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Salida de Harold Rivas es para protegerlo, afirman analistas

Gobierno de Ortega busca "capear" al ahora exembajador, y hermano del sancionado Roberto Rivas, de pesquisas de la fiscalía tica, opina exdiplomático

El embajador de Nicaragua en Costa Rica, Harold Rivas, al salir de la Cancillería en San José. Foto: La Nación.

Maynor Salazar

31 de enero 2018

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La decisión de retirar del cargo de embajador en Costa Rica a Harold Rivas –hermano del presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE) Roberto Rivas Reyes– forma parte de una “estrategia” del Gobierno de Daniel Ortega para brindar una señal de flexibilidad a la comunidad internacional sobre una “reconstrucción” del sistema democrático nacional. Así lo consideró el exvicecanciller Víctor Hugo Tinoco, durante una entrevista en el programa televisivo Esta Noche.

Tinoco agregó que el Gobierno de Ortega también pretende proteger a Harold Rivas de la investigación que las autoridades costarricenses realizan en contra del presidente del CSE de Nicaragua, y de esa forma no ser incluido en las pesquisas que realiza la fiscalía de ese país.


En 2009, el diario La Nación, de Costa Rica, reveló que Roberto Rivas y su familia, usaban en Costa Rica vehículos exonerados, con placas diplomáticas asignadas a la embajada de Nicaragua, a pesar de que la ley no lo permitía. Los autos ingresaron a Costa Rica por la frontera de Peñas Blancas. Un Mercedes Benz S 500, modelo 2009, y un BMW M3, del mismo año.

El Mercedes Benz S 500, modelo 2009, fue inscrito a nombre del embajador de Nicaragua, Harold Rivas Reyes, hermano del magistrado nicaragüense. El BMW apareció a nombre de Guillermo José Matus Cortez, tercer secretario de la delegación.

La Nación también escribió que un vehículo Porsche, 911 Carrera, exonerado e inscrito a nombre del embajador Rivas, en realidad era utilizado por dos hijos del presidente Ortega, Maurice y Laureano, entonces estudiantes universitarios en Costa Rica, alojados en una de las mansiones de Rivas.

“Ortega de manera equivocada piensa que puede utilizar la salida de Harold Rivas como una forma de respuesta ante la presión internacional que lo acusa de destruir el sistema democrático de Nicaragua. Él cree que está haciendo algo importante, pero se equivoca porque esta decisión no tiene nada que ver con lo que necesita Nicaragua para tener una verdadera democracia”, consideró Tinoco.

Eliseo Núñez, exdiputado liberal, coincidió con Tinoco, pero resaltó que la decisión del presidente Ortega, busca bajar el perfil, tanto del exembajador nicaragüense como del magistrado del CSE, y así evitar que otros países abran causas en contra de ellos o sus familias.

La caída del hermano del presidente del CSE en Costa Rica tras casi diez años de permanecer en ese puesto diplomático, se produce más de un mes después de que el magistrado Rivas fuera incluido por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en una lista de “personas envueltas en serios abusos a los derechos humanos o corrupción”, basado en la Ley Global Magnitsky, en el marco de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés).

Para Núñez el que el hermano del magistrado Rivas se mantuviera en ese cargo durante muchos años a pesar de las investigaciones del diario La Nación, que apuntaban a que el exembajador brindara ciertas comodidades a la familia del magistrado y del presidente Ortega, fue posible porque el mandatario sandinista veía en Harold una pieza clave en aquel país.

“El poder en este país se ha concentrado tanto que las cosas pasan porque le son convenientes o no le son convenientes a Ortega. Harold Rivas era corrupto, abusaba de poder, tenía un estilo de vida dejaba mal parado a Nicaragua. Ahora con el tema de la sanción, necesitaba bajarle el perfil y vender su cese como algo importante. El tema es que Ortega mueve fichas a gusto y antojo, y no tiene que ver con la voluntad de nadie más, ni de las leyes, ni con la voluntad de Rivas”, aseguró el exdiputado.

El silencio de Ortega

El magistrado Roberto Rivas lleva más de cinco semanas desaparecido de la agenda pública desde que la sanción del Departamento del Tesoro. Aunque fuentes vinculadas a Rivas aseguran que se encuentra en el país, no está ejerciendo su cargo de las oficinas del CSE. Tampoco ha renunciado o ha sido destituido. Mientras los días avanzan, el comandante Daniel Ortega guarda silencio, y las instituciones que deben velar por los recursos del Estado se niegan a investigarlo.

Para Tinoco el silencio de Ortega es algo representativo de su forma de tratar los asuntos de suma importancia para su Gobierno, por lo que no debería sorprender el hecho de que todavía no se haya pronunciado al respecto.

“Ortega está en un dilema, está metido en situación complicada porque él piensa que haciendo algunos cambios o retoques, y sin permitir elecciones libres, va a salir adelante ante la comunidad internacional. Y ahí se equivoca porque el problema es que el tema de elecciones farsas versus verdaderas no es un tema de Nicaragua, sino latinoamericano”, refirió el exvicecanciller.

Núñez manifestó que la imagen del magistrado Rivas era necesaria en el pasado para el mandatario sandinista, pues el hecho de tenerlo a cargo del CSE representaba abstención, sin embargo, ahora que el presidente Ortega necesita mejorar esa parte del proceso electoral, está dándose cuenta de que lo mejor es dejar a un lado a Rivas, no obstante, la decisión no es tan fácil como parece.

El hilo común que tiene una parte de la base sandinista es el antiimperialismo, el odio visceral a Estados Unidos. Pero cómo le explica Ortega a su base que Estados Unidos le dobló su brazo. No tiene forma de decirlo. Él también siente temor de despotricar en contra de ellos porque sabe que podría tener graves consecuencias ese tipo de acciones”, declaró Núñez.

Para Tinoco es fundamental que Ortega actúe rápido y elija uno de los dos caminos que están a la vista para su Gobierno y para el pueblo nicaragüense. Es primero es seguir tal y como lo ha hecho en todos estos años de Gobierno y llegar a un sitio del cual no haya salido o dar un cambio a su política gubernamental.

“El otro camino es la búsqueda de unas elecciones libres. En unas elecciones libres su fuerza política va a seguir siendo importante. También debe desmontar ese control sobre las instituciones. No va a ser fácil, va a tomar tiempo. Por eso él está en ese dilema”, finalizó Tinoco.


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Maynor Salazar

Maynor Salazar

Periodista. Investiga temas de medio ambiente, corrupción y derechos humanos. Premio a la Excelencia Periodística Pedro Joaquín Chamorro, Premio de Innovación Periodística Connectas, y finalista del premio IPYS en el 2018.

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