20 de septiembre 2023
El Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (CALIDH) presentó el informe Cuerpos desgastados por la represión, salud y exilio de nicaragüenses, en el que concluye que la violencia extrema perpetrada por el Estado de Nicaragua, desde abril de 2018, está causando un impacto negativo en la salud de los nicaragüenses en el exilio.
La investigación fue presentada este miércoles 20 de septiembre y está basada en un sondeo realizado a 118 nicaragüenses exiliados, ubicados mayoritariamente en Costa Rica y Estados Unidos. El estudio concluye que el "estrés postraumático y la ambivalencia emocional" son las principales causas que los exiliados atribuyen a la aparición de enfermedades, así como el empeoramiento de las que ya padecían antes del exilio.
Entre los padecimientos que sufren los exiliados destacan: problemas cardíacos, gastrointestinales y psicológicos, hipertensión, ansiedad y depresión.
CALIDH responsabiliza al Estado de Nicaragua por este "quebrantamiento generalizado de la salud psicofísica de los nicaragüenses" y valoran que esta situación es parte del plan de represión ejecutado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Los 20 puntos sobre los problemas de salud de los exiliados
El estudio enumeró en su conclusión 20 puntos sobre los problemas de salud de los exiliados. Estos son:
1. La represión estatal iniciada en abril de 2018 tuvo un impacto directo en la salud de los nicaragüenses que se vieron forzados luego al exilio.
2. Existe un plan articulado y sistemático del Estado de Nicaragua consistente en provocar la expulsión de nicaragüenses al exilio.
3. Existe un plan articulado y sistemático del Estado de Nicaragua de provocar dolosamente un deterioro generalizado de la salud de los nicaragüenses como parte de la imposición del terror y la violencia extrema.
4. El estrés postraumático y la ambivalencia emocional son las principales causas a las que los exiliados atribuyen tanto la aparición de nuevas enfermedades como el empeoramiento de las que ya padecían antes del exilio.
5. Tanto el estrés postraumático como la ambivalencia emocional que atraviesan los exiliados los predispone y pone en riesgo a nuevos padecimientos y enfermedades ante posibles depresiones del sistema inmune.
6. La media de personas que respondieron a la encuesta es de 46 años lo que revela que enfermedades y padecimientos crónicos que se presentan en edades más tardías están presentándose anticipadamente entre los exiliados.
7. Es preocupante el exilio de personas de todas las edades, incluidos los adultos mayores. Los problemas en el acceso a la salud, en esta etapa de la vida en la que se les considera no empleables los ubica en estado de vulnerabilidad aún mayor en cuanto al deterioro de sus condiciones de salud, vida y aumenta el nivel de dependencia de otras personas.
8. Hombres y mujeres huyeron en las mismas proporciones. Si bien la violencia estatal en contra de los hombres ha sido documentada ampliamente (ejecuciones extrajudiciales, encierros, tortura, lesiones), es necesario profundizar mediante estudios específicos cuáles fueron las formas y mecanismos de violencia perpetrados contra las mujeres, una violencia que suele ser invisibilizada.
9. Estados Unidos y Costa Rica son los países que recibieron más exiliados, en arreglo con los hallazgos de la encuesta. Es preocupante, en términos de acceso a la atención médica, que en Costa Rica la salud es pública, pero no universal y en Estados Unidos es mayoritariamente privada.
10. Más de la mitad de los exiliados huyeron por ser víctimas directas de agresiones estatales en el marco de la represión, seguido del autoexilio. Este resultado permite dimensionar que la población nicaragüense de alguna forma fue víctima directa de algún acto de represión por parte del Estado.
11. El 81.2% afirmó que su salud desmejoró en el exilio lo que permite reafirmar los efectos devastadores del vínculo directo entre la huida y las situaciones psicofísicas.
12. Los exiliados atribuyen el deterioro de la salud, sobre todo, al estrés postraumático y a la ambivalencia emocional provocada por el exilio. Otro grupo importante atribuyó la desmejora a que trabajan más que en Nicaragua lo que puede indicar que los nicaragüenses podrían estar sufriendo explotación laboral en países hostiles con la migración como Costa Rica y Estados Unidos.
13. Tres cuartas partes de los exiliados están enfermos ya sea porque sus situaciones previas al exilio empeoraron o por la aparición de nuevas enfermedades. Las situaciones que empeoraron en el exilio están relacionadas con problemas neurológicos, cardiacos, hipertensos, gastrointestinales y psicológicos.
14. Las situaciones que aparecieron mientras estaban en Nicaragua y las nuevas que surgieron en el exilio son prácticamente las mismas: prevalece la ansiedad, la depresión, la hipertensión y los problemas gastrointestinales.
15. En cuanto a la sensación general de bienestar en la salud, se encontró que antes de la represión casi el 90 % de los encuestados dijeron que su salud era buena o regular, con el inicio de la represión en abril de 2018 este porcentaje descendió a 12.7 y el sentirse enfermo pasó a casi el 90 %. Los porcentajes de la sensación general de bienestar prevalecen similares en el exilio.
16. El 71% afirmó tener acceso a los servicios de salud, pero este alto acceso no parece mitigar o mejorar los graves padecimientos de los exiliados, lo que puede dar cuenta de la calidad de atención recibida.
17. Una cantidad importante de exiliados afirmaron tener problemas al momento de acceder a la salud. La primera razón es porque no tienen dinero para pagar la atención médica, la segunda es porque fueron discriminados en los hospitales públicos y la tercera porque desconfían del sistema de salud.
18. En cuanto a la salud de los expresos políticos es posible afirmar que existe un plan sistemático y articulado de que, además del encierro, a los encerrados se les deteriore su salud sea por las condiciones inhumanas de detención o por infligir la tortura, tratos crueles e indignos.
19. Un número elevado de los expresos políticos que respondieron la encuesta afirmaron que adquirieron enfermedades debido al encierro tales como problemas de la piel, hipertensivos, neurálgicos, visuales, fúngicos y gastrointestinales.
20.La aplicación de torturas, tratos crueles e indignos establecieron un clima extendido de tormentos y angustia. Quienes sufrieron en estas situaciones dijeron que durante el encierro soportaron depresión, ansiedad, dolores articulares, hipertensión, dolores en partes íntimas y tuberculosis. Se identificó la aplicación de actos de tortura tales como disparos con armas de fuego, golpizas y violencia sexual anal.
Para más información pueden ver y descargar el informe completo aquí.