3 de octubre 2024
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) afirma en su informe anual 2023 que en Nicaragua persiste la concentración del poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo basada "en la instauración de un estado policial y la suspensión efectiva de los derechos y libertades fundamentales" lo que evidencia que el espacio cívico y democrático "se encuentra cerrado".
"En Nicaragua no existen condiciones propicias para que la sociedad civil pueda participar de manera libre y segura en la vida social, política y religiosa", concluye el capítulo dedicado a Nicaragua.
La CIDH dedicó capítulos especiales a los Estados de Nicaragua, Cuba, Venezuela y Guatemala, debido a que en dichos países se registran graves crisis de derechos humanos.
Durante 2023, el organismo "observó la persistencia de violaciones graves y sistemáticas a los derechos humanos en Nicaragua, incluso bajo nuevos patrones de represión como la expulsión del país y la privación arbitraria de la nacionalidad".
Estas violaciones ocurren, según la CIDH, por "el quebrantamiento del principio de separación de poderes y la instrumentalización del aparato estatal para la represión y persecución política, religiosa y de cualquier persona considerada opositora".
Imposición del miedo en Nicaragua
El documento recuerda que, en el caso de Nicaragua, se constató la persistencia de detenciones arbitrarias y el empleo de la privación de la libertad "para mantener un clima de miedo en la población, censurar cualquier expresión de disenso, tanto en el espacio físico como digital e, inclusive, para perseguir las expresiones de fe y prácticas de la religión católica".
"La falta de independencia del sistema de administración de justicia posibilita procesos judiciales y la imposición de sanciones penales incompatibles con un régimen democrático", lamenta el informe.
La CIDH, adscrita a la Organización de Estados Americanos (OEA), menciona que el cierre masivo de organizaciones de la sociedad civil, el exilio y el destierro de líderes, periodistas y personas defensoras de derechos humanos, "ha acentuado un clima de autocensura entre la población y el temor a denunciar" por el riesgo de sufrir represalias.
Asimismo, recuerda que en 2023, la represión contra los pueblos indígenas y afrodescendientes "se agudizó", registrando ataques de personas armadas, asesinatos, la cancelación del histórico partido Yatama y el cierre de radios indígenas comunitarias.
Alarmante censura, advierte Informe CIDH
Tanto la CIDH como su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) advierten que "la censura y la represión alcanzaron niveles alarmantes".
"Los periodistas que intentan informar sobre asuntos de interés general se enfrentan al riesgo inminente de ser arrestados", advierten.
Detallan que "los distintos mecanismos de control y censura desplegados por el Gobierno han contribuido al cierre del espacio cívico y democrático en Nicaragua, y han socavado las condiciones básicas para el ejercicio de la libertad de expresión".
El informe recuerda que aunque Nicaragua abandonó la OEA, el Estado "se encuentra obligado por todos los instrumentos internacionales de los cuales es parte, entre ellos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos".
Por eso la CIDH "reafirma su competencia sobre el Estado de Nicaragua, y continuará ejerciendo sus mandatos de monitoreo a través del MESENI, que incluye el seguimiento al cumplimiento de las recomendaciones emitidas en sus diversos mecanismos, el análisis y trámite de los casos y peticiones, la supervisión de sus recomendaciones emitidas en los informes de fondo y el análisis y supervisión activa del cumplimiento de las medidas cautelares vigentes".