9 de junio 2021
Expresiones de máxima alerta y actividad en extrema tensión se registran en las redes sociales de Nicaragua y el mundo, después de que el régimen Ortega-Murillo desplegó sus maniobras antidemocráticas en contra de sus competidores políticos.
Durante los últimos días, los usuarios han trinado con urgencia por Twitter y han expresado su pensamiento también en Facebook, registrándose picos muy elevados de interacción comunicativa en nuestras mediciones.
En la primera semana de junio, el nombre de la precandidata presidencial independiente Cristiana Chamorro se convirtió en el centro de una gran conversación internacional en las redes sociales y en los medios de comunicación que publicaron sobre el zarpazo de Daniel Ortega al proceso electoral nicaragüense.
Los elevados números de interacción se deben a que las y los usuarios nicaragüenses de estas redes sociales han conversado de manera abundante sobre el tema y, también a que los grandes medios de comunicación del mundo han publicado las noticias sobre el hecho, por lo que se han sumado a la conversación usuarios de distintos países –tal y como se observa en esta imagen de Trendsmap–.
A la detención de Cristiana Chamorro, quien permanece bajo arresto domiciliar, le siguieron las detenciones de otros precandidatos presidenciales y opositores, todos sin protección legal, mientras varios más están amenazados e impedidos de salir de sus casas. Todos enfrentando procesos jurídicos viciados por el régimen.
Es una situación grotesca para el sentido común que desea elecciones competitivas y transparentes. Además, hay al menos tres decenas de periodistas a los que el régimen ha citado para declarar en la investigación que indaga “lavado de dinero” y para el precandidato Arturo Cruz Sequeira un supuesto “atentado contra el pueblo nicaragüense”.
El pico más alto de la conversación digital ocurrió cuando la Policía desplegó un operativo para allanar la casa de la precandidata. Chamorro, cuyos comentarios en redes sociales detonan mucha interactividad entre sus seguidores, publicó su último tuit la noche anterior al allanamiento consiguiendo más de 9000 “Me Gusta” y casi 2600 retuits, por mencionar las dos opciones que ofrece esa red social para que los seguidores expresen su acuerdo y apoyo a las ideas. El nombre de Cristiana Chamorro y la agresión política que padece ha sido mencionada ampliamente.
Y aunque ahora sus redes sociales están en silencio, siguen llegando los “Me Gusta” al último estado que publicó en Facebook. Metricool registra 1000 más “Me Gusta” desde que lo publicó, hasta el día siguiente, alcanzando los 3600 y generando mucha conversación que además fue engordada también por usuarios de esa red que corresponden a la estrategia de comunicación digital del régimen.
No soy candidata oficial y pretenden inhibirme. Qué miedo le tienen al cambio. Unida, Nicaragua volverá a ser república. #SIANICARAGUA #NICARAGUA
— Cristiana Chamorro (@chamorrocris) June 2, 2021
La detención de Arturo Cruz
La situación política se enrareció tanto con la precandidata encarcelada en su propia casa, incomunicada, los antimotines en el portón, y los periodistas siendo llamados a la Fiscalía para supuestas entrevistas que pretenden la intimidación –para conseguir silenciarles– de los profesionales de la información que para cuando se conoció la noticia de la retención del otro precandidato, Arturo Cruz, las emociones pasaron de la indignación a la decepción.
Si bien los usuarios nicaragüenses de las redes sociales que muestran mayor interés por los asuntos políticos han dinamizado la conversación, el sentimiento de frustración se observó con claridad en una de las comunidades digitales más activas de Nicaragua: la de los millenials de la primera ola y de la segunda. Este grupo, que ya venía desde el domingo 30 de mayo expresando frustración ante la situación sociopolítica y que también se había mostrado decepcionado ante el estancamiento del ascensor social que les trunca sus planes de futuro, con los acontecimientos recientes han redundado en su frustración y mencionan con más fuerza la solución a sus males: irse del país a buscar futuro, tal y como arrojan los datos preliminares de una investigación que llevamos en curso.
