22 de noviembre 2023
La vicepresidenta y vocera de la dictadura orteguista, Rosario Murillo, cargó contra las celebraciones en Nicaragua por el triunfo de Sheynnis Palacios como la nueva Miss Universo y las calificó de "provocaciones maquilladas" de quienes, según ella, "pretenden convertir un lindo y merecido momento de orgullo y celebración, en golpismo destructivo".
Tras el triunfo de la representante nicaragüense en Miss Universo, miles de nicaragüenses salieron a las calles del país gritando vivas y agitando con júbilo la bandera nacional. El gesto de patriotismo fue un respiro en una Nicaragua bajo más de cinco años de un estado policial de facto.
Las expresiones de festejo continuaron con un par de artistas de Estelí que pintaban un mural en homenaje a Sheynnis Palacios, el 21 de noviembre. Sin embargo, agentes policiales llegaron al lugar y les prohibieron continuar. "Hasta ahí quedó el mural. Tuvimos las intenciones de terminar, cumplimos con nuestra palabra, pero las autoridades no permitieron continuar", publicó uno de los artistas en sus cuentas de Instagram y TikTok. Horas después, pintaron de blanco la pared donde habían comenzado la obra, según denuncias en redes sociales. La prohibición de la pintura de un mural dedicado recordó a los nicaragüenses la vigilancia permanente en la que viven los nicaragüenses, y que –pese al respiro de la conquista histórica de una corona– crece día a día.
"Que dejen de manosear los triunfos", dice Rosario Murillo
Murillo dijo en su monólogo del 22 de noviembre que "los vanidosos, los locos-malos, dejen de aprovechar tanta belleza, alegría y talento nicaragüense".
"Que dejen de manosear los merecidos triunfos de una bonita muchacha, para esconder su insignificancia e incapacidad, y enturbiar, con sus ridículos y cursis delirios, nuestras benditas aguas", manifestó.
"Nicaragua celebra con legítimo orgullo y alegría la coronación de Miss Universo para su bella representante, Sheynnis Palacios Cornejo", indicó el régimen en una nota de prensa.
Insiste con plan de golpe de Estado
El texto de Murillo culpa del supuesto plan de "golpismo" a “forajidos y malagradecidos, ya apátridas", a los que advierte no les admitirá “las intenciones pérfidas”.
"Cualquier plan cobarde y huérfano de ideas, de ideales, de valores y de líderes; cualquier plan diabólico y malévolo (…) no será nunca nicaragüense; sólo son necias, torpes, maquinaciones delincuenciales, de chanchullos disipados que pretenden atentar contra el brillo hermoso de la belleza y la paz”, insistió.
Vuelve a irrespetar los símbolos patrios de Nicaragua
En el comunicado de Murillo, publicado por medios de la propaganda orteguista y reproducido por CONFIDENCIAL para un registro histórico, la vicepresidenta y vocera también alteró la letra del Himno Nacional de Nicaragua, leyendo una letra de su invención: "Aquí ya no ruge / la voz de la Violencia / ni se tiñe con sangre de Hermanos / nuestro Glorioso Pendón Bicolor. // Viva Nicaragua Bendita, / Cristiana, Solidaria, / Hermosa, Soberana, Digna, / Siempre Libre ! // Vivan las Familias Nicaragüenses ! / Viva la Paz !" (sic).
El Himno Nacional de Nicaragua es el canto patriótico conocido como "Salve a Ti Nicaragua", con letra aprobada por el Decreto Ejecutivo Número 3, del 20 de octubre de 1939, según la Ley n.º 1908, sobre características y uso de los Símbolos Patrios.
El artículo 67 de la Ley 1908, sobre las características y uso de los símbolos patrios, establece que "queda estrictamente prohibido alterar la letra o la música del Himno Nacional y ejecutarlo total o parcialmente en composiciones o arreglos".
Murillo antes alteró el Escudo Nacional, creado por decreto el 5 de septiembre de 1908, cuando el FSLN regresó al poder e imprimió en toda comunicación oficial e instituciones del estado una versión bautizada por los nicaragüenses como el "escudo sicodélico". En el imprimió colores y elementos diferentes a los aprobados para el símbolo patrio y la leyenda "Unida, Nicaragua Triunfa!" (sic) en alusión a la alianza partidaria del partido de Gobierno que controla con su esposo, el dictador Daniel Ortega.
En ese acto, Murillo también violó la ley sobre los símbolos patrios, que establece que "toda reproducción del Escudo Nacional deberá corresponder fielmente a cuanto se prescribe en la presente ley", que da las indicaciones y detalles de su aspecto.