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Cosas nuevas y viejas de aquí y de allá

El asunto es que recordamos cosas vistas o leídas en cualquier tiempo pasado, presente, o ahorita…

Onofre Guevara López

3 de enero 2023

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Nuestra primera columna en CONFIDENCIAL del día 3 del año 2023 del siglo de las dos equis y un palito, como decía un amigo cuando encontraba en algún texto el XXI en números romanos. Para el suscrito este es el comienzo del año 93, del cual, así pudiera escribirlo en chino o en japonés, resultaría la misma vegetud; pero lo malo es que también podría ser el último, porque –como decía la abuela Mercedes— “nadie tiene la vida comprada”.

Lo bueno es que hemos sido testigo de grandes sucesos, y aún seguimos viendo deslumbrantes creaciones científico-técnicas que la humanidad no conoció en los anteriores 2000 y más años que tiene de llevar la cuenta de su existencia en este planeta. Entonces, más que bueno es tener la oportunidad de poder utilizar algunas de esas y de otras maravillas; igual que solo verlas de largo, o solo imaginarlas, ya es ganancia.


También hemos podido ver –aunque de larguito— desde el único y más grande genocidio atómico de toda la historia que mandó “a otro plano de vida” a unos 213 000 niños, mujeres y hombre seres humanos mediante dos bombazos, hasta llegar a ver llegar al primer hombre visitando la Luna.

Además de lo trágico, lo insólito es que ambas cosas –el genocidio y la visita— procedieron del mismo país que ahora anda luciendo por el mundo y reclamando para sí el título del más democrático de todos los que dicen que son y nunca lo han sido.

Esa es una de sus grandes contradicciones de todos los siglos (con equis y varios palitos): ser villano impune y héroe cívico a la vez, aunque nunca haya vivido reñido con las guerras.

II

Y rascando en el tiempo del pequeño mundo familiar, nos damos cuenta de que, siendo testigos de tantas maravillas electrónicas y cibernéticas que hoy existen –y en vías de alcanzar otras mayores maravillas que otros verán— más de alguno de nuestros cuatro bisabuelos le tocó vivir todavía bajo el dominio colonial español.

Y si seguimos pensando al respecto… ¿imaginamos qué cortas son las distancias entre el pasado y el presente o –al contrario— qué cerca estamos en el presente del pasado?

Es como pensar, pero en términos de tristeza, cómo hoy –el ahora maravilloso de los últimos quinientos años— se repiten impunemente las inhumanas torturas, como si aún viviéramos en la Edad Media. Estas son otras contradicciones, y de las menos aceptables.

III

Al principio de esta columna utilizamos el verbo condicional podría del verbo poder –o el pospretérito— porque señala un futuro hipotético (podría ser) Pero, tratándose de la Pelona, se convierte en un futuro cierto. Y para todos, aunque unos se vayan pensando en el montón de plata que dejan sin haberse sudado ni su frente, y la mayoría se vaya pensando en que no deja nada para nadie, solo los buenos, los malos, los regulares y quizás también los inmerecidos recuerdos.

De todos modos, todos nos vamos “a palmar” lo que, para los nicas, no es precisamente lo mismo que irse para el mar. Y mientras llega la visita irremediable de la Pelona, solo queda seguir viviendo, aunque sea botando la gorra por las malas jugadas, y –cuando se puede— también alegres de seguir respirando, aunque hayamos nacido ñatos.

IV

Dicen que los viejos recordamos lo que hicimos desde cuanto teníamos tres años, pero que se nos olvida en dónde dejamos los anteojos hace tres minutos (y seguimos con el número 3… ¿será el número de la “suerte”?)

Para que la idea sobre los viejos se quede en una suposición, vamos a recordar cosas que sucedieron antes de los tres días posteriores al siglo pasado, cosas de aquí y de allá. Cosas que seguirán en nuestras cabezas por su indeleble mal ejemplo, por el mal comportamiento social o por lo que sea. El asunto es que recordamos cosas vistas o leídas en cualquier tiempo pasado, presente, o ahorita…

Al margen de estas cuartillas

*Lo más inolvidable del año pasado, parte del anterior y por desgracia recordaremos en los años futuros, es el encarcelamiento de los casi 300 ciudadanos…

*Por solo el hecho de pensar diferente y, además, recibiendo gratuitamente el inhumano trato que les dan sus carceleros…

*Estos carceleros están demostrando algo fatal: que son menos sensitivos que el árbol de Rubén, y que se muestran dichosos por estarles torturando…

*En el último discurso de Daniel –reprís del discurso del año 92 y de al menos los 20 años anteriores— habló de lo malo que en la cárcel le hizo la Guardia somocista…

*Quienes compartieron algunos meses de cárcel con él, no recuerdan que le hubiese sucedido todo el tiempo, como lo dio a entender, o porque fue en otra ocasión…

*Pero, cuando hubiese sido, no hay razón que justifique el desquite de una crueldad con otra crueldad, menos contra quienes a él nunca le hicieron nada…   

*Los viejos solo recordamos cosas viejas, y Daniel recuerda lo que le hizo la guardia somocista hace 55 años, pero olvida lo que él les está haciendo a sus presos…

