12 de julio 2020
La Arquidiócesis de Managua suspendió la celebración de procesiones y actividades que promuevan aglomeración, como las que se realizan en honor a Santo Domingo de Guzmán, para evitar que más personas se contagien del coronavirus SARS-CoV2 e instó a los feligreses a “posponer para otro momento oportuno” el cumplimiento de promesas a los santos patronos.
La disposición de la Arquidiócesis fue divulgada por el cardenal Leopoldo Brenes, quien al finalizar la misa dominical explicó que la Iglesia valora “la vida por encima de todo” y “ante la presencia de la covid-19 en Nicaragua” decidieron “conmemorar todas las festividades patronales desde nuestros hogares como iglesia doméstica”.
En este tiempo de crisis sanitaria producto de la pandemia las fiestas patronales deben celebrarse con “devoción y la creatividad”, expresó el cardenal Brenes.
“Pido a los devotos, promesantes y tradicionalistas su comprensión y apoyo evitando su realización debido a las limitaciones que la crisis sanitaria nos impone, “posponiendo para otro momento oportuno” estas celebraciones. En su lugar les convoco a conmemorar las festividades, desde una verdadera devoción, unidos de forma espiritual y virtualmente a través los medios de comunicación a nuestra disposición”, agregó el jerarca católico.
+++Orientaciones Pastorales del Cardenal Leopoldo José Brenes, Arzobispo Metropolitano de Managua, para las Festividades Patronales mientras dure la Pandemia del Coronavirus+++
Descargar en PDF: https://t.co/51nWBkhziQ pic.twitter.com/wFipxZTafb
— Arquidiócesismanagua (@arquimanagua) July 12, 2020
Pide acatar medidas
Asimismo, Brenes hizo un llamado al clero arquidiocesano a explicar a la feligresía “el sentido y razón de nuestras disposiciones”. También invitó a la población católica a “mantener la unidad y ser ejemplo de una piedad autentica. Es tiempo que los creyentes demos ejemplo de responsabilidad, solidaridad y colaboración frente a los desafíos de este momento”, subrayó.
Desde que se reportaron los primeros casos de covid-19 en Nicaragua, el pasado 18 de marzo, la Iglesia Católica en Nicaragua ha orientado cancelar misas o celebrarlas con la menor cantidad de feligreses posibles para evitar que más personas se contagien del coronavirus; sin embargo, el Gobierno de Daniel Ortega se empeña en no atender la crisis sanitaria mundial.
Alcaldes sandinistas, en su afán de fingir normalidad, han intentado suplantar la autoridad de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), organizando de las actividades religiosas que la Iglesia canceló para evitar la aglomeración de personas. En Granada, monseñor Jorge Solórzano, canceló las procesiones de Semana Santa, y prohibió actividades masivas en todos los templos de la diócesis, pero la alcaldesa sandinista, Julia Mena, organizó y patrocinó una peregrinación de carretas tradicionales hacia el santuario de Jesús del Rescate, en el departamento de Rivas.
Los obispos también orientaron a sus sacerdotes que todas las celebraciones litúrgicas, incluyendo las dominicales y los oficios de Semana Santa, se celebraran sin la presencia de fieles, aunque los templos y capillas del Santísimo Sacramento permanecen abiertas.
Entre otros, el tradicional viacrucis penitencial que rememora las últimas horas de Jesucristo antes de ser crucificado, conocida como la “pasión de Cristo”, fue cancelado por la Arquidiócesis de Managua como una medida preventiva frente a la pandemia.