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Juan Sebastián Chamorro: “El cambio viene de adentro, hay que desafiar a la dictadura”

“Los servidores públicos están esperando un cambio como nosotros”. Exreo político analiza el rol de la oposición en aniversario de la Rebelión de Abril

Redacción Confidencial

21 de abril 2023

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Para el economista Juan Sebastián Chamorro, quien durante veinte meses permaneció encarcelado en la cárcel de El Chipote por el régimen, la mayoría política Azul y Blanco seguirá desafiando a la dictadura de Daniel Ortega, que ha hecho lo inimaginable en los últimos cincos años: “asesinando, encarcelando, desterrando”, entre otras atrocidades para prolongarse en el poder.

Chamorro fue uno de los siete precandidatos opositores, a quienes Ortega encarceló en 2021 para eliminar la competencia electoral y poder así prolongar su régimen, instalado desde hace 16 años en el poder y con control absoluto en todos los poderes del Estado.


El exprecandidato participó este miércoles 19 de abril en el programa Esta Noche, en el que  analizó la situación en que se encuentra la oposición y su liderazgo, en el quinto aniversario de la Rebelión de Abril, dos meses y diez días, desde que la dictadura desterró a Chamorro, junto a 221 reos de conciencia el pasado 9 de febrero. Para Chamorro, el cambio viene desde adentro y hay mucho que se puede hacer para seguir denunciando a Ortega en el mundo.

 “Lo importante es estar coherentes, unidos”, afirma el economista, días después que cuatro dirigentes políticos urgieron la reorganización de la oposición para convertirla en una “opción de Gobierno” frente a la tiranía nicaragüense.

Se están cumpliendo cinco años de la Rebelión de Abril, que desató grandes movilizaciones en Nicaragua, paros nacionales, protestas en universidades, en los barrios, tranques y un diálogo nacional, y durante 100 días parecía que tenía en jaque a la dictadura para abrir las puertas de un cambio político. ¿Por qué este movimiento no pudo lograr la salida de Daniel Ortega y Rosario Murillo? 

Por la represión. Es un movimiento cívico y pacífico, como estaba organizado, y como sigue organizándose hasta hoy, no se pensó que iban a ir con tanta represión, tanta brutalidad. Y esa ha sido la tónica desde el 18 de abril. Esta dictadura ha hecho lo inimaginable, en todos estos cinco años asesinando, desterrando, confiscando, encarcelando, quitando la nacionalidad, todas las atrocidades de lesa humanidad que ahora se están documentando. Era realmente muy difícil de preverlo en ese momento, así que eventualmente la lucha cívica siempre prevalece. Estoy más que convencido, y a veces toma, efectivamente, un poco más de tiempo que otro tipo de luchas. Pero el final de la dictadura, y en estos cinco años, uno llega más al convencimiento de que estaba más cerca que tarde.

La represión y el invento del “golpe de estado”

Ortega ha dicho varias veces que para él hubo un punto de inflexión cuando en una reunión a mediados de junio de 2018, los obispos le presentaron un cronograma, una agenda de reformas institucionales que salió del Diálogo Nacional y él dice que eso era un plan de golpe de Estado y lo usa para justificar la represión. ¿Acaso no era previsible su reacción?, ¿no había un plan alternativo de la oposición para ejercer más presión?

Es una total falsedad. Efectivamente, en mayo se hicieron reuniones bilaterales con su propia gente y estos temas fueron discutidos en la mesa de Diálogo Nacional. Así que no es cierto de que hubo un intento de nadie, y mucho menos de la Conferencia Episcopal, de hacer un golpe de Estado.

Ese es el discurso que trata de imprimirle a sus bases para justificar la "Operación Limpieza", y el 9 de julio, en la Basílica de San Sebastián, escuché perfectamente a los seguidores de Ortega, que llegaron con toda la violencia del caso, a decir esas mismas palabras que vos estás diciendo, de que los obispos habían intentado hacer un golpe. Entonces, lo que trata de hacer, desde el principio, es generar una historia paralela, mentirosa sobre un golpe de Estado que no ocurrió.

