1 de octubre 2023
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En enero de este año, Judith Salmerón, una nicaragüense que trabaja en el servicio doméstico en Costa Rica, comenzó a llevar un registro de sus gastos en un cuaderno para organizar sus finanzas. Cada que saca sus cuentas se aflige. “A pesar de haber recibido un aumento en mi salario, siento que estoy pagando más y comprando menos productos para mi hogar”, explica.
Desde que migró hace tres años ha trabajado como empleada doméstica y acordó recibir su salario en dólares, pues en ese tiempo el colón se estaba depreciando. “Yo pensando en el dinero en dólares que debía mandar a Nicaragua. Por 100 dólares me daban hasta 69 000 colones y ahora solo 53 000”, cuenta apesarada Salmerón al ver el rango de pérdida que asume cada vez que cambia dinero.
En Costa Rica, la inflación llegó al 13%, su punto más alto, en agosto de 2022, debido a la crisis del transporte internacional marítimo, la guerra en Ucrania y los fenómenos climáticos. En los meses siguientes empezó a bajar hasta llegar cerrar el año en 8.4%, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). A pesar de ello, la mitad de los productos y servicios incluidos en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) han experimentado un aumento en sus precios.
A la vez que los consumidores afrontan el incremento de precios, desde finales de 2022, en Costa Rica el dólar ha experimentado una pronunciada caída. En su punto más alto, en junio de 2022, el dólar se cotizaba en 697 colones, mientras que para el 27 de septiembre un dólar equivalía 525.50 colones, su valor más bajo desde 2015. Esa caída del dólar, es decir, la apreciación de la moneda local que es el colón, se debe a que el mercado cambiario costarricense ha experimentado un mayor flujo de divisas.
"Para este grupo- los que perciben ingresos en dólares-, es perjudicial porque en Costa Rica, a diferencia de Nicaragua (que la economía está altamente dolarizada), (ellos) pagan sus productos y servicios en colones. Al hacer la conversión de una moneda a otra, tendrán menos colones en comparación con la cantidad que obtenían el año pasado", indica Marco Aurelio Peña, un economista nicaragüense exiliado en Costa Rica.
En 2021 a Salmerón le pagaban 380 dólares, lo que equivalía a alrededor de 244 000 colones, según el tipo de cambio del dólar de ese año. En 2022, su salario aumentó a 400 dólares y actualmente es de 420 dólares. A pesar de este aumento, al cambiar los 420 dólares recibe menos colones con este nuevo salario, comparado con sus ingresos en 2021.
"Imaginá que en febrero cambié mi salario en el banco y me dieron 241 500 colones. En abril, me dieron 226 800, mucho menos que al principio (en 2021) cuando ganaba 40 dólares menos. Esto es mucho para mí", compara.
En los últimos seis meses de 2022, el tipo de cambio cayó alrededor de un 19%, un comportamiento inusual en la historia reciente de Costa Rica, según un artículo del medio costarricense El Financiero.
Este año el tipo de cambio continuaría disminuyendo. Una nota de La Nación explica que el precio del dólar en Costa Rica alcanzó su valor más bajo desde abril del 2015. “El precio del dólar respecto al colón cerró, el 13 de septiembre, en 533.09 colones en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex). Este es el valor más bajo de la divisa en lo que va del 2023 y su menor cotización desde el 17 de abril del 2015, cuando alcanzó los 531.97 colones”, detalla.
Róger Madrigal, presidente del BCCR, afirmó en una conferencia de prensa a principios de este año, que la disminución en el precio del dólar es resultado de la oferta y demanda de la divisa local, o sea el colón. La devaluación del dólar se hace para obtener más recursos generados por la inversión extranjera directa (IED), asegurar un aumento en la tasa de política monetaria que incentive el ahorro en colones, y reducir la percepción de riesgo de los bonos de deuda soberana.
"La compra de dólares y el aumento de la tasa de política monetaria realizados por la entidad (el BCCR) no buscan intervenir para reducir la presión sobre el tipo de cambio, sino que responden a la meta de mantener una inflación baja", afirmó Madrigal.
Por otro lado, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) a abril 2023 refleja una inflación interanual del 2.44%, manteniendo la tendencia a la baja que comenzó en septiembre del año anterior y volviendo a ubicarse dentro del rango definido por el BCCR, que es entre el 2% y el 4%. La economía costarricense había experimentado una inflación por encima de este rango desde enero de 2022, por lo que la población se vio obligada a pagar más por los productos de consumo regular.
¿Por qué el dinero no alcanza si la inflación bajó?
Aunque la inflación en Costa Rica ha vuelto al rango deseado por el BCCR, casi la mitad de los bienes y servicios que componen el IPC aumentaron de precio en abril. Esto afectó a la población, pero impactó más a aquellos que reciben sus ingresos en dólares.
