18 de febrero 2016
En México hubo un Papa que soltó frases filosas contra el narcotráfico, el maltrato a los indígenas, la pobreza y el costo social de la inmigración. Faltó, creen algunos, un Papa que abordara con la misma severidad temas como el femicidio o la pederastia en uno de los países más intoxicados por la corrupción.
En el mundo se le siguen los pasos a Jorge Mario Bergoglio y Nicaragua no es la excepción. La teóloga y directora de la Revista Envío, María López Vigil, lo hace. “No es el punto pensar que él venga a cambiar, los cambios los tiene que hacer la gente. Es posible que él inspire y de hecho es lo que está pasando. Francisco está inspirando a mucha gente, incluso no creyente, a un nuevo estilo de ser autoridad”, aseguró López Vigil en el programa Esta Noche.
Ella analizó el periplo del líder de la Iglesia Católica por suelo mexicano. Según la directora de la Revista Envío, hay hasta ahora un par de momentos importantes por destacar. La visita a la tumba del obispo indigenista Samuel Ruiz, es uno de ellos. La misa oficiada este lunes en la selva de Chiapas, y en la que Francisco pidió perdón a los pueblos indígenas por “el maltrato y la inequidad”, es otro. “En el fondo el maltrato no solo venía de las autoridades políticas, también venía de la Iglesia oficial, entonces el Papa ha reivindicado”, consideró la teóloga.
El obispo de la diócesis Jinotega, Monseñor Carlos Enrique Herrera, cree que el mensaje de Bergoglio ha sido claro. “Está tocando las realidades de ahí, es un mensaje, un compromiso para todos, denunciando lo que no está a favor del bien común, de las mayorías, pero también hacerle el compromiso a todos, de que todos juntos se puede cambiar esa situación de violencia, de corrupción que existe, que no se considere que las cosas ya no tienen solución, depende de cada ciudadano buscar cómo defender sus derechos y hacerlos valer ante las autoridades y a las autoridades que sean responsables de su función: velar por la mayoría”, explicó Herrera a Confidencial.
La Iglesia Católica en Nicaragua, también pesca y discute las palabras de Francisco. “Ayer estuvimos reunidos y hablamos un poco de esto, del mensaje del Papa en México (…) cada uno retomándolo para nuestra realidad, para las homilías, para nuestras reflexiones”, afirmó el obispo de la diócesis Jinotega.
María López Vigil, por su parte, cree que en México, “una sociedad de profundas desigualdades”, el cambio es un proceso espinoso y que Francisco con su visita lo que deja, además de la denuncia, es con suerte la posibilidad de reflexionar. “Yo creo que la idea de que llega el Papa y las cosas cambian es una idea infantil, o es una idea mágica, eso no va a suceder, ¿qué significa el viaje del Papa desde el punto de vista de cambio en México? Yo creo que poco, los intereses que están en juego en la tragedia mexicana son tan gigantescos, que el Papa Francisco simplemente genera algunos símbolos, hace algunos gestos que pueden poner a algunas personas a pensar”, dijo.
Temas pendientes
La pederastia o los altos índices de femicidios, como se temía, no fueron tópicos abordados por Francisco. Tampoco se mencionó a las víctimas de ambos delitos. "Al menos decir aunque sea una palabra, en cualquier caso, su estilo está rompiendo con muchas formas de ser autoritario, severo, condenador”, aseguró María López Vigil.
Para el obispo de la diócesis Jinotega, Monseñor Carlos Enrique Herrera, si el Papa tocaba esos temas sería “un llamado más preciso” a que “se vaya controlando, no siga el aumento en eso, haya primeramente una justicia sobre eso y que haya una actitud de conversión en las personas que están fallando en ese ámbito”.