Con su marimba bajo el brazo y luciendo una guayabera bordada por manos nicaragüenses se presenta Iván Gabriel Salazar en cada rincón de Miami, Florida. Desde velorios hasta fiestas de 15 años, ameniza donde haya connacionales celebrando. Con sus presentaciones, el fundador de “Marimba Nica” busca mantener viva la herencia musical nicaragüense en el exterior.
“Me siento bastante impresionado con la aceptación de los nicaragüenses con mis presentaciones. Me gusta ver cómo bailan y disfrutan”, confiesa el joven marimbista de 23 años.
“Me ha dejado impactado, a veces cuando estoy tocando una canción alegre de pronto alguien se pone a llorar, y después me dice: ‘No, es que me recuerda cuando estaba allá en Nicaragua con mi papá y traía a los marimberos’”, explica.
Desde 2022 creó su página de Facebook para probar suerte y promocionar sus presentaciones en celebraciones de nicaragüenses en Miami. No tenía mucha confianza en que lo llamarían.
Hoy sus piezas musicales son una mezcla de la marimba tradicional junto con el piano eléctrico. A pesar de tener un amplio repertorio de música nicaragüense, en su bagaje musical también incluye todos los géneros: rock, música en inglés, salsa, bachata y otros.
Iván Salazar, un músico autodidacta
La historia de Iván Salazar con la marimba comenzó en 2022, cuando su familia decidió regalarle el instrumento. Él tocaba el piano desde que tenía nueve años, aprendió solo viendo tutoriales en YouTube.
“Mi familia me regaló una marimba, para ver cómo me iba y dije: ‘Bueno, si aprendo bueno, si no también’. Tocar la marimba no es como aprender piano, es diferente, tiene sus mañas”, recuerda el nicaragüense.
La marimba llegó a sus manos el 18 de marzo de 2022, y solo cinco meses después, el 15 de agosto, ya había creado su página de Facebook “Marimba Nica”.
Sin maestros formales ni tutoriales especializados, el joven se embarcó en un proceso de aprendizaje autodidacta. Su experiencia previa con el piano, se convirtió en su principal herramienta.
“En el caso de la marimba mi oído me ayudó, mi oído me dice exactamente dónde es que tiene que ir cada bolillazo. Entonces, prácticamente yo aprendí piano de pequeño y la marimba es un piano y me fue un poco fácil aprender”, explica.
Sin embargo, el camino no fue fácil, Iván Salazar tuvo que reaprender la técnica correcta cuando un marimbero experimentado le corrigió su forma de sostener los bolillos. “Mira, así no es, así no se agarran los bolillos, se agarran de otra manera”, recuerda que le indicó el marimbero.
“Desgraciadamente no hay tutoriales de YouTube de las piezas específicas de nuestras piezas tradicionales, así que las tenía que sacar escuchándolas y la gran base de todo lo que he aprendido es mi oído que me ha ayudado”, señala Iván Salazar, quien actualmente maneja entre 25 y 30 piezas tradicionales en su repertorio.
Los primeros acordes de una pasión
La música entró en la vida del nicaragüense de manera casi fortuita cuando tenía nueve años. La chispa se encendió con un juguete de McDonald’s, que estaba dando unos juguetes de instrumentos. “Desde ahí me comenzó a llamar la atención los instrumentos, y yo quería un piano”, rememora.
“Fuimos a ver un piano y de la nada yo saqué la canción de ‘La Estrellita’, me gustó y me lo compraron”, asegura. Durante los siguientes años, desde los 10 hasta los 16, cuando se trasladó a Miami, desarrolló sus habilidades pianísticas de forma autodidacta, siempre como un pasatiempo.
“Nunca dije desde pequeño: ‘Quiero ser músico, quiero tocar aquí, o presentarme por allá, o quiero tocar con aquel grupo’, todo se dio de repente”, reflexiona el joven nicaragüense.
Curiosamente, cuando era un niño, en los actos culturales de su colegio, Iván Salazar se le corría al folklore. “En el colegio nos obligaban a bailar, la profesora que teníamos era estricta, por eso no me gustaba el folklore”, comenta.
“Con todo esto de la marimba entendí que es importante que cuidemos nuestras raíces, es algo que se está perdiendo”, opina.
Compartiendo con grandes artistas nicaragüenses
El proyecto “Marimba Nica” no solo ha permitido al capitalino desarrollarse como intérprete, sino que también le ha abierto las puertas para compartir escenario con figuras emblemáticas de la música nicaragüense. Se ha presentado con Cuneta Son Machín, Carlos Mejía Godoy, Luis Pastor y Philip Montalván, según el joven marimbista.
Uno de los momentos más significativos de su carrera fue su participación en los eventos de recibimiento de Sheynnis Palacios, la primera Miss Universo nicaragüense.
“Todos nos emocionamos cuando Sheynnis Palacios ganó, como ver a Nicaragua en el mundial de fútbol”, comenta Iván Salazar, quien tuvo la oportunidad de tocar para la reina de belleza en tres ocasiones diferentes.
El primer encuentro se dio en Telemundo, donde el joven preparó cuidadosamente un repertorio personalizado. “Yo quería tocar canciones que a Sheynnis le gustaran fuera de los nicaragüenses, porque al final es una chavala, quería darle algo diferente”, explica el capitalino.
“Me puse a investigar, vi entrevistas, dijo que le gustaban Danza Kuduro, “All of Me” de John Legend, eso era lo que yo quería tocar algo que le gustara”, relata.
Los encuentros posteriores en Sweetwater y Texas consolidaron esta conexión especial. Durante una presentación en una alfombra roja, Iván Salazar interpretó “La Nicaragüita de Mi Amor”, composición de Luis Pastor dedicada a Sheynnis. “Ella sí la reconoció. Después se fijó que estaba ahí atrás, comenzó a bailar un poquito y también el palo de mayo”, recuerda emocionado.
La “Marimba Nica” y un futuro ambicioso
Actualmente, Salazar se dedica completamente a la música, realizando entre 12 y 15 presentaciones por mes en temporadas altas, cobrando 250 dólares por hora. Sus servicios van desde fiestas familiares hasta eventos corporativos, y ha logrado que la marimba financie sus estudios universitarios en Ciencias de la Computación en la Universidad Internacional de Florida (FIU).
“La marimba es lo que me está ayudando a pagar mi universidad ahora mismo y todos mis demás gastos”, resalta.
Con planes de expandir su alcance a través de una página hermana enfocada en música anglosajona, Iván Salazar continúa su misión de “demostrar lo que es Nicaragua, lo que es nuestro instrumento a todo el mundo”, subraya.