6 de octubre 2015
AA
Por sus funciones académicas como profesor de derecho constitucional, nada coincidentes con sus actividades anti constitucionales como diputado, Edwin Castro provoca muchas críticas. Quizás merecidas por tratarse de tamaña contradicción, pero tal vez injustas por desconocimiento de causa. Nadie conoce la realidad de su situación –yo me incluyo—, pero me la imagino: Edwin está dándole a sus alumnos –y de paso a sus hijos, si es que los tiene— una lección de vida mucho, más eficaz que sus lecciones sobre derecho.
Caricatura de Pedro Molina.
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Y también diría, una lección humana. Pienso en que la lección de Edwin con el ejemplo de vida, podría ser como la lección que un amigo mío, borracho, le daba a su hijo: cuando más borracho estaba, con ropa y suciedades en el cuerpo de tres días sin baño, se presentaba ante su hijo. Cuando le pregunté para qué hacía eso, me dijo que él, borracho como era, no tenía moral para darle consejos a su hijo y evitarle cayera en el vicio; en cambio, dejándose ver de su hijo de forma tan desastrosa… ¡rechazaría su mal ejemplo!
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¿Qué tiene que ver esa anécdota con Edwin Castro?, se habrán preguntado ya. Pues tiene que ver mucho, porque cuando él está frente a sus alumnos de la universidad, en su situación contradictoria y desastrosa de dar lecciones de derecho y actuar contra el derecho en la Asamblea Nacional, les está aconsejando que se fijen bien en su mal proceder para que, cuando sean abogados... ¡se acuerden de no caer en su lamentable y contradictoria situación!
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A don Edwin no le pasa lo que a doña Rosario, pues ella saca más beneficios a sus contradicciones: se ha ganado de forma misteriosa una gran popularidad por decir cosas tan lindas y siempre benditas, aunque no se parezcan a la prosaica realidad. Eso le gusta a la gente, porque la hace imaginar que están viviendo bonito, en medio de su pobreza. Solo los mal pensados le ven la contradicción en cada cosa linda que dice. Por ejemplo, cuando anunció que mejorará las condiciones de 72 mercados, se piensa que si se mejorara primero las condiciones de vida de la gente, quedaría lista para ir de compras… ¡a tan bonitos mercados!
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Retornando a las cuestiones políticas constitucionales, o mejor dicho, ex constitucionales, recibí el honor de ser invitado a conmemorar el 25 aniversario de la muerte del comandante Carlos Núñez Téllez, “Padre de la Constitución”, y el 30 de fundada la Asamblea Nacional, que se efectuó el viernes 2 de octubre. Sé que el honor no era para mí, sino para el firmante de la Constitución, pero solo pude estar presente de corazón, por la memoria del inolvidable compañero.
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Estuve de corazón, pero no quise estar presente en alma y esqueleto, por un sencillo motivo: la Constitución de Carlos Núñez, con quien trabajamos todos los firmantes –y hasta quienes no la firmaron, como el doctor Clemente Guido y Carlos Cuadra Cuadra—, ha dejado de existir, solo queda su envoltura formal. Y, en cuanto a la sesión solemne por el 30 aniversario de la AN, no hay razón, porque la actual AN ya cometió suicidio. Hubiese sido mejor que, en vez de hacer una sesión solemne… ¡se hubiese hecho una solemne misa!
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Como todo el mundo, yo creía que Daniel Ortega había agotado su capacidad transformadora. Pero la celebración del 70 aniversario de la Organización de las Naciones Unidas, me ha desmentido. Y es que Daniel mandó a Halleslevens a la Asamblea General de la ONU, con la razón de que él quiere cambiarla de raíz. Ese es un mensaje de esperanza para nosotros los opositores, porque si Daniel se siente capaz de cambiar tamaña organización mundial… ¡mucho más fácil y más rápido podría cambiar su Consejo Supremo Electoral!
