24 de marzo 2017
Un grupo de quince organizaciones de pequeños productores emitieron un pronunciamiento rechazando la pretensión que atribuyen a la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (UPANIC), de introducir al país semillas y cultivos transgénicos para fines comerciales o experimentales.
Álvaro Fiallos, presidente de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG), aseguró que la introducción de este tipo de semillas, no va a provocar un cambio en la productividad del país.
“Son variedades que requieren de muchas condiciones de producción que el pequeño productor no está en capacidad de proporcionar. Además no está comprobado de que produzcan más que las otras semillas”, afirmó el presidente de UNAG.
Fiallos argumentó que la respuesta para una mejor productividad en Nicaragua no empezará con la introducción de esta semilla, sino con el buen manejo que puedan tener los suelos, y su recuperación respecto a la pérdida de materia orgánica.
Además de UNAG, suscriben el pronunciamiento cinco federaciones de cooperativas (FECODESA, FENIAGRO, FECAMPO, y DELCAMPO, y FEMUPROCAM), así como movimientos de productores y Productores Agroecológicos y Orgánicos de Nicaragua , la empresa de microfinanzas FNDESER y la Alianza Semillas de Identidad, Grupo de Promoción de la Agricultura Ecológica (GPEA), entre otros.
Los críticos de los transgénicos, aseguran que la introducción de estos cultivos perjudicaría la producción y economía campesina de granos básicos, aumentando la dependencia alimentaria y la pobreza rural.
“Las semillas transgénicas son propiedad patentada de las transnacionales, con paquetes tecnológicos inalcanzables económicamente y totalmente contaminantes, por lo que los productores que las usen, no serán dueños de sus propias semillas, perdiendo soberanía”, reza el pronunciamiento.
Luis Orlando Valverde, enlace de MAONIC, opinó que otro de los temores de los pequeños productores es que con el ingreso de cultivos transgénicos, exista mayor contaminación de suelos y del agua, además de un aumento en las plagas para sus parcelas.
Javier Pasquier, Presidente de FECODESA, afirmó que todas las organizaciones decidieron firmar el comunicado porque existe una amenaza seria para la producción de alimentos de 200 mil familias campesinas, que finalizaría en el aumento de los precios de los alimentos.
“Vamos a perder nuestras soberanías de decir sobre nuestros alimentos, nuestra seguridad alimentaria. Van a ser las empresas extranjeras quienes van a determinar los precios de los productos que vamos a consumir. La introducción de estas semillas transgénicas va a significar costos y mayor desempleo para el país”, justificó Pasquier.
La posición de UPANIC
A inicios de mes Michael Healy, presidente de UPANIC, dijo a La Prensa que los grandes productores se estaban preparando para iniciar el proceso de validación en el campo, el cual permitiría determinar qué variedades de semillas transgénicas podrían usarse en el país.
“Aquí la ley está aprobada desde hace varios años y lo que falta es el reglamento que es en lo que estamos trabajando. Se harán parcelas demostrativas para determinar cuál es la que mejor se adapta”, mencionó el presidente de UPANICa ese medio de comunicación.
La normativa a la que se refiere Healy es la ley 705, Ley Sobre Prevención de Riesgos Provenientes de Organismos Vivos Modificados por Medio de Biotecnología Molecular. La misma fue aprobada por la Asamblea Nacional y publicada en La Gaceta, diario oficial, el 13 de abril de 2010.
La ley regula la investigación, liberación al ambiente, comercialización, reproducción, transporte, tránsito, importación, exportación o uso directo como alimento humano o animal de organismos vivos modificados para uso agropecuario, o sea el uso de biotecnologías.
El presidente de UNAG desconoce si UPANIC tiene un aval de parte del gobierno para comenzar con estas validaciones, y mostró su preocupación por los supuestos experimentos que ya están realizando algunos empresarios con semillas transgénicas en el país.
“Los que hacen experimentos con estas semillas están violando la ley. Me gustaría conocer ese aval que dicen que tienen, porque yo he estado en conversaciones con el gobierno y no me han dicho nada. No conozco ningún documento que diga que los transgénicos están aprobados y si es así, primero se debieron cambiar las leyes en la Asamblea Nacional”, indicó Fiallos.
Felipe Argüello, director ejecutivo de UPANIC, aseguró que no existe un proceso de validación de semillas transgénicas y mucho menos la importación del producto hacia Nicaragua.
“Hasta el día de hoy no conozco a alguien que esté validando o importando estas semillas. Eso es falso. No están acusando de algo que no hemos hecho”, respondió Argüello.
Por su parte, el presidente de UPANIC, Michael Healy, aclaró que su organización no tiene ningún aval del gobierno, y que tampoco están importando semillas porque es ilegal y que solo están en conversaciones con el ejecutivo sobre el tema.
“No estamos validando nada, es ilegal y no podemos violar ley”, dijo el presidente de UPANIC.
Healy reconoció que han viajado a otros países que ya siembran con semillas transgénicas y destacó que están retomando algunos ejemplos para que su posición frente al gobierno tenga mayores argumentos y que se tome una decisión al respecto. Los cultivos con los que quieren explorar son el maíz amarillo y la soya.
“Lo que hemos dicho es que Nicaragua está importando seis millones y medio de quintales para alimentar a los pollos y que podría ser una alternativa (importar y trabajar con semillas transgénicas), para ciertos rubros que están siendo afectado por el cambio climático”, comentó.
El presidente de UPANIC afirmó que cada productor es libre de sembrar con la semilla de su preferencia y que si los pequeños sectores productivos no están interesados en este proyecto, bien pueden seguir sembrando las variedades que tengan en sus fincas.
“En su momento cuando terminemos el diálogo con el gobierno estaremos dando declaraciones. Pero repito, no tenemos ningún aval del gobierno, por lo tanto no podemos importar, tal vez La Prensa copió mal lo que yo dije pero la realidad es esta, estamos dialogando y analizando para darle alternativa y respuesta a rubros que pueden desaparecer en el Pacífico debido a la desgravación del CAFTA y el cambio climático”, finalizó Healy.