Azahálea Solís: “Ortega tiene miedo a la masividad del voto”

Para Azahálea Solís, abogada constitucionalista y miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, las amenazas del presidente Daniel Ortega de imponer “cadena perpetua” a la mayoría de  ciudadanos Azul y Blanco buscan “intimidar a la ciudadanía” y evitar un voto masivo en su contra, en unas futuras elecciones, en noviembre de 2021.

“Ortega tiene miedo a la masividad del voto, porque sabe que la masividad del voto lo anula”, afirmó la dirigente opositora, quien explicó que un voto dividido le daría al caudillo sandinista la oportunidad de seguir en el poder.

En una entrevista con el programa Esta Noche, Solís señaló que la masividad del voto pasa por una “reingeniería de la unidad” de los opositores. “Nosotros debemos dar respuesta a esto con una unidad de acción, de verdad, para acabar realmente con Ortega”.

En su último discurso, el pasado 15 de septiembre, Día de la Independencia de Centroamérica, Ortega amenazó a los opositores con cadena perpetua por presuntos crímenes de odio. Para Solís “es un mensaje de intimidación a la ciudadana y a su propia gente para que no salga del redil”.

Cuestionó además el hecho que Ortega dé orientaciones a la Corte Suprema de Justicia, cuando él no tiene esas atribuciones, con lo que da “muestras muy claras y explícitas de cómo violenta la separación de poderes y violenta algo tan sagrado y tan importante como es la independencia judicial”.

En su discurso del Día de la Independencia, Ortega calificó a la oposición de “cobardes, terroristas, hijos del demonio” y los amenazó con cadena perpetua por presuntos crímenes de odio, ¿Cuál es tu reacción como miembro de la Alianza Cívica?

El régimen plantea reconciliación y paz, cuando lo que hablan es de violencia. Lo más contradictorio que podía ocurrir es la amenaza que Ortega hizo a la ciudadanía nicaragüense el Día de la Independencia de Centroamérica, no son cosas inesperadas. Ortega está haciendo todo lo que, en su momento, le dijo Tomas Borge: hacer todo lo que sea para mantenerse en el poder.

Hay varios trasfondos, el intento de abrir la Constitución para seguirla poniendo a su medida. Tienen que abrir la Constitución para poder establecer la cadena perpetua, que digan que no van a haber elecciones, o que Daniel Ortega se reelige automáticamente, una serie de cosas pueden ocurrir.

¿Es una expresión de fortaleza de Daniel Ortega amenazar de esa manera a la población, y atribuirle crímenes de odio?

Es todo lo contrario, está enviando un mensaje de intimidación muy fuerte para que la ciudadanía no se atreva ni siquiera a poner una calcomanía, también está dando un mensaje a su propia gente, para que no se salga del redil. Recordemos que en 2018 y el año pasado también se asesinó a personas, de su propia gente, que no estuvieron de acuerdo con la represión. Ahora trata de fidelizar a su gente, amenazarla.

Creo que está buscando condiciones, si hay elecciones en 2021, para que estas elecciones sean entre una ciudadanía intimidada, con miedo, que no quiera participar y hacer protestas y manifestaciones. En todo caso, el cobarde es él.

Ortega ratificó que orientó a la Corte Suprema que reforme el Código Penal  para restablecer cadena perpetua por crímenes de odio. Luego habló de la población de las protestas cívicas ¿Tiene el Gobierno una agenda de protección de los derechos humanos?

No la tiene, El caso mismo de estas niñas, la mamá ya había ido en dos ocasiones a la Policía, yo no he visto ninguna investigación al respecto.

Hay dos cuestiones que hay que tomar en cuenta; en un lado, la manipulación que están haciendo de esto, en realidad son mucho más de dos niñas las que han sido asesinadas o violadas en menos de 15 días. Es una muestra muy clara y explícita de cómo violenta la separación de poderes y violenta algo tan sagrado y tan importante, como es la independencia judicial.

Al acusar a la oposición de cometer crímenes de lesa humanidad, Ortega, está admitiendo que este ya es un tema  asentado en la agenda nacional ¿Qué propone la Alianza sobre el tema de la justicia y sobre los crímenes de lesa humanidad, en su agenda de país?

Lo que la Alianza propone es una comisión y una Fiscalía de la verdad y las puertas abiertas a los organismos de derechos humanos. Esto implica que debe haber todos los procesos de reparación, y en el tema de la no repetición se trata también de hacer reformas profundas al Estado mismo.

Todos esos cambios presuponen primero la salida de la dictadura, pero cuando se negocian las transiciones democráticas después de la salida de una dictadura, el tema de la justicia suele quedar postergado ¿Cuál es la posición de la Alianza sobre la justicia, en ese contexto de crisis?

Primero hay que tener una mayoría calificada en la Asamblea Nacional y tener un voto masivo favorable azul y blanco, para poder hacer los cambios. Un tercio, y otro tercio separado, no nos sirve porque sería repetir situaciones que ya se vivieron en el pasado, eso implicaría impunidad, es un falso dilema.

Estas heridas no se han curado porque no se ha sabido la verdad en Nicaragua, nunca más puede decirse borrón y cuenta nueva. Ese borrón y cuenta nueva es la que abre las heridas y mantiene a una sociedad enfrentada y sin ver su historia y sin poder cambiar la situación que hace que se creen dictadores.

¿Cómo reacciona la oposición ante las amenazas concretas de Ortega, están discutiendo mecanismos de funcionamiento para que no se produzca esa intimidación a la población?

Ortega tiene miedo a la masividad del voto porque sabe que la masividad del voto lo anula; entonces quiere repetir lo de 1990, de gobernar desde abajo, y repetir lo de 2006, de que el voto se divida y cada quien tenga un tercio. Nosotros debemos dar respuesta a esto con una unidad de acción, de verdad, para acabar realmente con Ortega.

No podemos volver a fallar a Nicaragua. Hay que hacer una reingeniería en el tema de la unidad; no se pueden crear distintos grupos de oposición porque sería darle el tercio que Ortega quiere para poder seguir gobernando desde abajo y para que no haya voto masivo.

La única manera en que nosotros podemos romper la intimidación de Ortega es uniéndonos y trabajando en esa unidad de verdad.