Y lo estamos viendo hasta hoy, cuando trata de nombrar este día tan importante (19 de abril)  como “Día de la Paz”. Trata de hacer lo mismo que hizo desde el principio: mentir sobre la historia. Y precisamente eso es lo que el trabajo de nosotros también es contrarrestar esa mentira.

El alcance de la arbitrariedad de Ortega ha llegado a un punto inimaginable. Entonces era muy difícil prever de que la cantidad de muertos, la cantidad de encarcelados que continúa siendo el día de hoy, con más de 55 presos políticos que han pasado por las cárceles, más de mil personas, y el destierro y toda la brutalidad de esta dictadura. Muy difícil de prever en cualquier cosa frente a lo que en realidad ocurrió. Cuando dicen “vamos con todo”, en realidad significaba hacer todo lo humanamente posible para atornillarse en el poder.

¿Cuál es la principal lección que le dejó al liderazgo opositor esos 100 días de insurrección cívica? 

Lo importante es estar coherentes, unidos. Esa unión que debe haber entre toda la fuerza opositora. En esos 100 días había expresiones de todos los niveles, desde el campesino con la concesión canalera, campesinos en el Pacífico, empresarios, estudiantes, movimiento civil. Era obvio, y era de esperarse, que en la perspectiva sobre la realidad nacional tenían que ser un poco diversas, y eso creo yo que generó algún tipo de diferencia entre cada uno de los sectores. Ahora la oposición más organizada, más consciente del mal que tenemos encima, hemos llegado a muchas conclusiones, muchos puntos concretos y específicos que son necesarios seguir trabajando como puntos comunes para encontrar esta unión de toda la diversidad de la lucha opositora y enmarcarlo en una estrategia que lleve al final de la dictadura; que se establezca la justicia, la verdad y que podamos fundar una Nicaragua democrática. 

¿Dónde está hoy la oposición después de la excarcelación de los 222 presos políticos? ¿Hay alguna forma de coordinación opositora o de unidad en la acción, como dicen algunos? ¿Cuáles son las principales fuerzas políticas que hoy conforman la oposición y la lucha cívica en Nicaragua? 

Tenemos bastantes mecanismos para comunicarnos, gracias a la tecnología. Estamos terminando ahora justamente un evento, recordando estos días. Los liderazgos, particularmente los que veníamos en el avión de El Chipote, tenemos un compromiso de unión entre todos nosotros.

Esa cárcel nos unió mucho en muchas cosas, y ese hecho de estar fuera de Nicaragua, efectivamente hay que ser realista, genera ciertas complicaciones, pero lo importante es que estamos más unidos que nunca, precisamente por esos veinte meses que pasamos en la cárcel.

Es importante, en estos momentos, definir líneas de acción estratégicas a seguir, tanto dentro como fuera. Afuera hay mucho por hacer en el tema internacional. El expresidente de Colombia (Iván Duque) dijo hace pocos momentos que hay que llevar a Ortega a ser investigado por la Corte Internacional de Justicia y que lo va a hacer. Esos son elementos que se vienen acumulando producto del trabajo de abogacía en todas partes del mundo, y esto va a a llevar a que los perpetradores de violaciones a los derechos humanos vayan a la cárcel. Y obviamente, en la parte política, con todo el tema de la represión, hay que ser muy creativo y mantener siempre esta acción de hacer que la dictadura cometa más errores de los que ya viene cometiendo, porque eso va a acelerar el cambio.

El sector privado y la economía

Los gremios empresariales que formaron parte de la Alianza Cívica, han sido también reprimidos y desde hace más o menos dos años se mantienen completamente silenciados. ¿Tiene algún rol ese sector en la lucha cívica hoy? 

Lamentablemente se ha querido siempre asociar (el sector privado) a un tipo de rango gremial o de un grupo específico de empresarios. La verdad que es el motor de la economía, el 80% de la economía nacional se tiene por el sector privado. Ahora, con relación a los liderazgos, está obviamente con mucho temor, porque primero han dejado de existir. Jurídicamente están confiscando bienes de las cámaras y he notado un silencio muy prudente de parte de los líderes empresariales. Desconozco cuál va a ser su posición en el futuro, pero en este momento es comprensible ese silencio ante todo lo que está pasando, porque las condiciones son muy difíciles.

