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Alza en precios internacionales del cacao beneficiará poco a Nicaragua

Exportadores dicen que la ganancia será pequeña, considerando que las variaciones de clima disminuyeron la cosecha en 50%

Iván Olivares

16 de marzo 2024

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El alza desmesurada en los precios internacionales del cacao no necesariamente será beneficiosa para los productores de Nicaragua, afirman fuentes del sector. 

Durante los últimos cinco o seis años, el cacao cotizó entre USD 2300 y USD 2900 la tonelada, hasta que en el primer semestre de 2023 rompió la barrera de los USD 3000, e inició una espiral alcista que lo llevó a superar este año los USD 6000 por tonelada, marcando más de USD 7000 en los mercados de futuro del grano.


La razón es la disminución en la cosecha de dos naciones africanas -Costa de Marfil y Ghana, responsables de dos tercios de la producción mundial del grano- por una serie de razones sanitarias, económicas y climáticas, y si bien un alza tan desmesurada en los precios hace pensar en que los agricultores nicas podrían obtener mejores precios, tres fuentes consultadas por CONFIDENCIAL, prácticamente descartan que eso vaya a ser así.

“Si lo viéramos de manera romántica, deberíamos pensar que el incremento de precios beneficiará un montón a los productores, pero el primer beneficiado por ese precio es el bróker de cacao, el que vende afuera. Los productores recibirán un costo menor”, explicó María José Tejero, directora y fundadora de Semilla Escuela de Cacao y Chocolate.

Arnold Ponçon, presidente y cofundador de Cacao Oro de Nicaragua, también descarta que el productor vaya a obtener un mejor precio, al menos por la parte de la cosecha que ya fue vendida, porque en general casi nadie usa el sistema de fijación de precios, que les permitiría recibir parte de los beneficios. Por el contrario, observa que la disminución en los volúmenes producidos marcarán una baja en la captación de divisas.

Por su parte, el especialista en agroforestería con cacao, e investigador del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), Luis Orozco Aguilar, advierte que la llegada de nuevos intermediarios que ofrezcan precios más altos que los que pagan los comercializadores tradicionales, amenaza romper los vínculos entre productores y acopiadores, lo que habría de tener consecuencias a futuro.

11% menos cacao en el mundo

El más reciente reporte de la Organización Internacional del Cacao (ICCO, por sus siglas en inglés), indica que se espera una disminución global de 547 000 toneladas (10.9% de la producción mundial), con respecto a los volúmenes del período anterior, lo que llevaría a una baja de -4.8% de la molienda mundial, y de -21.1% en las existencias del producto al final de la temporada.

Ponçon explica que, así como se reportó a nivel mundial “una baja fuerte de la producción del año pasado”, en Nicaragua hubo una reducción de más del 50%, lo que explica “por el clima, principalmente: falta de lluvia, y altas temperaturas, porque el cacao es muy sensible a los factores climáticos”.

De ahí que, aunque el precio haya subido tanto, descarta que el sector cacaotero nicaragüense llegue a obtener grandes ganancias, siendo que solo se produjo la mitad de lo que se obtiene en un año normal. “Todo mundo dice ‘ahora los cacaoteros están ganando plata’, pero la verdad es que la pérdida de producción fue altísima”, valoró.

En su opinión, una consecuencia directa de la situación planteada es que incentivará a muchas personas a plantar cacao, anticipando que el precio se mantendrá alto, pero recordó que, si el que entre en este momento no tiene plantaciones, y comienza a sembrar hasta ahora, debe tener en cuenta que se requieren de cuatro a cinco años para sacar la primera cosecha.

De forma adicional recuerda que, dado que la mayor parte de los productores no tiene recursos para meter riego deben depender del clima, y que este año se espera que continúe el fenómeno de El Niño, anticipando que siga la falta de agua, así que “es muy posible que este año la producción también sea muy baja”, lo que restaría rentabilidad a los recién llegados.

El empresario plantea la necesidad de ser proactivo en la búsqueda de soluciones para mitigar el cambio climático, detallando la importancia de encontrar maneras de capturar agua, o buscar tecnologías y modelos de cultivo agroforestales que produzcan sombra para reducir la cantidad de radiación solar que reciben los suelos cacaoteros, para que sean capaces de mantener la humedad por más tiempo.

Ganancia inicial; riesgo de pérdida a largo plazo

Si la situación planteada beneficia a (algunos) productores, así como a los exportadores, el gran perdedor es el chocolatero, tanto artesanal como industrial. María José Tejero indica que quien recibe el mayor golpe es el chocolatero artesanal, en especial, el que ofrece un chocolate con un alto porcentaje de cacao; como el que opera con productos orgánicos.

Prueba de ello es que en los grandes mercados internacionales -como Europa y Estados Unidos- los chocolates artesanales que se vendían a un precio de tres a cinco dólares, fácilmente pasarán a costar entre seis y siete dólares, y los que costaban seis y siete dólares, pasarán a diez dólares, opina Tejero, augurando que ese comportamiento se mantendrá así el resto del año, “hasta que de alguna manera se regularice la producción, sobre todo en África, que es el gran productor de cacao del mundo”.

En opinión de esta experta, un aspecto positivo de esta situación es que, además del aumento en el precio del cacao, los compradores comenzarán a buscar cómo abastecerse de ese grano en los mercados pequeños, (lo que incluye a Nicaragua, por mucho que nuestro país sea el mayor productor de Centroamérica), buscando comprar cinco a diez toneladas mensuales.

“Es bien interesante lo que está pasando en el mercado. Ojalá y haya más gente volteando hacia estos lares, hacia Nicaragua y Centroamérica, porque bien nos haría poder vender el cacao a un precio mayor, y que eso trajera mayor beneficio a la cadena de valor”, lo que incluye unas 18 marcas de chocolate artesanal; cuatro o cinco grandes compañías productoras y exportadoras, que tienen sus propias áreas de cultivo, así como productores independientes y cooperativas.

Orozco, el investigador del CATIE, detalla que esta subida de precios conlleva el riesgo de fomentar el comercio informal entre los pequeños productores, anticipando un aumento en la visita de intermediarios y compradores temporales a los territorios cacaoteros del país, ofreciendo mayores precios en detrimento de los acuerdos que ya tienen los productores organizados con las cooperativas y las asociaciones.

Aunque esa decisión generaría ganancias inmediatas a los pequeños productores, Orozco remarca que ese tipo de relación, “que no es formal ni duradera”, puede provocar una ruptura entre estos pequeños productores con sus cooperativas, y que estas, al recibir menos grano, vean comprometida su relación comercial con los principales compradores europeos y estadounidenses de cacao.

Augura que “habrá muchos oferentes, muchos potenciales compradores que ofrecerán un buen precio, pero no necesariamente ofrecerán relaciones comerciales estables y duraderas como las que necesitan los pequeños productores para cuando pase este tiempo de bonanza de precios del cacao”, sugiriendo “renegociar algunos términos, algunos precios con estos compradores formales y de larga data, para poder sostener estos costos de producción”.

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Iván Olivares

Iván Olivares

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.

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