El orteguismo ante la comunidad internacional
Debido a que la noticia sobre la agresión a la precandidata Cristiana Chamorro ocupó las portadas y algunos editoriales de los grandes medios de comunicación del mundo, los orteguistas aprovecharon para parasitar los contenidos que mencionaban a Chamorro con la pretensión de obtener eco mundial de su relato político a nivel internacional, según el cual la Operación #Danto21 es el resultado de un destape de #LaHuacaGolpista, que definen como el descubrimiento por parte del régimen de una red de financiación ilegal secreta que organizó la comunidad internacional para dar un golpe de Estado a Ortega y en el que, según su relato, Chamorro repartía y se repartía millonadas de dinero.
El despliegue de las cuentas orteguistas en las redes sociales fue máximo, pero no obtuvieron los resultados deseados. La estrategia orteguista consistió en acudir a cada cuenta de usuario que reclamase la liberación de Cristiana Chamorro dejando allí un comentarios o veinte. Como ejemplo, un tuit con la declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de España que parasitaron.
#España expresa su preocupación por la detención e inhabilitación de la precandidata y presidenta de la @fundvioleta, @chamorrocris, y por el continuo hostigamiento a periodistas y medios de comunicación independientes en #Nicaragua 🇳🇮.
🔗 #Comunicado: https://t.co/u920EE9MIH pic.twitter.com/H7ubOuCPrd
— Exteriores (@MAECgob) June 4, 2021
Como ya hemos demostrado en Confidencial la red orteguista es un grupo organizado de miembros del partido FSLN que actúan en las redes sociales con comportamiento bot y de spam, por lo que las redes Twitter, Facebook y Tik Tok les han advertido de la irregularidad y en muchas ocasiones les suspenden las cuentas.
Dado que en su mayoría los usuarios de las redes sociales nicaragüenses les tienen bloqueados (debido a que son percibidos como “los paramilitares de las redes sociales”), su relato no se lee mayoritariamente entre los usuarios del país. Solamente se siguen entre ellos y les siguen los suyos de los gobiernos del grupo Alba, de manera que son una red ensimismada con poco eco entre los nicaragüenses. Aprovechando el impacto de la noticia a nivel mundial acudieron a cuentas en el extranjero para expresarse, pero fue tan evidente el discurso político declinado hacia la celebración del encarcelamiento de los precandidatos que sus contenidos se revelaron con facilidad como orquestados desde el régimen para defenderse. Y los usuarios de las redes sociales a nivel internacional los detectaron e ignoraron.
A todos los acontecimientos políticos actuales las redes orteguistas les llaman “Operación #Danto21” y expresan un discurso militarista. Creen que es una reedición de aquella ofensiva militar del Ejército Popular Sandinista (EPS) que en 1988 atacó a las fuerzas de la Resistencia Nicaragüense (RN) –que llamaban contrarevolucionarios- que acampaban en territorio hondureño, cuyo saldo fue de una enorme mortandad de nicaragüenses de ambos bandos. Aquella operación militar ocurrió antes de los Acuerdos de Sapoá cuando el régimen sandinista se preparaba para acudir a unos acuerdos que pusieran fin a la guerra civil nicaragüense. Aquella Operación Danto demostró capacidad militar sandinista pero los bandos terminaron acordando cese del fuego y amnistía para los presos políticos.
Lo que hace inferir: ¿Se prepara el régimen Ortega-Murillo para una negociación pero antes necesita “limpiar” el terreno para firmar acuerdos con ventaja?
Desde las redes orteguistas también se envían mensajes perturbadores para la paz social, pues en estos últimos dos días apareció un discurso guerrerista y amenazante, que hace acto de presencia como salido de las más densas penumbras de la historia: han circulado un cartel en el que se lee “En las redes enterraremos el corazón del enemigo”, parafraseando a aquella consigna que expresaba “En la montaña enterraremos el corazón del enemigo”, cuyo autor es el tristemente conocido comandante Tomás Borge.