Aquí han pasado ya cinco años de acoso fiscal a empresas pequeñas, medianas y grandes. Y naturalmente hay temor ya no solamente por la existencia misma de la empresa, sino por la misma existencia física de estos empresarios, que muchos de ellos no pueden salir del país o no pueden regresar al país.

¿Cómo ves la situación de la economía del país en este año y en 2024? Algunos economistas dicen –hay un crecimiento económico mediocre, no hay nuevas inversiones; y por el otro lado, otros dicen –el régimen tiene recursos por lo menos para uno o dos años más por la recaudación tributaria o por el acoso fiscal, por las exportaciones, por las remesas familiares y los fondos del BCIE. ¿Tiene la dictadura alguna presión económica? 

Sí la tiene. Efectivamente, los niveles de financiamiento que tenían anteriormente el Banco Mundial, el Banco Interamericano, otra fuente multilateral se han extinguido. Obviamente, el BCIE todavía sigue siendo el principal financiador. Todavía hay más de 94 000 millones de córdobas de ingresos tributarios. Esto es una cantidad de plata bastante significativa y además se ve desde el punto de vista histórico.

En diez años este presupuesto de ingreso era mucho menor. Entonces, sí hay una dificultad financiera, pero no lo pondría yo en un nivel de crisis de alerta máxima. Lo que sí también está pasando, y aquí es muy importante resaltarlo, es el incremento del costo de la vida, el aumento de los precios de productos de primera necesidad, combustible; que arrastra toda una serie de precios. Los alimentos, que son cosas que efectivamente están pegándole duro y directamente al bolsillo de los nicaragüenses y que las condiciones para el pueblo nicaragüense obviamente son muy precarias. No hay generación de empleo, nadie está invirtiendo en Nicaragua. Pero al mismo tiempo también el Gobierno ha sido eficiente, por llamarlo de alguna manera, en extraer, en exprimirle a la economía los recursos que puede para poder pagarle a ese aparataje estatal.

¿La suspensión del CAFTA?

Algunos congresistas en Estados Unidos abogan por una revisión del Tratado de Libre Comercio, CAFTA, e incluso de su suspensión. ¿Qué posición tiene la oposición nicaragüense sobre este tema y cuál es tu posición particular? 

Hay posiciones variadas. Personalmente, cualquier acción que vaya a afectar al nicaragüense promedio, al trabajador, es negativa. No creo que esto vaya a tener mucho efecto, porque los tratados de libre comercio, precisamente porque al reducir las tasas de impuestos a la importación de los productos no representan una disminución de los ingresos tributarios.

Todo lo contrario. Si vos eliminas una tasa de un tratado de libre comercio, aumentan la tarifa de las importaciones y más bien ayuda a la Administración pública de Nicaragua o a la dictadura.

Entonces, yo creo que sobre este tema no hay consenso alguno si abogan por la supresión. Generar todo este daño a la inmensa cantidad de nicaragüenses, más de 150 000 personas que dependen del Tratado de Libre Comercio, que si lo multiplicamos más de cuatro personas por el trabajador directo y tres por el trabajador indirecto, estamos hablando de más de 700 a 900 000 personas que serían afectadas, que no tienen nada que ver los nicaragüenses que están viviendo el día a día. Hay otros mecanismos que deberían de implementarse para afectar efectivamente a la dictadura, y no al pueblo. 

El año pasado se ejecutaron sanciones a empresas específicas y algunos sectores que colaboran con el régimen. Sin embargo, no pareciera que eso haya tenido ningún impacto. ¿Puede la presión internacional incidir para restablecer espacios de libertad en Nicaragua? 

Creo que sí. Las sanciones individuales a personeros que han estado involucrados en la violación de derechos humanos tienen que continuar y a instituciones, particularmente a empresas que le llevan recursos a la dictadura para seguir reprimiendo.

Son acciones completamente legítimas, aunque esto ya no afecta al promedio, sino que afecta a las arcas de la dictadura para seguir reprimiendo. Esto es parte de las acciones que pueden implementarse, tomando en cuenta también de que lo que debe haber acá es continuar con la resistencia, con este desafío a la dictadura desde adentro y generar que ellos continúen haciendo y cometiendo más y más errores para quedar en ridículo como lo han hecho con la comunidad internacional.