De los 289 bienes y servicios del IPC, el 39% ha disminuido de precio, el 46% ha aumentado y el 15% no ha presentado variación, según otro artículo periodístico local. El transporte, el alquiler y los servicios de vivienda, así como los alimentos y bebidas no alcohólicas, son parte de las divisiones de consumo que han sido más afectadas por la variación en el IPC, según indicó Nelson Castillo, coordinador de la Unidad de Índice de Precios del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en dicho artículo.
“Puede que ahora con menos colones (los convierta y) mande más dólares a Nicaragua, pero (a pesar de tener) más colones compro menos cosas acá”, compara Salmerón. Esta misma situación afecta a Itzel García, quien recibe remesas desde Estados Unidos. "Soy madre soltera y mi mamá me ayuda con el alquiler de la casa. Antes, mensualmente me enviaba 200 dólares, con lo cual pagaba el alquiler de mi habitación que cuesta 120 000 colones, pero desde finales del año pasado tengo que ajustar el pago porque no me alcanza ni para pagar casa ni para comprar mis alimentos", relata.
¿Por qué el dinero no alcanza si la inflación se redujo?, es una de las interrogantes. Según otro artículo de La Nación, el dinero no alcanza porque, en un contexto en el que la baja de la inflación debería reducir el costo de vida, esto no necesariamente se traduce en un alivio para los consumidores porque los precios de los productos se mantienen altos. Es por esto que las personas informan que sus ingresos no alcanzan. "Lo problemático es que muchos de los bienes y servicios que consumen los primeros quintiles, es decir, las familias con menores ingresos, siguen teniendo precios más altos que los que tenían en marzo de 2022", recalca la nota.
Esta información también es confirmada por Diana Herrera, una nicaragüense trabajadora independiente en Costa Rica, quien da mentorías en línea de español e inglés a extranjeros y recibe pagos dolarizados, ha tenido que reemplazar los productos que solía comprar por otros de menor calidad para que el salario le permita adquirir su canasta básica.
La otra cara de la moneda: más remesas para Nicaragua
A las personas que ganan en colones y envían remesas en dólares a Nicaragua, la caída del dólar les ha beneficiado. "A pesar de que restrinjo mis compras básicas aquí en Costa Rica, me permite enviar más dinero allá a Nicaragua”, explica Salmerón. El año pasado tenía que gastar 70 000 colones para comprar los 100 dólares, ahora con esa misma cantidad logra comprar 130 dólares.
Según el Banco Central de Nicaragua (BCN), el flujo de remesas procedentes de Costa Rica ascendió a 185.3 millones de dólares entre enero y julio de 2023, lo que representa un incremento de 31.5 millones (20.5%) con respecto al mismo período de 2022, que fue de 153.8 millones de dólares.
¿Cómo lidiar con la depreciación del dólar y la carestía de la vida?
Alejandro Campos, economista costarricense, y el economista nicaragüense Marco Peña aconsejan a los nicaragüenses que perciben ingresos en dólares que tomen medidas para gestionar su situación financiera de manera efectiva y así lidien mejor con la depreciación de la moneda y la carestía de la vida. Para ello brindan las siguientes recomendaciones:
- Realizar un presupuesto detallado: Es útil mantener un registro de ingresos y gastos para comprender mejor en qué se gasta el dinero y encontrar áreas donde se pueda reducir el gasto. “A mí me ha ayudado a decidir qué gastos, aunque sean necesarios, puedo reprimir este mes”, comenta Salmerón.
- Compras inteligentes: Comparar precios y buscar ofertas puede ayudar a reducir el costo de vida. “También es importante evaluar la calidad de los productos antes de comprarlos”, aconseja Campos. Existe en Costa Rica un sitio desarrollado por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio donde el usuario puede comparar precios de productos de la canasta básica en los comercios de la zona en la cual vive. Se trata de mimejorcompracr.go.cr
- Enviar remesas de forma inteligente: Aprovechar la caída del dólar para enviar más dinero a Nicaragua puede ser una estrategia, coinciden ambos economistas. “Sin embargo, es fundamental asegurarse de que los beneficiarios en Nicaragua estén informados y puedan manejar adecuadamente estos recursos”, agrega Peña.
- Apoyo comunitario: Compartir experiencias y consejos con otros migrantes en situaciones similares puede ser útil. “Formar una red de apoyo nos garantiza información valiosa que desconocíamos. Yo con mis amistades converso sobre qué supermercado tiene productos similares y con bajo precio, o en qué feria hay más promociones”, describe Herrera.
Es importante recordar que la situación económica es cambiante. “El dólar en cualquier momento puede volver a apreciarse. Es bueno adaptarse a los cambios, hacernos de hábitos financieros, en especial si vivimos en un país donde su moneda tiene mayor valor que la nuestra (el córdoba en Nicaragua)”, enfatiza Peña. “La educación financiera y la planificación son herramientas esenciales para enfrentar los desafíos económicos y mejorar la calidad de vida en el extranjero”, concluye.
