25 de marzo 2019
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En las delegaciones negociadoras de la Alianza Cívica y la dictadura Ortega-Murillo hay expectativas de que el viernes 29 de marzo pueda concretarse “un acuerdo final” del diálogo político, un día después del plazo establecido en la denominada “hoja de ruta”. Sin embargo, fuentes vinculadas a la negociación no lo ven tan factible, tomando en cuenta que todavía están pendientes en la discusión los temas torales de agenda, como la restitución de las libertades, el adelanto electoral, y el componente de justicia.
Lo cierto es que el Gobierno propuso esta semana un calendario “apretado” para poder cumplir con el plazo marcado para el 28 de marzo. Este lunes discuten el tema de las “las libertades y garantías ciudadanas”, el martes “justicia”, miércoles “implementación de acuerdos”, jueves “el tema electoral”, y para el viernes esperan tener “el acuerdo final”.
Las fuentes coincidieron en que hay “visto bueno” del “gobierno y los empresarios” para alcanzar un acuerdo final esta semana.
“No sé si se logrará cumplir ese calendario, porque está bien tallado. Tomá en cuenta que se necesitaron tres semanas para acordar una agenda de consenso. Insisto en que no sé si se logrará en una semana, pero tiene que ser en poco tiempo. Si tienen que dedicarle uno, dos o tres días más, tiene que hacerse”, aseguró la fuente.
Otra fuente que conoce de primera mano la negociación expresó su escepticismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo para el viernes. “Lo ve difícil” debido a que el tema de discusión de este lunes, la restitución de las libertades”, implica la suspensión del estado de excepción de facto que existe desde septiembre, y el regreso a las calles del movimiento auto convocado.
“No sabemos cómo va a reaccionar el gobierno, pero la Alianza Cívica va con su ‘carta al niño Dios’, es decir con todas sus demandas de libertad. Sin embargo, el Gobierno todavía no ha enseñado sus cartas. El riesgo de ruptura es alto. Es difícil que el gobierno quiera ceder el control de las calles”, dijo la fuente.
Álvaro Vargas, presidente de Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (FAGANIC) y negociador de la Alianza Cívica, dijo a Confidencial que el plazo para el 28 de marzo “no es fatal”. Pero que considera importante “ponerle fecha a los procesos, para que no se te vuelvan eternos, y poder regular los tiempos a dialogar”.
“Es una agenda bastante ambiciosa, y esperaríamos tener resultados más rápidos. Haber consensuado el tema de agenda, y definido los principales temas, permite entrar ya al fondo de los asuntos”, aseguró.
Liberación de presos
Carlos Tünnermann dijo por su parte que la agenda de esta semana iniciará con temas como la justicia, la verdad, la reparación y la no repetición, que implica “el concepto de cero impunidad”. Después se seguirá con institucionalidad democrática y las reformas electorales, para después valorar su implementación.
“Debemos acelerar el ritmo de trabajo, pero esperamos que la semana inicie con un gesto del Gobierno que muestre que se compromete y nos de confianza que hay un interés real”, afirmó. En ese sentido, insistió en que esperan la liberación de entre 100 a 300 presos políticos.
Tünnermann manifestó que están dispuestos a “trabajar sin límites” para que se logren acuerdos en el plazo establecido, aunque es consciente de que podrían tardarse unos días más.
No obstante, la dictadura no ha dado muestras de liberar totalmente a más reos políticos, y la represión policial es patente en las calles. Este sábado volvieron a reprimir los “piquetes exprés” convocados por la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB).
Para Alejandra Centeno, asesora y representante de la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia (CUDJ) es difícil que se cumpla con el plazo del 28 de marzo para alcanzar acuerdos, tomando en cuenta que “no se han empezado a tocar los temas de fondo”.
“Será una semana crucial, pero de grandes retos por las condiciones que tenemos. Estamos muy preocupados por la situación carcelaria de los presos políticos y el plazo está muy cerca ya, cuando las decisiones más complicadas no se han abordado en agenda”, explica.
Centeno cree que Ortega está cediendo a negociar por la presión que está viviendo “pero está aferrado al poder y nosotros tampoco vamos a ceder”.
Para la líder estudiantil es difícil la negociación porque los delegados del régimen “insisten con un discurso retórico de que quieren la paz, que tienen voluntad, que quieren soluciones pacíficas, pero siguen demostrando lo contrario”. Insistió en que los estudiantes universitarios seguirán demandando sanciones a los organismos internacionales porque “eso no puede parar”.
Álvaro Vargas sostuvo que el régimen también negocia agobiado por la posibilidad de más sanciones internacionales. “¿Qué si están negociando de buena fe, o solo para ganar tiempo? No podemos trabajar en base a supuestos de lo que ellos quieren hacer en realidad, pero si lo que quieren es quitarse las sanciones y resolver la situación económica, eso solo lo logran con hechos”, dijo el empresario.
Gobierno urgido de acuerdo
Dentro de la Alianza Cívica, consideran que Daniel Ortega “necesita un acuerdo rápido por su deterioro interno ante sus filas partidarias, y pasar al modo campaña electoral para animar a sus bases”.
Sin embargo, ven con mucha prudencia el conseguir un acuerdo esta semana con el gobierno, pues insisten en que antes de consensuarlo deben estar libres todos los presos políticos.
Además, exigen como condición el cese de la represión y restablecimiento de libertades. El retorno de exiliados con seguridad, y el retorno de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), así como el cumplimiento de las recomendaciones formuladas por este organismo internacional.
Otro de los parámetros que estas voces de la Alianza Cívica consideran deben quedar totalmente claros para poder dar por sentado un acuerdo final del diálogo, es el establecimiento de una fecha para el anticipo de elecciones, así como para la reforma electoral. Además, solicitan una auditoria para el desarme de los grupos paramilitares y el regreso de los medios de comunicación confiscados. Sin esos “hitos” conseguidos, no avalarían un acuerdo final este viernes.
Por su parte Michael Healy, integrante de la Alianza Cívica, dijo que “para avanzar con certeza” irán nombrando un garante para cada acuerdo alcanzado en el INCAE.
“Incluyendo aquí el tema de los derechos constitucionales, solucionar el tema de las ONG ilegalizadas, y la devolución de los medios de comunicación confiscados. Con la OEA y con el nuncio no van a jugar”, prometió Healy.
