2 de noviembre 2018
Nosotros/as miembros de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) de Managua sentimos con profunda preocupación la grave crisis sociopolítica que experimenta nuestro país a partir de abril a la fecha, que ha traído consigo tantas muertes, dolor e incertidumbre provocando la salida forzada de miles de nicaragüenses. Nuestra preocupación se intensifica porque no vemos una salida justa a través del diálogo sincero y comprometido.
Esta situación se agrava con los ataques mediáticos y físicos dirigidos a Nuestra Iglesia Católica, por denunciar con firmeza las injusticias y atropellos que sufre el pueblo nicaragüense. La respuesta del gobierno ha sido de calumnias y desprestigio a los Obispos para forzarlos a abandonar su postura y actuación en la mesa del Diálogo Nacional, como mediadores y testigos, acusándolos como golpistas, terroristas y al extremo de señalarlos como asesinos, especialmente al Obispo Auxiliar de Managua Mons. Silvio José Báez Ortega y Mons. Rolando Álvarez Lagos, Obispo de Matagalpa.
Rechazamos la postura de la Comunidad San Pablo Apóstol de la 14 de septiembre y denunciamos en particular las declaraciones brindadas en Rueda de Prensa el 22 de octubre, las cuales son infundadas y calumniosas. Nos referimos en particular a las declaraciones de Rafael Valdez y Mercedes Guido, a través de diferentes medios oficialistas.
Queremos dejar en claro, que esta comunidad, no está articulada al conjunto de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) de Managua, y que con el derecho que les corresponde se auto denomina Comunidad Cristiana Independiente.
Siguiendo a Jesús y a San Óscar Arnulfo Romero, pastor, profeta y mártir por la justicia, nos unimos al dolor de nuestras hermanas y hermanos que están siendo perseguidos, enjuiciados injustamente, difamados y calumniados por seguidores del gobierno. También oramos por las familias que han perdido a sus seres queridos durante la crisis, y exigimos justicia por todos los asesinados de ambas partes, siendo víctimas del mismo sistema.
Reafirmamos que nuestra opción es por los pobres, no partidaria, y respaldamos el profetismo de nuestra Iglesia que peregrina en Nicaragua impulsada por los obispos, sacerdotes, religiosas y laicos comprometidos.