29 de mayo 2020
El Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), ordenó dejar de entregar órdenes físicas de subsidio, y limitarse a tramitar la información por vía electrónica, a la vez que prohíbe que en la documentación oficial se especifique cuando un paciente sea sospechoso de padecer y requerir subsidio por covid-19.
El documento, fechado 26 de mayo, explicita que “en la orden de reposo o subsidio, el diagnóstico puede ser faringitis, otitis, laringitis, bronquitis, neumonía, o cualquier proceso respiratorio. No deben incluir ‘sospechoso de covid-19’, sin embargo, si es sospechoso, esta información puede quedar plasmada en el expediente…. El subsidio por cuarentena no existe”.
Desde el inicio de la crisis, el Ministerio de Salud –y de forma sistemática, todas las dependencias del Gobierno- se han concentrado en ocultar la información acerca de la afectación de la pandemia en Nicaragua, negando no solo que haya transmisión comunitaria, sino también que los 404 muertos que reporta el Observatorio Ciudadano, sean atribuibles a esa enfermedad.
Al indicar que no se entregue al afectado, constancia en papel de que se ha aprobado un subsidio laboral, se señala de forma específica que “el INSS se encargará de informar a la patronal, que el recurso [el empleado enfermo] está de reposo o subsidio”.
Causas económicas tras negativa de subsidio por covid-19
Además de ocultar información acerca de cómo crece la enfermedad, Róger Murillo, actuario especializado en temas de Seguridad Social, está seguro que la decisión del INSS también tiene una motivación económica, habida cuenta de la situación de quiebra técnica en que se encuentra la entidad.
“Cuando les indican que pongan cualquier otra cosa, es para no mostrar las estadísticas verdaderas de covid-19, y hacer creer a la comunidad internacional que aquí casi no hay afectación por la enfermedad”, aseguró Murillo.
El experto recuerda que hasta hace unos dos a tres años, los subsidios los entregaban las Empresas Médicas Previsionales (EMP), pero ellas lo pagaban con el per cápita que cobraban al INSS por cada paciente afiliado, porque “el per cápita les permitía hacer eso”.
“De pronto, el INSS dijo que ellos pagarían los subsidios, lo que nos pareció descabellado a todos los que entendemos de esto, porque eso significaba que el Instituto tenía que asumir un costo muy grande para pagar los subsidios”, explicó.
Ahorrando dinero
Cuando las EMP pagaban los subsidios -técnicamente de su bolsa- lo habitual era que se otorgaran cinco días de descanso (tres a cuenta de vacaciones, y dos de subsidio), lo que servía como una especie de balance para que se otorgaran estas órdenes médicas cuando el paciente lo requería, a la vez que se minimizaba el incentivo para limitarlo.
“Con el covid-19, el INSS está tratando de no asumir ese costo, cuando envía esa correspondencia a las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPSS, que es la definición que sustituyó a la antigua EMP), donde les dice que ‘en la orden de reposo, sospechoso de covid-19 no será aceptado por el INSS’, buscando así pagar el mínimo”, dijo Murillo.
El actuario también señala que “con esta circular, están demostrando lo que muchas veces dije que podían hacer: que todo fuera automatizado. Antes, el trabajador tenía que llevar la orden de subsidio a una oficina del INSS, donde se veía obligado a efectuar de manera presencial, una serie de trámites engorrosos, mismos que ahora se realizarán de manera virtual”, comparó.