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Como todo cambia, en Nicaragua hay un periódico que ya no tiene que ofrecer noticias junto a una publicidad comercial en pequeño espacio (en una relación del 90% de noticias y el 10% de propaganda). Ahora es al revés: la publicidad comercial, que era solo una “cooperadora necesaria”, ocupa el 90% de su espacio, y el de las noticias un 10%. Los lectores debemos agradecer ese cambio, porque, al eliminar las noticias y las opiniones políticas, nos hace vivir en el país donde se goza de la mayor felicidad, pues antes, por culpa de las noticias políticas… ¡ignorábamos lo felices que somos!
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En 1973, hace 42 años, Fidel en uno de sus discursos dijo: “Estados Unidos vendrá a dialogar con nosotros, cuando tenga un presidente negro y haya en el mundo un papa latinoamericano”. El presidente negro de USA ya dialoga con Cuba, y a Fidel le ha visitado el papa latinoamericano, Francisco. Ningún complejo de Nostradamus, menos de profeta bíblico, sino sencillamente hombre de pensamiento dialéctico, conocedor del proceso histórico de su país y del mundo.
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Con esa misma concepción dialéctica, se concluye en que, con esas palabras, Fidel también reconocía la envergadura de las contradicciones y las dificultades de las relaciones entre ambos países, que hacían entonces tan imposibles unas relaciones con mutuo respeto, como ver un presidente negro en USA y en el Vaticano un papa latinoamericano. Un válido ejemplo comparativo, coincidente con la realidad concreta de un tiempo concreto, pero susceptible de cambio, como lo demuestra la resistencia de 60 años del pueblo cubano, encabezado por Fidel.
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(Si algún yancófilo quisiera botar la gorra por ese hecho dialéctico, está en su pleno derecho, pero le quedarían tres opciones: 1) reconocer que una botada de gorra no hace cambiar nada; 2) tener que agacharse para recogerla; 3) ¡dejar la gorra en el suelo!).
Cronología imperial (*)
1905.- 1) El 20 de enero, por convenio urgido por el dictador Morales, los enviados norteamericanos Thomas C. Dawson y el comodoro Albert C. Dillingham, lograron que la República Dominicana aceptara para lo sucesivo la fiscalización yanqui de las aduanas del país. También determinaron que de los ingresos fiscales que se percibieran se destinara el 45% al gobierno y el 55% restante al pago de las deudas externas del país.
2) El 14 de marzo, “marines” gringos del crucero Marietta desembarcaron en Puerto Cortés, Honduras, y allí permanecieron por mucho tiempo con el pretexto de una revuelta interna.
3) En septiembre, el presidente T. Roosevelt dio las siguientes instrucciones al secretario de la Marina: “En cuanto a la cuestión de Santo Domingo, dígale al almirante Bradfor que reprima toda revolución. Me propongo mantener el statu quo de la isla hasta que el Senado haya tenido tiempo de una decisión sobre el Tratado, y considerar a todo movimiento revolucionario como un esfuerzo de transformar el modus vivendi. Estoy completamente seguro de que esto es, en esencia, legítimo, aunque pueda provocar alguna dificultad técnica o expedienteo”.
1906.- 1) El 13 de septiembre, el presidente T. Roosevelt escribió a su amigo Henry White: “Precisamente ahora, en este mismo instante, estoy tan furioso con esa pequeña e infernal República de Cuba, que me gustaría borrar a su pueblo de la faz de la tierra”. (Deseo viejo, rabioso, insatisfecho y nunca desmentido sentimiento de casi todos los gobernantes norteamericanos, provocado por la resistencia del pueblo cubano a ser súbdito de su imperio).
2) El 29 de septiembre, William H. Taft, se proclamó gobernador provisional de Cuba. 3) Desembarcó en Cuba una imponente fuerza de “marines”, con lo cual es inició la segunda intervención armada de los Estados Unidos en la isla rebelde, la que se prolongó durante dos años y cuatro meses.
(Continuará).
