29 de mayo 2020
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo admitió finalmente que en Nicaragua se está apostando por el modelo de la inmunidad de rebaño o inmunidad colectiva, como el implementado en Suecia (y abandonado antes en Reino Unido), al afirmar en su "libro blanco" sobre la covid-19 en el país que “Nicaragua y Suecia representan alternativas al “lockdown”-cierre de emergencia- total en un país en desarrollo y un país desarrollado, respectivamente”.
Sin embargo, el modelo de la inmunidad de rebaño está lleno de fallas y tiene un alto costo, que en Nicaragua se ven multiplicadas por la falta de transparencia en la información oficial, que no detalla la cantidad de pruebas realizadas, y por sus datos ampliamente cuestionados, por pretender minimizar la pandemia.
"El desconocimiento de la realidad y el máximo desprecio del conocimiento científico son dos de las principales características del propuesto modelo del Gobierno nicaragüense para el coronavirus", criticó el biólogo molecular y vicepresidente de la Academia de Ciencias de Nicaragua, Jorge Huete, en el artículo "Hacerse el sueco con el coronavirus: la ignorancia al timón", publicado este 27 de mayo, en CONFIDENCIAL.
El especialista, que cuestiona la falta de pruebas de diagnóstico de covid-19 en Nicaragua, recordó que "desde el principio, las autoridades comenzaron desestimando las amenazas del coronavirus –la estrategia del avestruz– creyendo que al desentenderse del problema no pasaría nada".
La “estrategia singular” que adoptó Nicaragua para combatir la covid-19, según el Gobierno, es un modelo parecido al de Suecia, en donde no hubo un bloqueo total de las actividades económicas. Pero la realidad es no tiene punto de comparación entre un país y otro. La tesis de la inmunidad de rebaño o colectiva también fracasó en Reino Unido, que tuvo que modificar sus medidas y establecer cuarentena.
El salubrista Carlos Hernández, quien acertó al proyectar, desde abril pasado, que el incremento exponencial de casos de covid-19 en Nicaragua se vería a partir de la segunda semana de mayo, también sostuvo en una entrevista con el periodista Carlos F. Chamorro, en el programa Esta Noche, que “no hay manera de comparar" el "modelo" nicaragüense.
"Si empezamos a comparar los modelos, a restablecer las diferencias estructurales, son abismales, son de años luz. Las condiciones de vida, el nivel de escolaridad, el modelo político y la cultura son totalmente diferentes. Suecia es conocido en Europa como el país del consenso”, añadó Hernández.
¿En qué consistió el modelo en Reino Unido y Suecia?
En una primera etapa, en Reino Unido y Suecia se aislaron a los primeros casos y se rastrearon a los contactos. Sin embargo, la inmunidad de rebaño propone dejar que un gran número de personas se infecte de manera que el conjunto de personas adquiera una inmunidad que luego se haga colectiva.
En la tercera semana de marzo, el incremento acelerado en la cifra de contagios y de muertos, y las llamadas de alerta de la comunidad científica londiense, obligaron al primer ministro Boris Johnson a cambiar su estrategia. Un informe del Imperial College de Londres, estimó entonces que sin las medidas de prevención, Reino Unido tendría una cifra de 260 000 muertos, a causa del coronavirus y también de otras enfermedades que el sistema de salud no podría tratar por estar saturado. Y el mismo primer ministro se vio contagiado e internado en una Unidad de Cuidados Intensivos por covid-19. Hasta este 29 de mayo, Reino Unido suma más de 209 000 contagios y más de 37 800 fallecidos.
Suecia, que por su parte continúa bajo el foco mundial con algunas modificaciones a su estrategia, reporta hasta esta misma fecha más de 35 727 casos y al menos 4266, superando a sus países vecinos que han establecido medidas más estrictas de prevención.
