1 de diciembre 2023
Dos sacerdotes nicaragüenses excarcelados y desterrados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, denunciaron que durante los interrogatorios en la cárcel de El Chipote, funcionarios del régimen les presionaron para que declararan que el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, intentaba planear un golpe de Estado.
Ambos religiosos dieron su testimonio de forma anónima ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, como parte de una audiencia en la que miembros de la sociedad civil y congresistas estadounidenses demandaron la liberación de monseñor Álvarez.
"Me amenazaron a mí y a mis familiares porque querían que declarara que el obispo era miembro de una organización que promovía un golpe de Estado y que recibía dinero de Estados Unidos y la Unión Europea", dijo uno de los religiosos, quien llegó a Washington en febrero pasado junto a los otros 221 presos políticos expulsados del país.
"Otros interrogatorios tenían que ver con las homilías que el obispo había dicho (...) en las cuales, según ellos, estaba incitando a la gente a levantarse para protestar contra el Gobierno", continuó el sacerdote.
El religioso también valoró que "es claro que esto es manipulado por el mismo Gobierno al que no le gusta escuchar la verdad y la voz de la Iglesia católica, por lo que a partir de esa fecha comenzó una abierta persecución a instituciones católicas, como Cáritas y la Universidad Juan Pablo II y más recientemente la Universidad Centroamericana (UCA), afectando así la autonomía universitaria y la libertad académica".
La liberación del obispo Álvarez es una de las principales demandas de una amplia mayoría de nicaragüenses, revela una encuesta —contratada por CONFIDENCIAL— de la firma costarricense CID Gallup. A la pregunta: ¿Cuál es su opinión sobre la condena al obispo Rolando Álvarez?, el 72% respondió estar “en desacuerdo” porque el religioso “es inocente” y “debe ser liberado”; un 19% “no sabe o no respondió”; mientras sólo un 9% considera que “es culpable” y “debe estar preso”.
Más de treinta interrogatorios
Los interrogatorios a los sacerdotes comenzaron el 19 de agosto de 2022, día en que fueron sacados de la curia de Matagalpa y trasladados a la cárcel de El Chipote. Relatan que fueron más de treinta interrogatorios realizados en cualquier momento del día, incluso en las primeras horas de la mañana.
"Siempre se dirigieron a monseñor como si fuera la cabeza pensante y el organizador del supuesto golpe de Estado fallido y de querer organizar un nuevo golpe", señaló el segundo sacerdote que dio su testimonio.
A sus ojos, señaló el religioso, "éramos miembros de una organización criminal cuyos líderes eran los obispos, con Álvarez a la cabeza".
"Me acusaron de pronunciar discursos de odio, de organizar un levantamiento", recordó el sacerdote. Preguntaban "si estaba siguiendo órdenes de monseñor Rolando y ¿cuáles eran esas órdenes?"
Otros cuestionamientos recurrentes que recuerda el sacerdote son: "¿Qué hacía el clero en sus reuniones? Cuando se reunían en las parroquias, ¿qué decían? ¿Se trataba realmente de retiros espirituales o de hablar mal del Gobierno? ¿Quién estaba a cargo de los medios?".
Al ser preguntado por una congresista si la Iglesia católica en Nicaragua tiene la capacidad de galvanizar la oposición, el religioso rechazó estar involucrado en temas políticos.
"Nuestra misión es predicar las enseñanzas sociales de la Iglesia y el evangelio, con todas sus consecuencias", subrayó.
Video de Álvarez generó preocupación
La audiencia del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, se da dos días después que el régimen orteguista divulgó 34 fotografías y un video de Álvarez en los que luce demacrado y con visible pérdida de peso. Las imágenes fueron tomadas durante unas supuestas visitas familiares y atenciones médicas, en las que no se le permitió expresarse en libertad.
Las fotos y el video fueron publicadas por el Ministerio de Gobernación (Migob), la noche del martes 28 de noviembre de 2023, un día después que monseñor Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, cumplió 57 años de edad. Fue su segundo cumpleaños privado de libertad.
“Hacemos un llamado al presidente Daniel Ortega que libere de prisión y que deje libre al obispo (Rolando) Álvarez”, expresó el senador Christopher Smith al inicio de la audiencia.
Álvarez, detenido el 19 de agosto de 2022, se resiste ha ser desterrado pese a los intentos del régimen para echarlo de su patria.
En febrero pasado se negó a abordar el avión que llevó a Washington a 222 presos políticos desterrados y fue posteriormente condenado a más de 26 años de prisión y trasladado a una celda de castigo dentro del Sistema Penitenciario Nacional. En julio pasado fue sacado de su celda, pero fue regresado al no alcanzarse un acuerdo para lograr su liberación definitiva.
El coraje de monseñor Álvarez fue elogiado por el senador Smith, quien además planteó que el video divulgado por la dictadura, en el que muestra supuestas “buenas condiciones" dentro de la prisión, genera "serias dudas y preocupaciones" sobre la situación real del obispo.
"La llamativa variedad de comida y bebida en las dos mesas en el video del Gobierno recuerda inquietantemente un viaje que hizo el congresista Frank Wolf en 1989 al campamento de Perm 36: la infame prisión política soviética en los Montes Urales. Después de reunirnos y grabar en video a dos docenas de prisioneros políticos desnutridos, el director del campo nos llevó a la cafetería. Cada mesa tenía abundancia de comida y cada bote de basura estaba lleno hasta rebosar con exceso de comida", comentó Smith.
Persecución contra la Iglesia católica
Las relaciones de la dictadura sandinista y la Iglesia católica viven momentos de alta tensión, marcadas por el encarcelamiento, expulsión y destierro de sacerdotes y monjas, así como la prohibición de actividades religiosas y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
En junio de 2023, la justicia del régimen acusó de lavado de dinero a la Iglesia católica para justificar las detenciones de sacerdotes bajo supuesta investigación y el congelamiento de las cuentas bancarias.
El dictador Daniel Ortega ha calificado de “mafia” a la Iglesia. En tanto, el papa Francisco tachó como una “dictadura grosera” al régimen sandinista.
En su última encuesta CID Gallup preguntó a los ciudadanos: ¿En Nicaragua existe una persecución contra los sacerdotes y feligreses de la Iglesia católica?, un 57% dijo que “sí”, un 33% consideró que “no” y un 10% “no sabe o no responde”.