6 de junio 2019
José Luis Ortega y Carlos Alberto Vanegas, presos políticos de la dictadura Ortega Murillo recluidos en la cárcel La Modelo, resultaron intoxicados luego de ingerir unas pastillas contra el dolor que recibieron de los médicos de este penal el sábado primero de junio, según informaron sus familiares a los medios de comunicación. Familiares de los presos políticos desmienten que ellos intentaran suicidarse, como alega la versión oficial. Por el contrario, afirman, trataron de envenenarlos.
“Les cargaron el medicamento, le dieron una en la mañana, una dos horas después, una tres horas después y una en la tarde”, relató Anielka Ortega Briceño, hermana de José Luis, algunas horas después de haber conversado con él en el penal. “El sábado en la tarde les agarró la tembladera en el cuerpo, cayeron en la cama. Dos días estuvieron así”, señaló.
La primera versión apuntaba que los presos políticos supuestamente habían intentado suicidarse tomando varias pastillas, sin embargo, no lo habrían logrado y al final solo resultaron intoxicados.
Esta versión fue desmentida por sus familiares quienes llegaron a La Modelo a solicitar información sobre el estado de salud de sus allegados. “No, ellos no se intentaron suicidar. A ellos los quisieron envenenar”, expresó Ortega Briceño, quien algunas horas después aclararía que a su hermano y Vanegas, les habían “cargado el medicamento” (les dieron más de lo debido) que habían solicitado a los custodios del penal. Anielka no confirmó si hubo o no intención de envenenarlos.
#ÚltimoMomento || Anielka Briceño, familiar de José Ortega, afirmó que su hermano y los demás presos políticos NO intentaron suicidarse, como se especuló esta tarde. "Los doctores los cargaron de medicamentos para el dolor. Después no podían moverse, así pasaron 2 días", relató.
— Maynor Salazar (@Maynorsalaz) 5 de junio de 2019
El otro preso político que supuestamente estaba intoxicado era Carlos Alberto Cruz Martínez. Su hermana Ivania Cruz aclaró, luego de conversar con él, que no había tomado pastillas, sin embargo, señaló que sí se encuentra débil y está recuperándose de una cirugía en la nariz, que fue realizada luego de recibir una golpiza el 16 de mayo, el mismo día en el que Eddy Montes fue asesinado por un custodio de La Modelo.
Carlos Alberto Cruz Martínez fue capturado por la Policía en Jinotepe, Carazo, el 8 de julio del 2018. Su detención ocurrió mientras cuidaba los terrenos de la iglesia evangélica La Roca. Es acusado de terrorismo y financiamiento al terrorismo, crimen organizado, entorpecimiento de servicios públicos, daños y otros delitos.
En el caso de Carlos Cruz, su hermana Ivania Cruz, aclaró que no tomó pastillas pero que se encuentra recuperándose de una operación. Las autoridades del penal dijeron a los familiares de los PPs que por haber tomado esta visita especial, ni tendrán visita regular el 11 de junio.
— Maynor Salazar (@Maynorsalaz) 5 de junio de 2019
A José Luis Ortega lo capturó un agente de la Policía Nacional y un civil encapuchado mientras abordaba un taxi en el barrio Villa 10 de Mayo, en Masaya. La Fiscalía lo acusa de tortura, secuestro simple, lesiones psicológicas leves y entorpecimiento de servicios públicos. Mientras estuvo en El Chipote fue operado por una apendicitis.
Carlos Alberto Vanegas fue secuestrado en Masaya. Es acusado por la Policía de cometer crimen organizado, secuestro, robo con intimidación, extorsión, lesiones, daños agravados, tenencia ilegal de armas de fuego. Recibió una golpiza el 16 de mayo, el mismo día que fue asesinado Eddy Montes. Tuvo una fractura en la nariz, fue operado fuera del penal pero regresó días después a La Modelo a continuar con su recuperación.