En un webinar sobre la situación del coronavirus en Nicaragua, a mediados de abril, la infectóloga costarricense, Gisele Herrera, ya había planteando que existen similitudes entre la estrategia utilizada en marzo pasado en Reino Unido y lo que podría estar haciendo Nicaragua. "No sé si planeado o no, probablemente muy planeado por un grupo de asesores, decidieron no vamos a detener el virus", dijo.
Sin embargo, alertó que el costo es dejar una gran cantidad de muertos yue pese a que "esta es una decisión política" depende en gran medida de la población.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que el distanciamiento social es una de las medidas de prevención más efectivas para prevenir el contagio de covid-19.
En Nicaragua no hay pruebas ni datos
La epidemióloga nicaragüense María de Jesús Largaespada dudó, durante el mismo webinar, que Nicaragua tenga una estrategia tan elaborada para enfrentar la pandemia del coronavirus ya que, a diferencia de Reino Unido y Suecia, en Nicaragua toda la información se maneja con mucho secretismo y hasta se ha promovido "una falsa sensación de seguridad y confianza" para que mucha gente salga a la calles y esté más expuesta al virus. Desde abril, cuando se realizó esta advertencia, ninguna medida oficial ha cambiado en Nicaragua, salvo algunas jornadas de limpieza y desinfección de áreas y transporte público.
Otra diferencia abismal que consideró la doctora Largaespada es la cantidad de pruebas realizadas. Mientras en Suecia y Reino Unido se han aplicado decenas de miles de pruebas, revelando los resultados positivos y negativos, en Nicaragua ese dato permanece oculto por las autoridades nacionales.
Una estrategia fallida
La inmunidad de rebaño se produce “cuando una proporción suficiente de la población” está inmunizada contra determinada enfermedad infecciosa y actúan como barreras impidiendo que el virus alcance a los que no están protegidos, define la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este tipo de protección generalmente se busca a través de la vacunación. Pero en el caso de la infección por coronavirus, al no haber vacunas disponibles, se espera que con el tiempo llegue a haber tantos individuos que hayan superado la infección y entonces el virus no pueda encontrar fácilmente a personas que infectar, así se cortaría la transmisión.
Un artículo titulado “¿Qué es la inmunidad de rebaño y por qué Reino Unido confía en ella frente al coronavirus?”, publicado por la Universidad Complutense de Madrid, precisa que en el caso de SARS-CoV-2 se ha calculado que “esta inmunidad de rebaño surge cuando más del 70% de las personas están protegidas”, ya que una persona infectada puede transmitir el virus a otros 3.28 individuos.
Actualmente las enfermedades que se transmiten con más facilidad son el sarampión y la tos ferina, debido a que un individuo puede contagiar entre 12 y 18 personas. “Esto implica que más personas tienen que estar protegidas (cerca del 94 %, que sería el valor de la inmunidad de rebaño) para cortar la transmisión”, dice el artículo.
En el caso del SARS-CoV-2, por tratarse de un virus nuevo, también se desconoce el grado de inmunidad que puede adquirir una persona después de haber superado la enfermedad.
En Nicaragua, el Gobierno admite hasta este 26 de marzo un total de 759 y 35 muertos. Sin embargo, el monitoreo independiente del Observatorio Ciudadano COVID-19, basado en denuncias de la población y el seguimiento de médicos independientes, registra que, hasta el pasado 20 de mayo (fecha de su último corte de verificación), se registraban 2 687 casos sospechosos de covid-19 y 598 fallecidos.
A principios de marzo, un protocolo del Minsa, revelado por CONFIDENCIAL, estimaba que en Nicaragua se contagiarían más de 32 000 personas y fallecerían más de 800, en un período de seis meses. Sin embargo, el crecimiento exponencial de los casos (según las mimas cifras oficiales), sumado a las crecientes denuncias ciudadanas de contagios no reconocidos, la falta de pruebas de covid-19 y entierros exprés, alertan un alto costo de la pandemia en Nicaragua.
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