25 de junio 2018
El obispo de Matagalpa y moderador en la mesa plenaria del Diálogo Nacional, monseñor Rolando Álvarez, asegura que la respuesta formal de Daniel Ortega sobre aceptar o no la propuesta de anticipar las elecciones generales para marzo de 2019, es “imprescindible”, para poder avanzar y concretizar un “diálogo viable” que posibilite la justicia y la democratización “tan urgida en Nicaragua”.
En el mismo tono, monseñor Enrique Herrera, obispo de Jinotega, agrega que al presidente se le hizo una propuesta, “pero si no acepta él está cerrando el Diálogo”.
“La respuesta oficial y formal del señor presidente al planteamiento que los obispos le hicimos el 7 de junio, donde recogimos los sentimientos de la inmensa mayoría del pueblo nicaragüense, es imprescindible para avanzar y concretizar un diálogo viable”, afirma Álvarez.
Los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua fueron invitados como mediadores del Diálogo Nacional por el mismo Gobierno de Ortega y su esposa Rosario Murillo, poniendo los obispos la condición de que el mismo debería mostrar avances en un mes, o de lo contrario se retirarían. Hasta ahora, el Diálogo ha avanzado poco con una primera invitación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la posterior invitación a otros grupos internacionales. Sin embargo, el Gobierno no ha ordenado el cese de la represión, que se ha recrudecido en una matanza que ya acumula más de 215 muertos.
El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, también reafirmó este domingo su posición frente a la crisis que atraviesa el país: “Este gobierno debe entender que los obispos somos mediadores en la mesa del Diálogo, pero no somos imparciales ante la injusticia y la violencia”, dijo en su homilía.
Cardenal Brenes: elecciones adelantadas son “la ruta”
Por su parte, el cardenal Leopoldo Brenes fijó la propuesta hecha a Ortega como la ruta a la que se debe encaminar para avanzar en las mesas de trabajo del Diálogo.
Este domingo, después de la eucaristía en la Catedral Metropolitana, Brenes respondió a la prensa nacional con un ejemplo: “Cuando vos decís, quiero ir a Chinandega, comenzás a definir la ruta, entonces nosotros como Conferencia Episcopal hemos recogido los sentimientos, no exclusivamente nuestros, y en ese sentimiento estaba de que se pudiesen hacer elecciones adelantadas”, explicó.
“Si dentro del tema de democratización se piensa en elecciones, tenemos que ver cuándo se haría, eso es lo que nosotros hemos querido presentarle al señor presidente”, añadió el líder de la Iglesia católica en Nicaragua.
La agenda para la democratización del país propuesta por la Conferencia Episcopal plantea mecanismos constitucionales para la celebración de un proceso electoral libre y transparente y una reforma parcial a la Constitución Política que adelante las elecciones presidenciales, municipales, legislativas y regionales, y que establezca de forma transitoria la reducción del mandato de las autoridades.
También demanda un nuevo Consejo Supremo Electoral (CSE), la despartidarización del sistema entero, la prohibición de la reelección presidencial, el restablecimiento de la autonomía universitaria y la sujeción a la autoridad civil del Ejército de Nicaragua y la Policía Nacional.
Mesas de diálogo este lunes, con apoyo CIDH
La Conferencia Episcopal convocó este sábado a la reanudación del Diálogo Nacional para este 25 de junio, después de que se había suspendido hace siete días por la falta de voluntad del Gobierno en invitar de inmediato las invitaciones a los organismos internacionales de derechos humanos, para que investiguen los casos de represión y violencia que ha sufrido el país desde el 18 de abril.
El comunicado también reafirmó que la respuesta de Ortega a la petición del adelanto de elecciones “permitirá indudablemente continuar de forma ágil y concreta, con las sesiones de las mesas de trabajo”.
El obispo Herrera sostiene que la continuidad y el éxito del Diálogo depende de Ortega y de su respuesta a esa propuesta que “no es nada nueva para él”, y de esa manera, avanzar y no perder tiempo “en discusiones que no tienen bases fundamentales” durante la mesa plenaria.
“Él fue el que invitó a la conferencia para iniciar el diálogo y a través del cardenal se le hizo una propuesta, pero si no acepta él está cerrando el Diálogo”, advierte el obispo.
Un equipo técnico del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) llegó este domingo a Managua, para dar seguimiento al cumplimiento de las recomendaciones y medidas cautelares emitidas por la CIDH y “ayudar” con el Diálogo, según detalló el secretario ejecutivo de la CIDH, Pablo Abrao.
Delegados de Ortega traban la mesa
El obispo Herrera anotó que “aparentemente (Ortega) había dicho que sí (a adelantar elecciones), pero cuando sus delegados entran a la mesa del Diálogo, rechazan esa propuesta”. Por eso, agregó, “hemos dado ese comunicado (del sábado) para que el Diálogo vaya en curso y no se vaya retrasando en puras discusiones”.
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que reúne a estudiantes, sociedad civil y sector privado, confirmó el mismo sábado que participará en la mesa del Diálogo Nacional. Sin embargo, sus representantes reclaman que pese a que Ortega habría informado al Gobierno de Estados Unidos su disposición en adelantar las elecciones en su reunión con la embajadora estadounidense, Laura Dogu, y el delegado del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Caleb McCarry, la pareja presidencial no ha oficializado nada.
Báez: la “violencia viene de un solo lado”
Durante el Consejo Permanente de la OEA, el secretario general, Luis Almagro, también se refirió al anticipo de elecciones presidenciales como una alternativa para superar la crisis del país en un tiempo mínimo de nueve meses, o de 14 meses como máximo.
En su homilía dominical, el monseñor Báez admitió que le tiene horror a la frase “detener la violencia venga de donde venga”, porque, según el prelado, todos sabemos que viene de un solo lado, y añadió: “Los obispos estaremos al lado de nuestro pueblo, aunque eso nos cueste la vida”.
El informe de la CIDH responsabilizó al Gobierno de Nicaragua por 212 muertes, 1,337 heridos y 507 detenidos. Cifras que a dos meses de las protestas continúan creciendo. La CIDH también denunció el uso arbitrario de la fuerza letal y la existencia de ejecuciones extrajudiciales, urgiendo una vez más el desmantelamiento de fuerzas “parapoliciales”.
Al respecto, monseñor Álvarez valoró que el pronunciamiento de los once países que respaldaron el informe de la CIDH y condenaron el régimen represivo de Ortega-Murillo, fue “un paso cualitativamente importante de la comunidad internacional”, porque se han pronunciado con mucha claridad.
“Nosotros respaldamos total, completo e integralmente el informe final de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos”, reiteró.
Álvarez también tiene fe en que la presencia de la CIDH y su asistencia técnica a la Comisión de Verificación y Seguridad, será un paso importante en la búsqueda de la justicia.
Álvarez mencionó que aunque el Gobierno desconoció ante la OEA el informe final de la CIDH, en la mesa plenaria ya se había comprometido con las 15 recomendaciones del informe preliminar y en dar entrada a la Comisión para ejecutar su respectivo trabajo.
Además, el obispo de Matagalpa destacó que la Iglesia católica ha estado y estará a favor del Diálogo, y seguirán insistiendo en este como la ruta viable para lograr la tan urgida pacificación, justicia y democracia.
“Los sacerdotes prácticamente se han movilizado entre balas, entran a los lugares de conflicto y eso manifiesta el claro dolor y el profundo sufrimiento que tenemos como pastores al ver que la tragedia se agiganta, el dolor de las madres, de los jóvenes, de los niños, de todo el pueblo nicaragüense que es cada vez mayor”, lamentó Álvarez.