Todas estas acciones— nuestra expulsión, la quitada de la nacionalidad, entre otras cosas—son errores de la dictadura que las va a pagar de la siguiente manera, que sea acelerar la salida, la derrota, la caída y el fin. 

Pero la dictadura no se cae sola, ha estado cinco años atornillada. El Estado policial es hoy, es incluso mucho más brutal de lo que era en 2021, cuando vos fuiste detenido. ¿El cambio viene de afuera o adentro?

Principalmente adentro, y cuando digo yo que hay que desafiar a la dictadura, es que las acciones cívicas y pacíficas en todas partes del mundo, al desafiar el poder, el abuso, terminan prevaleciendo. Así que yo soy un creyente de que el cambio tiene que venir de adentro. Efectivamente, no se cae sola. En eso estoy totalmente de acuerdo, por eso es importante seguir siempre desafiando, a esa dictadura que se cree fuerte, pero que en realidad no está fuerte, producto de ese temor que tienen. Es precisamente lo que vimos, la represión en Semana Santa, ya son 55 presos políticos. Y también hay que trabajar desde el concierto de los países internacionales, los foros internacionales, Naciones Unidas; todas estas cosas también ayudan. 

Conoces el sector público por dentro y trabajaste en la Administración de Enrique Bolaños. ¿Tiene Ortega apoyo entre los servidores públicos, civiles y militares? ¿Qué les propone la oposición a ellos? 

Conozco mucha gente que trabajó y continúa trabajando en los ministerios. Dejé muchos amigos que pública y privadamente me hablan y me dicen que están ahí porque tiene que darle sustento a su familia. He visto también filas de gente que están en otra instancia pública; que están hartos ya de la dictadura.

Tenemos que tender una mano importante de apoyo a estas personas que igual que nosotros, está siendo secuestradas, extorsionadas dentro de un sistema totalmente corrupto y que son tan nicaragüenses como nosotros; aquellos funcionarios públicos que no han cometido ningún delito, que simplemente son maestros, enfermeras, médicos, personas del sector público que están también esperando un cambio como nosotros.

Y te sorprendería la enorme cantidad de mensajes que nosotros recibimos de funcionarios públicos que muestran esa simpatía. Así que yo creo que la responsabilidad de nosotros, como oposición, es entender qué hacer, entender a todas las fuerzas opositoras, de que estas personas son importantes también para el cambio. Si nosotros hacemos un mensaje muy agresivo contra estas personas, muchos de ellos lo que van a hacer es acuerparse en esa protección supuesta que le puede dar la dictadura. Y aquí hay que decirle que efectivamente, al igual que todos los que amamos la democracia, estamos seguros que ahí, entre los funcionarios públicos, hay personas profesionales que quieren un cambio.

La oposición salió de la cárcel moralmente fortalecida, sin embargo, la gente dice que no es una “alternativa de Gobierno”, es decir, no es un polo de referencia para mover al país a un cambio hoy. 

Creo lo contrario. La oposición ha demostrado, después de cinco años, un grado de madurez que no tenía en 2018. Hay mucha más comunicación entre los liderazgos opositores. Ha quedado demostrada la voluntad cívica, pacífica, democrática, de los liderazgos opositores.

Un embajador que observaba a la oposición, decía que efectivamente una gran cantidad de liderazgo muy bien preparado, muy bien capacitado, con mucho arraigo popular, algunos de ellos, otros más técnico. Hay una gran variedad en esta oposición que puede hacer un gran trabajo por el cambio en Nicaragua.

Parte de la estrategia que tenemos que seguir es fortalecer esta imagen de que somos una opción de futuro para los nicaragüenses y en eso tenemos que mostrar una voluntad de unión, madurez política, capacidad de diálogo, entendimiento entre las diferencias que puede haber, pero que entendamos de que las diferencias se pueden dejar aparte y estar de acuerdo en las cosas fundamentales como el cambio democrático.

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Redacción Confidencial

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Confidencial es un diario digital nicaragüense, de formato multimedia, fundado por Carlos F. Chamorro en junio de 1996. Inició como un semanario impreso y hoy es un medio de referencia regional con información, análisis, entrevistas, perfiles, reportajes e investigaciones sobre Nicaragua, informando desde el exilio por la persecución política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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