Logo de Confidencial Digital

PUBLICIDAD 1M

PUBLICIDAD 4D

PUBLICIDAD 5D

BCIE impone más limitaciones a Dante Mossi, de cara a su salida

Banquero hondureño intentó reunirse en bilateral con los representantes de los países que no apoyaban su permanencia en el BCIE, pero ninguno aceptó

Dante Mossi

Dante Mossi, presidente ejecutivo del BCIE, habla durante el acto de apertura de la Asamblea de Gobernadores del Banco, en Punta Cana, República Dominicana. Foto: EFE / Orlando Barría

Iván Olivares

20 de mayo 2023

AA
Share

Al golpe que sufrió Dante Mossi en República Dominicana, cuando la LXIII Reunión de Gobernadores le dijo no a sus pretensiones de quedarse cinco años más al frente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), le siguió otro, más silencioso, pero igualmente frustrante, cuando el Directorio  volvió a imponerle límites a sus potestades como presidente ejecutivo de la entidad.

Luego de cuatro años y medio en los que su administración fue señalada como “una época de despilfarros”, y su estilo de liderazgo, como propenso a premiar y castigar vía prebendas a quienes considera allegados -o no tanto- Mossi se presentó en Dominicana con varias metas ambiciosas, destacando entre ellas su reelección, así como ampliar el capital del Banco, desde los USD 7000 millones actuales, hasta los USD 10 000 millones anhelados. No obtuvo ni una, ni otra.


Varias fuentes del entorno de los protagonistas de la cita dominicana, narraron a CONFIDENCIAL cómo el viernes 12 de mayo, después de los actos protocolarios de apertura de la cita bianual, solo habían tres países decididos a seguir con Mossi: El Salvador, Honduras y Nicaragua. Los mismos que habían impulsado su candidatura en 2018.

Aunque no era el preferido de los gobernadores del Banco, el hondureño Mossi fue electo presidente de la entidad en noviembre de 2018, como parte de un acuerdo de consenso para no elegir al candidato de Daniel Ortega, a pesar que en la década previa, ya había habido otro hondureño en la presidencia, además de que ni sus estudios, o su experiencia, lo hacían el mejor candidato para el puesto.

En paralelo, otro grupo de socios (entre estos Guatemala, Belice, Costa Rica, Panamá y Dominicana), sentía que era momento de pasar la página, y buscar un nuevo administrador. “Hasta sus aliados incondicionales le dieron la espalda”, detalló el exrepresentante de un país socio del Banco, quien pidió anonimato.

Las versiones recabadas por CONFIDENCIAL indican que, cuando Mossi se percató que no tenía los votos necesarios para quedarse cinco años más, intentó reunirse en bilateral con los representantes de los países que le estaban negando su respaldo, pero “ninguno aceptó”.

“Nicaragua, Honduras y El Salvador lo apoyaban en principio, y cuando se dieron cuenta que había un porcentaje en contra que bloqueaba la reelección, los cinco centroamericanos se reunieron solos -lo que es muy usual- y decidieron proponer la no reelección. Cuando llegó la propuesta de los cinco fundadores, que era el núcleo duro de Mossi, todos la apoyaron, complacidos de que hubiera sido por unanimidad”, añadió la fuente.

Poco tiempo después, los gobernadores también decidirían (al igual que en México, hace casi ocho meses), que todavía no era tiempo para aumentar sus aportes, y llevar la capitalización del Banco hasta los diez millardos, meta que sí les interesa (porque de esa forma, habrá más dinero para pedir prestado), pero decidieron esperar.

"El pato cojo" en el BCIE

A principios de marzo, Mossi amenazó con renunciar a la presidencia ejecutiva del Banco, después que el Directorio le impusiera limitaciones al tipo de publicaciones que puede hacer, y ordenara auditar al área de Comunicaciones, subordinada a él. Aunque no renunció (en vez de ello, buscó cinco años más), su amenaza no hizo gracia alguna al Directorio, que lo tomó como una rabieta impropia para el profesionalismo que se requiere a ese nivel.

El lunes 15 de mayo, Mossi hizo dos cosas que no gustaron al Directorio: tuvo una reunión con el personal, que generó muchas zozobras a lo interno del Banco, y volvió a ofrecer declaraciones públicas, obviando las limitaciones dictadas por sus directores.

En la reunión con el personal del Banco (algo más de 200 personas, según las fuentes consultadas), Mossi aprovechó para presentar su versión de lo ocurrido en el balneario dominicano de Punta Cana, señalando de forma indirecta a “cierta gente que él supone que estuvo detrás de su caída”, por lo que hubo muchos que salieron con temor a sufrir represalias. “Llegó con ánimo de hacer pataletas, lo que es típico de él”, dijo una fuente.

Después de esa reunión, y de la conferencia de prensa del mismo lunes, en la que dijo que aún tiene tareas “muy importantes” que hacer en el Banco, y que él sigue al frente de la entidad “para bien o mal de algunos”, el miércoles 17 de mayo, hubo otra reunión del Directorio, en la que acordaron recortarle funciones.

“Ellos le recordaron los límites que ya le habían puesto” a sus facultades de comunicación pública, y “le reiteraron que no puede hablar con nadie, sobre nada, sin la autorización del comité. Tampoco podrá contratar, despedir, o trasladar personal; aumentar salarios, o modificar el organigrama de la administración del Banco. A mi parecer, y muchos con los que he hablado también lo piensan, él debería renunciar, por dignidad. De todos modos, si se queda, con esas condiciones, será un pato cojo”, dijo una de las fuentes.

CONFIDENCIAL supo que el Directorio tomó su decisión “por unanimidad de presentes”, con la ausencia de la representante hondureña, que se excusó por razones de enfermedad, mientras que el representante de la dictadura nicaragüense, que sí estuvo en la reunión, se excusó para pedir instrucciones a la pareja presidencial, y ya no volvió a conectarse.

“Que el primer Directorio [después de la reunión en Dominicana] se reúna para limitarlo, muestra un signo muy fuerte de que no hay confianza. Cualquier persona con un poco de dignidad habría renunciado, tanto por la forma en que decidieron no reelegirlo, como después de ese frenazo. Hasta donde tengo entendido, vienen más medidas para recortarle funciones”, aseveró una de las fuentes consultadas.


Archivado como:

PUBLICIDAD 3M


Tu aporte nos permite informar desde el exilio.

La dictadura nos obligó a salir de Nicaragua y pretende censurarnos. Tu aporte económico garantiza nuestra cobertura en un sitio web abierto y gratuito, sin muros de pago.



Iván Olivares

Iván Olivares

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.

PUBLICIDAD 3D