*Algunos piensan que Daniel debería tener quien le escriba sus discursos, como a la mayoría de los presidentes, talvez porque imaginan que él mismo debe estar cansado de repetir mismo…

*Quizás él no quiera que le pase lo que le pasó a Vicente Fox, cuando era el presidente de la Coca-Cola en México…

*Gonzalo Celorio, en Mentideros de la memoria, cuenta la anécdota de Vicente Fox en el II Congreso Internacional de las Lengua Española, Valladolid, España, 2001…

*Fox tenía cautivada a su académica audiencia, leyendo sus eruditos conocimientos sobre los mil años de la lengua castellana…

*De los 500 años de la gramática de Nebrija; de los ideales de paz, justicia, libertad de Cervantes encarnados en Don Quijote”…

*Fox leía sobre Octavio Paz, Sor Juana Inés de la Cruz, Gabriela Mistral, José Martí, pero… cuando le tocó leer el nombre de Jorge Luis Borges leyó “José Luis Borges”…

*”¡Ahí se jodió la cosa!” exclamó Celorio, con vergüenza ajena, porque él le había escrito el discurso a Fox, quien siguió sin pedir disculpas, demostrando que no sabía quién era Jorge Luis Borges…

*Si Daniel conoce esta anécdota, tendría motivo para pensar que mejor hacer discursos llenos de anacolutos, porque a cualquiera le pasaría lo de Fox, leyendo con gorra y de noche…

*Un comentarista mexicano, que no hacía los discursos de Fox, pero manejó los Asuntos Exteriores, ignoró 84 años de corrupción Priísta y seis años que Fox heredó al Gobierno pistolero de Felipe Calderón…

*Andrés Manuel López Obrador, heredó los 96 años del PRI, Fox y Calderón, pero el comentarista mexicano critica al presidente AMLO, porque en cuatro años no le ha puesto fin a la corrupción…

*Además, el comentarista le da lecciones de democracia a AMLO, acerca de cómo se puede hacer un buen Gobierno…

*¡Cuidado! Daniel y Rosario podrían demandarlo por plagio, pues le recordamos que ellos ya tienen patentada la consigna del “buen Gobierno”…

*La consigna del “buen Gobierno” es obligatoria repetirla para los empleados del Estado en toda plática privada o pública, si quieren conservar su “hueso”….

*No se trata de ningún hueso del cuerpo, sino la “chamba” como le llaman al trabajo en México, y para no perder el “hueso” o la “chamba”, tienen que declamar el apodo del “buen gobierno”…

*Ese cliché orteguista lo proyectó internacionalmente por la RT (Rusia Today) Reina Rueda, en una entrevista, y se auto descalificó como alcaldesa…

*Porque dijo que lo “bello” de Managua, es “gracias al buen gobierno del comandante y la compañera”, olvidándose de su “hueso” en la Alcaldía…

*Para parecer original, lo hubiera declamado en ruso, y así no lucir mundialmente su membresía en el coro de los loros y las loras del bosque orteguista…

*El vice alcalde le echó flores al gobierno por la RT, pero no declamó su apodo, no el suyo (“Ardilla”) sino el del “buen gobierno”, y recordó al héroe de la solidaridad, Roberto Clemente…

*Pero calló que habían borrado el nombre de Dennis Martínez del estadio para ponerle “Roberto Clemente”…

*Tampoco dijo que el nombre “Roberto Clemente” del estadio, duró lo que su familia puertorriqueña tardó en rechazar esa ofensa para su pariente…

*Ese sainete con los nombres del estadio fue innecesario, pues se lo hubieran consultado al “buen Gobierno” de Taiwán que lo construyó con sus reales…

*El periodismo con apodo democrático dice que el caso Guaidó ha dejado “más preguntas que respuestas”, pero no dice de quién eran las preguntas ni de quiénes esperaban las respuestas…

*Ahora se hace que no sabe nada de eso, después de pasar años “informando” de las actividades del “presidente interino” de Venezuela, sabiendo que lo “eligieron” en Washington…

*Las guerras –la de Ucrania, de otras iguales o peores— las crean los políticos, las dirigen los generales, matan y mueren los soldados, las llora su familia y las ganan los fabricantes de armas…

*Luego, llega la paz que es aprovechada por los deudos de los muertos para seguir llorándolos en los cementerios o solo en sus recuerdos…

*Y los fabricantes de armas siguen vendiéndolas en paz a los países que, ganen o pierdan la guerra, son sus seguros clientes y amables cómplices…

*Los pueblos participantes en guerras ajenas, parecen ignorar que así ayudan a los millonarios productores de armas para que sus políticos preparen la próxima guerra…

*En los pueblos que no participan en las guerras, hay clientes de la guerra mediática leyendo, oyendo y viendo a los políticos guerreristas y, el colmo… ¡tomando partido a su favor!

*Y lo hacen tranquilos, pasivamente, como quedan los muertos que los países belicistas matan… para que la economía de los hacedores y comerciantes en armas siga gozando de buena salud.


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Onofre Guevara López

Onofre Guevara López

Fue líder sindical y periodista de oficio. Exmiembro del Partido Socialista Nicaragüense, y exdiputado ante la Asamblea Nacional. Escribió en los diarios Barricada y El Nuevo Diario. Autor de la columna de crítica satírica “Don Procopio y Doña Procopia”.

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