La espera de los familiares
Ivania Cruz, Anielka Ortega Briceño y Amanda Vanegas, madre de Carlos Alberto Vanegas, esperaron casi tres horas para poder ver a sus familiares. Antes de entrar al penal las autoridades les advirtieron que si elegían la visita especial de 20 minutos, no se les otorgaría la visita regular programada para el 11 de junio. Ante la zozobra las tres decidieron someterse a la voluntad de la dirección del penal.
Ortega Briceño relató a los medios de comunicación que el sábado primero de junio, su hermano y el preso político Carlos Vanegas, solicitaron pastillas a los custodios de La Modelo para calmar el dolor. Los doctores medicaron a los reos tres veces en todo el día. A las seis de la tarde ambos estaban temblando y se desplomaron en sus camarotes.
“Mi hermano no podía moverse, no reaccionaba. Fueron auxiliados por sus compañeros. Un muchacho que estudia medicina les ayudó, puso de su parte para darles primeros auxilios porque los médicos tardaron en llegar. Después es que fueron canalizados, pero sus cuerpos no respondían, abrieron sus ojos bien bien hasta dos días después. Fue el martes en la mañana que logran levantarse y le dicen a los de la Galería 16-01 (que tenían visita) que avisaran a sus familiares”, dijo Ortega Briceño.
Ante el grito de auxilio transmitido por otros familiares de presos políticos, las tres mujeres llegaron a La Modelo para preguntar por la salud de los suyos. Los custodios que estaban en la entrada dijeron que “no había pasado nada de eso” que ellas decían. Fue varias horas después que finalmente lograron entrar.
“Vi mal a mi hermano, mi hermano está desvaneciendo, las fuerzas se le están agotando, habla cansado y lo que me dijo es que están cansados, que los están matando psicológicamente, que ya están hartos, que quien dio la orden que pasara esto fue Chacón. Chacón llegó a la Galería de ellos y viéndolos como estaban en el camarote postrados, solo se puso a reír, y les dijo ‘son locos ustedes, no van a salir vivos’. Chacón es el jefe”, afirmó la hermana de José Luis Ortega.
Amanda Cruz, madre de Carlos Cruz, reafirmó lo dicho por Ortega Briceño, de que su hijo y José Luis, pidieron pastillas para el dolor, y que luego de que se las tomaron, sintieron que no podían ver y que la lengua se les encorchaba. Ambos presos políticos no lograron identificar qué medicamento fue el que les entregaron en el penal.
“Lo miro cansado a mi hijo, está tirando la toalla. Está bien pálido. Él pensaba que no me iba a volver a ver, los médicos le pusieron suero. Mi hijo se mira enfermo, ya no tiene fuerza”, relató Cruz.
La responsabilidad del sistema
María Oviedo, abogada de la Comisión Permanente de los Derechos Humanos, dijo in situ que el sistema penitenciario tiene la responsabilidad, para cada uno de los internos, de velar por la seguridad de los presos y que no puede permitir que se les recete cualquier pastilla sin la prescripción médica debida.
“Vamos a hacer las solicitudes correspondientes a los jueces para que se solicite un informe al sistema penitenciario sobre el medicamento que le suministraron a estos presos políticos. Asimismo que sean remitidos a un centro hospitalario para que sean evaluados por un médico”, afirmó Oviedo.
La abogada expresó que este hecho quedará documentado y que no se puede dejar de denunciar. Teme que suceda lo mismo que ocurrió con Eddy Montes, quien fue asesinado por un custodio de La Modelo el 16 de mayo, y cuyo caso las autoridades del Gobierno no han querido investigar.
“No queremos más víctimas ni más represión. Ya es suficiente con el hecho de estar encarcelado. Sumado a esto la falta de medicamento y ahora el exceso de medicamento. Ellos (las autoridades del penal) tuvieron que haber permitido que ingresaran sus abogados para verificar la información y ver lo que sucedió. Y el juez debe dar paso a los trámites de los abogados para que sean trasladados a centro asistencial”, manifestó.