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Nueva Ley de Bancos beneficia a Credicoop, la “caja chica” para lavar fondos de Bancorp y Caruna

Los capitales de la familia Ortega Murillo podrán lavarse comprando deuda comercial de bancos y empresas y títulos emitidos por el Estado

Credicoop

Credicoop La sucursal principal de Credicoop, en el edificio Delta, frente al Colegio Teresiano, en Managua. // Foto: Tomada de redes sociales

Iván Olivares

4 de marzo 2025

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La ola de cambios a las leyes del ámbito económico emprendidas por la dictadura en los últimos tres meses, beneficia de forma directa los negocios privados de la familia Ortega-Murillo, según tres fuentes del sector financiero que hablaron con CONFIDENCIAL bajo condición de anonimato. La nueva ley general de bancos permitirá a la familia gobernante nuevas opciones para invertir los capitales acumulados cuando privatizaron ilegalmente la cooperación estatal venezolana a través de Albanisa y Caruna.

Entre finales de noviembre de 2024 y febrero de 2025, el régimen ordenó a sus diputados en la Asamblea Nacional que reformaran ocho leyes con las que modificaron la administración financiera del país. Eso creó una supraentidad integrada por el Banco Central de Nicaragua (BCN), y la Superintendencia de Bancos (Siboif), que pusieron al control del ahora denominado superministro de Economía, Ovidio Reyes.

Una de las leyes reformadas centró la atención de las tres fuentes consultadas: la nueva Ley General de Bancos, ampliada para comenzar a regular a las cooperativas de ahorro y crédito que posean capitales superiores a los cien millones de córdobas, o sea, poco más de 2.7 millones de dólares.

“Si estuviéramos en un país normal, los cambios que introduce la nueva Ley General de Bancos podrían verse incluso como un avance para las cooperativas. Lo cierto es que lo que pretenden es lograr que Credicoop tenga mayor acceso al sistema financiero, en especial a los mercados de capitales, para poner a trabajar su dinero y obtener nuevas ganancias”, dijo un experto en derecho bancario.


Un profesional que conoce el funcionamiento del sistema financiero nicaragüense, opina que la razón para incluir las cooperativas es porque, “al estar reguladas, ellos pueden usarlas para poner ahí su dinero”. Aclara que, aunque se refiere en primer lugar al Estado y al Gobierno, no descarta que también la familia Ortega-Murillo use activamente la posibilidad de inversión que se están otorgando.

Finalmente, un ejecutivo del sector también vislumbra una intención de permitir que Credicoop pueda empezar a jugar en las grandes ligas. O sea, que pueda comprar bonos o letras, y hasta prestar dinero a bancos y empresas de microfinanzas, etc. Y sin descartar nada de eso, también esgrime otra tesis.

¿Por qué ahora?

A este ejecutivo le parece “novedoso” que al crear la Administración del Sistema Monetario Financiero que agrupó a la Superintendencia y al Banco Central, hayan incorporado a las cooperativas bajo el esquema regulatorio de la Superintendencia. En especial, siendo que esa “había sido una recomendación del Fondo Monetario Internacional (FMI), desde hacía muchísimos años”. Recomendación que el régimen nunca quiso atender.

Más allá de por qué ahora sí cumplen con la tarea que le encomendó el Fondo, esta fuente ve muy factible que la razón sea dotarse de nuevas opciones para dar salida al dinero que el matrimonio Ortega-Murillo tiene acumulado fuera del sistema financiero. Las sanciones estadounidenses contra sus empresas, incluyendo al Bancorp, el banco que eligieron para que les manejara un fideicomiso por 2500 millones de dólares (más de 91 500 millones de córdobas), trabó buena parte de la maquinaria de producir dinero que había construido la familia.

“Pusieron un techo de capital para ser regulado plenamente porque, de esa forma, solo entrarían dos o tres cooperativas financieras. El resto de cooperativas con menos de 100 millones en capital, solo entrarían a un registro bajo la Superintendencia”, complementó.

El experto en derecho bancario asegura que el régimen tiene interés desde hace muchos años en ser parte del sistema bancario del país. “Quieren jugar como un banco, y por eso incorporaron a las cooperativas. No porque las quieran formalizar para que avancen, sino para meter sus capitales al sistema, porque les falló la estrategia con el Bancorp”.

Explica que, si antes de las más recientes reformas, Credicoop solo podía hacer planes para colocar su dinero en préstamos para comprar vehículos, financiar consumo, y prestar dinero a municipios y entidades del Estado con cargo al Tesoro de la República, eso es claramente insuficiente para mover los inmensos capitales que posee la familia gobernante. “Ellos necesitan un mercado más amplio”, asegura.

Usar al sistema financiero, para lavar dinero

La Ley 1237, que reformó a la Ley 561, o Ley General de Bancos, fue aprobada el 13 de febrero, y publicada en La Gaceta número 37 del martes 26 de febrero de 2025. Entre los tantos cambios incluidos, el experto en derecho financiero destaca el hecho que las cooperativas de ahorro y crédito puedan tener acceso al mercado de valores.

Al hacerlo, les permite que puedan jugar en un ambiente donde se mueven más capitales. También les dan apertura para que trabajen con un mayor número de agentes económicos, porque las cooperativas sólo pueden ejercer su actividad con sus cooperados, detalla.

“Las cooperativas que van a ser supervisadas por la Superintendencia se abren al mercado, o sea que pueden trabajar con terceros. Se podría considerar que eso es hasta sano, pero no es esa la lógica de este Gobierno, que solo pretende poder colocar su dinero en el mercado de valores, sin tener que cumplir la obligación de estar asociando gente a una cooperativa”, añadió.

Explica que al poder excluir a los cooperados, y al abrir las cooperativas al escrutinio de la Superintendencia de Bancos, estas también pueden recibir autorización para participar en el mercado de valores. “Y con el montón de plata que tienen, Credicoop podría comprar títulos valores, o incluso prestar dinero a entidades bancarias”. O comprar deuda privada. O deuda pública.

“Con estos cambios, una entidad como Credicoop puede comprar deuda emitida por empresas privadas -y hasta por el mismo Banco Central- y obtener un rendimiento en algunos casos superior al 6%, 8%, y 10%, lo que le da acceso a un mercado grandísimo. La recién aprobada Ley de Estabilidad Financiera, dice que las entidades reguladas pueden brindarse liquidez entre ellas. Esto significa que si el Banco Central no puede hacerlo, ellas pueden otorgar préstamos, y eso también les abre un mercado inmenso de oportunidades”, advirtió.

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Iván Olivares

Iván Olivares

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.

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