer por el hecho de ser mujer a través de un medio de comunicación”.
Esto era parte de una iniciativa de ley promovida desde el oficialismo para supuestamente garantizar protección y derechos a las mujeres que sufrían de violencia; sin embargo, quedó en evidencia, por las mismas palabras de Guido, que la intención era la de censurar a los caricaturistas de los principales diarios del país.
“El problema de los medios de comunicación es que satirizan, denigran en alguna forma a las mujeres, eso debe ser intolerable. A veces hay caricaturas… Hay ciertos periódicos que sacan cuando a la mujer la agarran del pelo y todas esas imágenes que golpean a la población y que no es saludable ni educativo”, dijo Guido según declaraciones recogidas por La Prensa.