Redacción Confidencial / EFE
14 de julio 2023
AA
El régimen de Daniel Ortega nombró a César Augusto Castañeda Lacayo como su nuevo embajador ante la Unión Europea (UE), ocho meses después de que el organismo comunitario expulsara a su anterior representante, Zoila Müller Goff, informó este viernes 14 de julio de 2023 el Diario Oficial La Gaceta.
A través de un acuerdo presidencial, Ortega designó a Castañeda Lacayo en el cargo de embajador extraordinario y plenipotenciario, y jefe de misión de Nicaragua ante la UE y ante la Comunidad Europea de la Energía Atómica, con sede en la ciudad de Bruselas.
El mandatario nicaragüense también nombró a Castañeda Lacayo en el cargo de embajador ante el Gobierno de Bélgica.
El Ejecutivo nicaragüense puso esos nombramientos en conocimiento de la Asamblea Nacional, donde los sandinistas tienen mayoría absoluta, para su debida ratificación.
Castañeda fungió, entre 2007 y 2009, como coordinador de proyectos para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco); mientras entre 2010 y 2023 se desempeñó como asesor de cooperación para la Alcaldía de Managua (Alma), de acuerdo con su perfil de LinkedIn.
Dan plácet al embajador de la UE
El nombramiento de Castañeda ha sido oficializado horas después que la primera dama y vicepresidenta Rosario Murillo, anunció que el régimen otorgó el plácet al embajador de la UE en Nicaragua, Fernando Ponz Cantó, a quien le retiraron el beneplácito el 18 de abril de 2023, luego que el organismo regional emitió un comunicado en el que reiteró su respaldo a una salida “democrática, pacífica y negociada” a la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua desde hace cinco años.
En su soliloquio del jueves 13 de julio de 2023, Murillo informó que “tenemos embajadores y hemos intercambiado (con la UE) ratificación y certificación de beneplácito”.
La vicepresidenta obvió los insultos y descalificativos que el canciller nicaragüense, Denis Moncada Colindres, escribió en una carta enviada a la Oficina de Asuntos Exteriores de la UE, con sede en Bruselas.
“Ante su injerencista, atrevido e insolente comunicado de este día, que ratifica las posiciones imperialistas y colonialistas que caracterizan a la Unión Europea, este 18 de abril, en vísperas del Día Nacional de la Paz, el Gobierno de Nicaragua ha decidido suspender el plácet que había sido concedido al señor Fernando Ponz, como embajador de esa potencia avasalladora”, se leía en la carta firmada por el canciller.
“En estas circunstancias —proseguía— y frente al permanente asedio del derecho de nuestro pueblo a la soberanía nacional, no recibiremos a su representante”.
“A los señores neocolonialistas de la Unión Europea, nuestra condena a todo su genocidio histórico, y exigimos justicia y reparación frente a esos crímenes de lesa humanidad y a su virulento, codicioso y rapaz saqueo de nuestras riquezas y culturas propias”, añadía la misiva.
Reemplazo de Zoila Müller
Castañeda Lacayo reemplaza en esos cargos a Zoila Müller, a quien la UE, el 10 de octubre pasado, declaró persona “non grata”, en respuesta “recíproca” a la expulsión de la embajadora comunitaria en Managua, Bettina Muscheidt, decretada por el Gobierno de Ortega el 28 de septiembre de 2022.
La noticia de la expulsión de la embajadora europea en Managua se dio después de que la delegación de la UE ante la ONU exhortara a Ortega a "devolver la soberanía de Nicaragua al pueblo nicaragüense" y a "restaurar la democracia" en el país.
A mediados de septiembre pasado, también el Parlamento Europeo aprobó por mayoría una resolución sobre la situación de Nicaragua, “en particular la detención del obispo Rolando Álvarez”, en la que —entre otros asuntos— exigió la liberación inmediata del líder religioso y de todos los presos políticos.
Cinco meses después, el 10 de febrero pasado, las autoridades judiciales de Nicaragua, controladas por los sandinistas, condenaron al obispo Álvarez a más de 26 años de prisión por "traición a la patria" y se encuentra recluido en una cárcel de máxima seguridad en las afueras de Managua.
Las relaciones entre Nicaragua y la UE se han mantenido tensas en los últimos cinco años debido a sanciones establecidas por Europa a familiares y allegados del presidente Ortega, así como a funcionarios e instituciones del Gobierno, por señalamientos de violaciones a los derechos humanos.
