21 de marzo 2024
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En silencio y lejos de los anuncios de otras ocasiones, la Iglesia católica nicaragüense ha reestructurado a la Arquidiócesis de Managua, encabezada por el cardenal Leopoldo Brenes. La curia capitalina fue mermada por el encarcelamiento y posterior destierro de sus principales líderes religiosos.
La reorganización del clero arquidiocesano se inició el 6 de febrero de 2024, tres semanas después del destierro al Vaticano de los obispos Rolando Álvarez e Isidoro Mora y otros 15 sacerdotes. Los nuevos encargados han sido enviados “de inmediato a sus misiones” y sin ningún tipo de protocolo, dijo un laico que sirve en la arquidiócesis.
“Son sacerdotes que se están formando y en la medida que transcurra el tiempo irán agarrando experiencia, pero tienen el desafío enorme de adaptarse a las nuevas misiones que les han sido encomendadas”, explicó la abogada Martha Patricia Molina, quien en los últimos años ha investigado la persecución del régimen de Daniel Ortega a la Iglesia católica.
Diez de los sacerdotes desterrados pertenecían a la Arquidiócesis de Managua:
- Monseñor Carlos Avilés, vicario general
- Sacerdote Pablo Villafranca, canciller de la curia
- Padre Héctor Treminio, ecónomo o administrador de la Curia.
- Sacerdote Raúl Zamora, secretario general.
- Monseñor Silvio Fonseca, vicario de la familia y juventud.
- Monseñor Miguel Mántica, párroco de la iglesia San Francisco y vicario pastoral.
- Monseñor Ismael Serrano, un exorcista retirado.
- Párroco Jader Hernández, a cargo de la iglesia Madre del Divino Pastor.
- Párroco Gerardo José Rodríguez, a cargo de la iglesia Purísima Concepción.
- Párroco Maykel Monterrey, a cargo de la iglesia Nuestra Señora de Candelaria.
La curia de Managua cuenta con unos 200 sacerdotes, dijo el arzobispo Brenes en una entrevista a la Arquidiócesis.
Los nuevos dirigentes de la Arquidiócesis de Managua
El sacerdote José Ramón Alemán, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Altagracia y vicario foráneo de la Zona Occidental de Managua, fue nombrado como el nuevo vicario general de la Arquidiócesis, en sustitución de monseñor Avilés.
De esta manera, Alemán ocupará el tercer puesto dentro del Consejo de Gobierno de la arquidiócesis, solo por detrás del cardenal Brenes y del obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, quien está en el exilio desde 2019 para resguardar su vida.
Además, el cardenal Brenes envió su renuncia al papa Francisco, como manda el Derecho Canónico, al cumplir 75 años de edad el 7 de marzo de 2024. Se desconoce en cuánto tiempo la aceptará el pontífice, ya que el nicaragüense la presentó “sin condiciones”.
Otro cambio importante en la jerarquía arquidiocesana es el nombramiento del padre Miguel Toruño, actual párroco de la iglesia Santa Ana, en Niquinohomo, como canciller de la curia arzobispal, cargo que hasta finales de enero ocupaba Pablo Villafranca.
Como secretario general de la curia arzobispal fue designado el padre Orlando Ruiz, quien fue ordenado sacerdote en agosto de 2023. Ruiz sustituye en el cargo al padre Raúl Zamora, quien, además, era párroco del templo de la Divina Misericordia, que en julio de 2018 fue acribillado por policías y paramilitares sandinistas. La parroquia, sin embargo, fue asignada al sacerdote Yadiel Lumbí.
Para el puesto de administrador de la curia no han asignado a ningún otro sacerdote, ante la falta de sacerdotes calificados, según las fuentes. Es probable que el cardenal Brenes nombre a un laico como ecónomo.
“El padre Héctor (Treminio) tenía una pastoral increíble", opinó Molina. A él podían enviarlo a “una chureca” y en poco tiempo “hacer maravillas”, porque es “inteligente”, “transparente” y gozaba de mucha “confianza".
La parroquia Santo Cristo de Esquipulas, Managua, que estaba a cargo del padre Treminio, fue designada a monseñor Boanerges Carballo, actual vicario episcopal de pastoral.
Otros cambios en comisiones y áreas
Otros cambios importantes han ocurrido en las comisiones y áreas pastorales de la arquidiócesis, que por años estuvieron a cargo de los sacerdotes y monseñores más preparados de la Iglesia.
La parroquia Santa Faz, ubicada en el barrio Costa Rica, fue asignada al padre Antonio Castro, quien es conocido por su cercanía con el régimen Ortega-Murillo. Además, Castro sustituyó en el cargo a monseñor Silvio Fonseca, vicario de la familia y juventud.
La parroquia San Francisco, en Bolonia, ahora está a cargo del padre Leonel Gutiérrez, en sustitución de monseñor Mántica, quien en 2023 se encargó del jubileo 50 del cardenal Brenes. Mántica era uno de los sacerdotes más conocidos dentro de la curia y un fuerte crítico de la dictadura.
Otro cambio es el traspaso a la arquidiócesis de la parroquia Santo Domingo de Guzmán, contiguo al Colegio Loyola. Esta iglesia estuvo a cargo de la Compañía de Jesús por casi cien años, pero después que los jesuitas fueron despojados de su personería jurídica, pusieron el templo a disposición de la Arquidiócesis. Ahora está a cargo del padre Michael Medina.
En algunas parroquias “no han recibido muy bien la noticia del nombramiento del sacerdote que va a estar a cargo”, comentó Molina.
“Hay uno que llegó a hacer cambios bruscos, a quitar todo lo que tenía el anterior párroco. Esto no le ha gustado a los laicos”, agregó.
