15 de noviembre 2024
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo celebró que la matrícula escolar para el ciclo escolar 2025 se superó en 100.1%, alcanzando 1 806 518 estudiantes inscritos en todos los niveles y modalidades educativas. Sin embargo, las mismas estadísticas oficiales revelan que también cada vez hay menos maestros en Nicaragua.
Para esta profesora de Español, a la dictadura “solo le interesan los números positivos y ocultan que llevan varios años obligándonos prácticamente a aprobar a la gran mayoría de estudiantes”.
“El gran problema de aprobar a estudiantes que no adquieren los conocimientos y las competencias adecuadas, es que la calidad con la que van pasando cada año escolar es deficiente y eso repercute en su futuro”, insiste Fernanda.
Cinco años perdiendo maestros en Nicaragua
Nicaragua ha perdido 3095 maestros entre 2019 y septiembre de 2024, según las cifras de distribución del empleo por categoría ocupacional en el Gobierno central, que publica el Banco Central de Nicaragua (BCN).
La cantidad de maestros disponibles hasta septiembre de 2024, son 259 menos que los que tenían contratados en enero de 2024, cuando el país abrió el año escolar con 50 121 maestros.
Ante las frecuentes renuncias de docentes, el Ministerio de Educación (Mined) contrata nuevo personal, pero el número de profesores no es constante. En los primeros nueve meses de 2024, la cantidad de contratados sube y baja, porque las renuncias continúan.
La siguiente tabla muestra la cantidad de docentes contratados de enero a septiembre de 2024, mostrando una variación constante cada mes.
Meses de 2024 | Cantidad de maestros |
---|---|
Enero | 50 121 |
Febrero | 49 851 |
Marzo | 49 778 |
Abril | 50 064 |
Mayo | 50 026 |
Junio | 50 063 |
Julio | 50 220 |
Agosto | 50 118 |
Septiembre | 49 882 |
Promedio anual 2024 | 50 030 |
“Hay contrataciones, pero más renuncias”
Maritza fue profesora de Inglés por más de cinco años en un colegio de Masaya, hasta que decidió renunciar en 2024 y marcharse a Costa Rica. “Ahora trabajo limpiando casas y vendiendo comidas, gano más y tengo más tranquilidad”, afirma.
Ella cree que el gran problema del sistema de educación nicaragüense empieza por la falta de personal capacitado. “Cada mes hay nuevas contrataciones de nuevos maestros, pero cada vez más renuncias y se va gente con mucha experiencia en la docencia”, asegura.
Para Maritza el problema de preparación de los estudiantes “también se ve en la preparación de nuevos docentes”.
“Fraude” con las notas de estudiantes
El Mined lleva más de cinco años promoviendo un “fraude” en todas las escuelas del país, obligando a los maestros “a manipular las notas para aprobar a la gran mayoría”, denuncia Federico, docente e integrante de la Unidad Sindical Magisterial.
“Al principio nos hacían ver como que había que darles una ayudita a los estudiantes para que no se quedaran, pero después el fraude fue descarado y directamente los directores bajan la orden de que hay que aprobar a todos para maquillar las estadísticas”, comenta.
Confiesa que ha habido renuncias y despidos de maestros por negarse a aprobar estudiantes. “Es que a veces los números simplemente no dan, y más que una ayudita, se convierte en un empujón enorme y es una gran mentira, porque llegan al año siguiente con grandes vacíos de aprendizaje”, explica.
Una de las formas que los maestros buscan evitar ese “fraude descarado”—detalla Federico—es “incentivar que hagan trabajos extras para ganar puntos y nivelarlos”.
Calidad educativa no mejora
La directora del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (Cetcam), Elvira Cuadra, explicó en el reportaje “Aulas de Nicaragua se quedan sin maestros”, publicado por CONFIDENCIAL en julio de 2024, que el sector del magisterio “ha sido de los más castigados” y “menos apreciados” en cuanto a presupuesto y a políticas públicas para el desarrollo del país.
“El magisterio sigue trabajando en condiciones difíciles, con malos salarios y además de todo eso, que es histórico, se ha agravado con la imposición de un sistema de control en el que no tienen libertad de enseñanza”, lamentó.
Cuadra valoró que ante “la fuga de docentes que buscan trabajo en la informalidad o en la migración para encontrar mejores oportunidades (…) lo que se termina castigando es la calidad de la educación”.
Aumentos “miserables” para maestros
Tanto Fernanda como Federico coinciden en que además de los “maltratos” y la “vigilancia” que la dictadura ha impuesto en las escuelas de Nicaragua, uno de los más grandes problemas que enfrentan es “que el salario ya no alcanza para lo mínimo”.
“Seguimos ganando muy poco, lo que aumentan es una miseria y eso no te alcanza ni siquiera para suplir los aumentos que vemos en los precios”, indica Fernanda.
Federico ha valorado la posibilidad de migrar. “Los precios están muy elevados y con lo que pagan cada vez es más difícil sobrevivir”, sostiene.