14 de noviembre 2016
El presidente de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham), Roberto Sanson calificó el proceso electoral que culminó con los comicios del seis de noviembre como “atípico”, y que no debería volver a ocurrir por el bien de la imagen del país y por la seguridad para hacer negocios.
“Lo que vimos fue la culminación de un proceso electoral de seis meses de duración, que fue atípico, por la falta de interés en todo el proceso, y por la serie de complicaciones y dificultades que tuvo desde su inicio”, explica Sansón, Entre esas “complicaciones y dificultades”, señala “el cambio de la personalidad jurídica del PLI, la expulsión de los diputados, los reclamos de que no había por quien votar, y en adición a eso, vimos muy poco interés de los partidos participantes por expresar sus planes, sus candidatos, ¡lo que fuera!”, detalló.
Sansón recuerda que durante la última conferencia de AmCham se lanzó el reto amistoso a los 280 empresarios presentes, para que dijeran los nombres de los seis candidatos, y nadie sabía. “Mal que bien, eso se reflejó exactamente igual el domingo seis de noviembre, cuando la gente mostró que no tenía ningún interés por salir a votar”, aseguró.
Explica que no se atreve a atribuir la abstención “a ninguna causa particular de decir si fue en rechazo al gobierno, en rechazo al presidente, o si fue porque consideraban que fue un proceso viciado. No me atrevo a ir tan largo, porque no tengo el detalle y nunca lo vamos a tener para poder decir la base para hacer esa aseveración”.
Lo que sí le queda claro es que “la participación fue escasísima, ¿con qué porcentaje? No sabemos. Solo el CSE podrá saber los detalles. Aún me cuesta mucho creer que el 64% de la población haya salido a votar, cuando no vi ni la mitad de la gente. ¿Tengo números? No, no tengo números. Es no nos corresponde. Somos una cámara de comercio, y solo damos nuestras impresiones, nuestras opiniones. No somos una entidad política”.
Victoria fuerte, mandato débil
La victoria del Ortega con el 72% de los pocos votos que se depositaron en las urnas, más que una gran victoria, redunda en un mandato frágil, si se atiende a los términos de legitimidad.
Sansón opina que esa escasa participación “definitivamente que lo hace entrar debilitado porque hay muy poco interés. Que el presidente Ortega ganó con los votos de la gente que salió a votar, a mí no me cabe duda. ¿Que sacó el 70% de los votos válidos de los que fueron a votar? Probablemente sí. ¿Cuántos fueron los que salieron a votar? No lo sabemos, porque desafortunadamente, se ha preferido decir unas cifras que son astronómicas.”, señaló.
“Vemos que el padrón electoral solo creció 0.6%. O sea, ¿en cinco años, no tuvimos gente que cumplió 16 años? No hace sentido, y en un proceso que ha sido cuestionado, con un Consejo Supremo Electoral cuestionado, lo ideal sería que todo cuadrara, y que todos lo pudiéramos ver bien, y no lo vemos”, lamentó.
Demandar más institucionalidad
El sector empresarial organizado tendrá que seguir negociando con Ortega para impulsar una agenda económica con el gobierno, que incluye, entre otros, la revisión del pliego tarifario de energía, la modificación del sistema de exoneraciones fiscales en la Ley de Concertación Tributaria, y las reformas para salvar al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social.
“Estamos entrando en un proceso que será un poco diferente al que hemos venido viendo. Creo que el sector privado se está dando cuenta que tiene que exigirle más al gobierno en una serie de campos”, explicó Sansón.
El presidente de AmCham opina que en 2017 la situación será mucho más difícil que la que ya hemos tenido, y aunque hay vaticinios positivos, hay que recordar que “se mantendrá el recorte de la ayuda venezolana; habrá cero cooperación internacional, y que se mantendrán bajos los precios de varios de nuestros productos de exportación”.
“Por donde lo veas, aunque sea muy optimista, hay una situación mucho más difícil, lo que obliga a buscar una Nicaragua más unida, en la que tenemos que trabajar más para sacarla adelante. Eso obligará a poner sobre la mesa temas que antes no estaban, como la manera de que los inversionistas confíen más en el país. Que haya más institucionalidad, en el sentido de que funcione el derecho y el imperio de la Ley”, aseveró.
Sansón cree que no se puede seguir teniendo un poder judicial totalmente politizado, sino que debemos ser un país donde se respete la Ley, y que las decisiones judiciales no se decidan por una llamada telefónica. “Los inversionistas extranjeros te preguntan por todos esos temas, porque si algo seguimos teniendo, (y todo lo que ha pasado nos afecta más), es daño a nuestra imagen internacional como país”, añadió.