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Los negocios del señor Ortega

Los reportajes de Confidencial desnudan lo que bien podría calificarse, sin exageración alguna, como una estafa descomunal

Los reportajes de Confidencial desnudan lo que bien podría calificarse

Enrique Sáenz

27 de abril 2016

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La revista nicaragüense Confidencial publicó en días recientes una serie de reportajes sobre los negocios emprendidos, los negocios en ejecución, los negocios fallidos y los proyectos de negocios de la camarilla gobernante, con los cuantiosos fondos derivados del despojo fraudulento de la cooperación petrolera venezolana. Según datos oficiales el flujo total de estos recursos superó los 3.500 millones de dólares, al cerrar el 2015.

Los reportajes, elaborados por el periodista Iván Olivares, se basan en más de 1200 documentos filtrados a Confidencial, que contienen información desde el 2007 hasta el 2014. Y esta es la primera noticia. Durante los últimos años, la cueva del régimen estaba herméticamente cerrada. No había ni agujeros ni filtraciones. Aparentemente, las lealtades comienzan a flaquear pues solo así se explica semejante filtración sobre uno de los asuntos más sensibles y más celosamente guardados. Esperemos que otros funcionarios se atrevan a informar al pueblo, aunque sea mediante filtraciones.


Los reportajes son extensos y contienen información densa. Y desnudan lo que bien podría calificarse, sin exageración alguna, como una estafa descomunal que, si nos descuidamos, puede aniquilar cualquier posibilidad para el futuro económico del país. En consecuencia, debe ser conocida y asimilada por la mayor cantidad posible de nicaragüenses. Por este motivo vamos a barajarla despacio y en varias entregas.

El contenido de los reportajes podemos dividirlos en tres partes. Primero, una descripción de los negocios que forman la columna vertebral del conglomerado económico de la camarilla gobernante. Segundo, los planes empresariales y los proyectos de expansión. Tercero, el más grave de todos: quién se hará cargo de la deuda. Es decir, quienes serán los patos de la fiesta.

Comencemos por ofrecer una visión de conjunto de las empresas que forman la columna vertebral de los negocios del señor Ortega.

Alba Caruna. Caruna, antes del 2007, era una precaria cooperativa que sobrevivía apuradamente gracias a la cooperación internacional. Pasó a desempeñar un papel clave cuando el grupo en el poder resolvió apropiarse de los fondos. Así, Albacaruna se transformó en institución de trasiego de miles de millones de dólares. Incluso, ahora es prestamista del estado. La famosa deuda de 200 millones de dólares que contrajo el INE y que todos pagamos en la tarifa de energía eléctrica tiene como acreedor a Caruna. También concedió préstamos a ENABAS y ENACAL.

Alba depósitos, llamada Unidad de Comercio y Suministro es la encargada del monopolio de las importaciones, almacenamiento y distribución de petróleo y derivados. Es una de las empresas chupasangre porque se encuentra en el centro de la estafa con los sobre precios del combustible, que también pagamos todos porque castiga al conjunto de la economía nacional, incluyendo empresarios y consumidores.

Alba generación. Es otra de las empresas chupasangre del régimen ya que es la principal beneficiaria de las tarifas de energía eléctrica. Se estableció a partir de las plantas térmicas Hugo Chávez y Ché Guevara, y el robo de unas plantas donadas por Taiwán. Creció con nuevas inversiones que incluyen generadoras de energía eólica. Esta empresa es una de las principales generadoras de energía eléctrica con una capacidad instalada de 316 megavatios, que representa un porcentaje significativo de la capacidad instalada total del país.

El Supremo Sueño de Bolívar. El proyecto era establecer un complejo industrial cuyo centro era una refinería, con una inversión total de casi 6000 millones de dólares. Un negoción, al menos en el proyecto. En la actualidad las instalaciones se reducen a una planta de almacenamiento y distribución de hidrocarburos.

Albalinisa son las siglas de Alba Alimentos. Esta empresa monopoliza las exportaciones hacia Venezuela y rápidamente se convirtió en una de las mayores exportadoras del país. Su crecimiento fue tan vertiginoso que el CETREX, institución pública que ofrece datos sobre exportaciones, clausuró el suministro de información sobre los negocios de Albalinisa. Su función era comprar a productores y empresas los productos que después exportaba a Venezuela: frijoles, azúcar, carne, ganado, café, entre otros. Su punto culminante lo alcanzó en 2012 cuando exportó más de 400 millones de dólares.

Alba Equipos, conocida también por ECONSA, Empresa de Servicios y Construcción de Obras. La empresa fue diseñada como el brazo constructor de las infraestructuras del conglomerado de las empresas Alba.

Alba Forestal, es otra de las empresas villanas. Su negocio es la madera. Y son múltiples las voces que señalan a esta empresa como responsable de los desmanes con los cortes de madera, incluyendo áreas protegidas.

El Banco Corporativo, cuya sigla es BANCORP. Es natural que con la millonada de dólares en juego, el consorcio económico del grupo gobernante requería un banco. Si bien está autorizado para captar ahorros y otorgar créditos su función se limita a grandes operaciones. Buena parte de los fondos líquidos se encuentra depositados en los bancos nacionales.

A vuelo de pájaro, estas empresas forman la parte visible de los negocios del señor Ortega.


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Enrique Sáenz

Enrique Sáenz

Economista y abogado nicaragüense. Aficionado a la historia. Bloguero y conductor de la plataforma de comunicación #VamosAlPunto

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