PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

Logo de Confidencial Digital

PUBLICIDAD 4D

PUBLICIDAD 5D

Venta pobre: Hacienda coloca menos del 10% de sus bonos

Inversionistas se muestran indiferentes ante la oferta de bonos del Ministerio de Hacienda. Dictadura no ha vendido ni siquiera un 10% de su meta anual

Ministerio Hacienda Nicaragua

Fotografía de la fachada de la sede del Ministerio de Hacienda y Crédito Público de Nicaragua. Tomada de redes sociales

Iván Olivares

20 de mayo 2025

AA
Share

El régimen no ha encontrado compradores ni para un 10% de los 100 millones de dólares que prevé colocar este 2025, en bonos del Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP). La razón que explica tan pobre desempeño es doble: por una parte, los inversionistas buscan opciones que les ofrezcan rentabilidades mayores. Por otra, prefieren no darle su dinero al Gobierno de Nicaragua.

El Presupuesto General de la República para 2025 señala que una de sus fuentes de financiamiento será “la colocación de Bonos de la República en el mercado interno de deuda pública”, por un monto de 3662.4 millones de córdobas, equivalentes a 100 millones de dólares.

Cuando ha transcurrido más de un tercio del año, tan solo han podido colocar 9.85 millones de dólares en bonos. Ni siquiera el diez por ciento.

Vender deuda en el mercado interno es algo que se hace todos los años. Lo único que varía es el monto, en dependencia de cuán seguras y amplias sean las otras fuentes de financiamiento. Básicamente, esos 100 millones de dólares se piden prestados para pagar los que se pidieron prestados el año pasado, lo que permite administrar mejor el presupuesto de cada año.

El problema para quienes manejan el Tesoro de la República, es que el público no está mostrando el apetito que se espera para adquirir estos bonos, pese la combinación de tres factores que deberían hacer que se estuvieran vendiendo mucho. El primero es su tasa de interés del 7% anual. El segundo es que, hasta ahora, el Gobierno no ha dejado de pagarlos nunca. El tercero es que hay dinero para comprar.

“Lo cierto es que el sistema financiero, la banca, está hiperlíquida. Completamente líquida. Hay mucha plata, pero en vez de colocarla al 7% comprando títulos de Hacienda, mejor la colocan con un agente económico a tasas más altas, buscando mayor rentabilidad. También porque saben que ante cualquier eventualidad, su dinero no estará en manos del Gobierno”, dijo a CONFIDENCIAL un profesional del ámbito financiero que pidió mantener su identidad en reserva.

La explicación de la “mayor rentabilidad” oculta un detalle, y es que en Nicaragua hay mucho dinero disponible para prestar, pero no tantos emprendedores solventes que estén buscando ese dinero. De ahí que la explicación de por qué no lo colocan con Hacienda ganando 7% anual, tenga más que ver con un factor insoslayable: la confianza.

La fuente no cree que esta escasa colocación le quite el sueño a los administradores de la cosa pública, porque siempre tienen otra opción: sangrar más a los contribuyentes.

“Si no consiguen el dinero colocando bonos, resuelven su problema de financiamiento a través de una sobrerrecaudación fiscal. Por eso vemos que los agentes económicos viven pegando el grito al cielo, porque cada vez hay más y más impuestos, y más exigencias de pagar por esto y pagar por lo otro”, detalló.

Cinco requisitos para confiar en los bonos estatales

Dice un dicho que “no hay nada más nervioso que un millón de dólares”, y la historia económica demuestra la veracidad de ese axioma. Es por eso que, en el caso de Nicaragua, los inversionistas sofisticados se toman muy al pie de la letra los cinco factores que deben evaluar para medir el riesgo de adquirir deuda soberana.

El primero de esos factores es la solvencia del Gobierno y la estabilidad fiscal del Estado que ofrece esos bonos. “El que invierte necesita tener seguridad de que le van a pagar su capital más los intereses. Esto requiere que el Gobierno de turno garantice la sostenibilidad de las finanzas públicas, lo que incluye mantener un bajo nivel de deuda pública”, dijo el profesional citado antes.

Lo segundo es transparencia y gobernabilidad, “y ahí están aplazados”, señaló. Si bien la macroeconomía parece darle buenas calificaciones al Gobierno, no puede decirse lo mismo de la gestión pública, sostuvo.

El tercero es la certeza jurídica; que en el país haya un Estado de derecho que ofrezca seguridad a los inversionistas. “Certeza jurídica, obviamente hay muy poca, siendo que ni siquiera hay un Poder Judicial que sea realmente independiente”, apostilló.

El cuarto factor es la liquidez y profundidad del mercado interno. Un mercado financiero profundo y líquido facilita el intercambio, de modo que no sea complicado comprar o vender, y que exista un mercado secundario activo que facilite todas esas operaciones. “La inversión se hace realmente atractiva, cuando el mercado es líquido y profundo”, explicó.

El quinto elemento es el riesgo país. Esto se determina a partir de varios factores. Desde cómo se ve Nicaragua en el concierto de las naciones, hasta el tema de las sanciones, el posicionamiento del país ante los conflictos políticos globales, sus relaciones diplomáticas. “Todo esto se traduce en la percepción de riesgo país y, por lo tanto, afecta el manejo de la deuda”, ilustró.

Al ahondar en el tema de las sanciones internacionales, explica que no se trata solamente del riesgo reputacional que implica aparecer en la foto con alguien señalado internacionalmente. Tampoco, el hacer negocios con una persona o entidad que aparece en las listas del Departamento del Tesoro de Estados Unidos o sus equivalentes europeos.

Que el país sea sujeto de tantas sanciones dificulta el rápido acceso a la liquidez, en los casos en que urge contar con ella. Un Estado sano tiene muchas más opciones disponibles para buscar recursos externos y adquirir financiamiento provisto por cualquier organismo multilateral para cubrir un déficit, por ejemplo. “Y este Gobierno no tiene esa opción en este momento”, concluyó.

PUBLICIDAD 3M


Tu aporte es anónimo y seguro.

Apóyanos para que podamos seguir haciendo periodismo independiente en el exilio. Tu contribución económica garantiza que todas las personas tengan acceso gratuito a nuestras publicaciones.



Iván Olivares

Iván Olivares

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.

PUBLICIDAD 3D