9 de abril 2023
AA
Católicos promesantes de Masaya, Granada y Chinandega desafiaron la prohibición policial de realizar actividades religiosas en las calles de Nicaragua durante la Semana Santa. Sin embargo, en el caso de Nindirí, la Policía secuestró a tres jóvenes que se resistieron a la orden emitida por agentes de seguridad, quienes impusieron el terror entre los pobladores de ese municipio del suroriente del país.
En Nindirí, Masaya, la Policía persiguió a jóvenes promesantes que participarían del tradicional recorrido de los “Cirineos”, y que salieron a las calles pese al asedio el pasado Lunes Santo 3 de abril. En algunas imágenes que circularon en redes sociales, se muestran cruces y vestimentas religiosas tiradas en las calles por los jóvenes que huyeron de los agentes.
Los tres jóvenes capturados forman parte de un grupo de 15 ciudadanos secuestrados por el régimen orteguista en varios puntos del país del 1 al 6 de abril, según el Monitoreo Azul y Blanco.
En Nandaime y otros municipios de Granada, centenares de ciudadanos salieron a celebrar la procesión de “La Reseña”, enmascarados y huyendo de la Policía. El miércoles 5 de abril, una patrulla se plantó frente a la iglesia El Calvario, en Nandaime, para bloquear la salida de los jóvenes disfrazados. Sin embargo, estos burlaron a la Policía, haciendo el recorrido por otras calles, pero siempre bajo la tensión de ser encarcelados, como ocurrió en Nindirí.
Pese a la intimidación, “La Reseña” se realizó por unos momentos. Los pobladores de la comunidad Ranchería, Chinandega, tampoco aceptaron la imposición del estado de facto y enfrentaron a la Policía, reclamando porqué no permitía la salida tradicional de Los Judíos, un grupo de jóvenes disfrazados con túnicas de Semana Santa y máscaras.
Los jóvenes recorrieron algunas calles de la comunidad hasta que dos patrullas aparecieron con oficiales manga celeste y antimotines. La población protestó por la agresión y hubo un momento de tensión, cuando antimotines con escudos en mano cercaron a los jóvenes, mientras la población enojada reclamaba que los dejaran en paz.
Los ciudadanos cruzaron el cordón de seguridad impuesto por los antimotines y policías hasta llegar a los jóvenes, mientras gritaban de forma burlesca; “mantenidos” “mantenidos” en referencia a las fuerzas represivas.
Católicos desbordan iglesias en Semana Santa
La Catedral Metropolitana de Managua acogió a miles de católicos que se congregaron en sus afueras para participar en el tradicional viacrucis penitencial, que rememora el calvario de Jesucristo antes de ser crucificado.
Los católicos nicaragüenses revivieron las últimas horas del Nazareno en una masiva procesión que esta vez salió de un costado de la Catedral de Managua, y concluyó con una eucaristía, presidida por el cardenal Leopoldo Brenes, frente a la puerta principal de la basílica.
El régimen orteguista prohibió a la Iglesia sacar a los santos a las calles desde febrero pasado, cuando no les autorizó celebrar las procesiones de viacrucis durante la Cuaresma. Desde este Jueves Santo recrudeció las agresiones, restringiendo en todo el país que las celebraciones religiosas solamente se realizaran dentro de los templos, y no alrededor, como algunas parroquias lo habían hecho durante las últimas semanas.
"Vamos a iniciar este ejercicio con mucha devoción, en un ambiente de silencio, en ese diálogo que el buen Dios escucha y nos da la respuesta. En un ambiente de oración, de manera especial también pidiendo a ese buen Dios que nos de la capacidad de poder perdonar", dijo el cardenal nicaragüense, al iniciar la eucaristía este Viernes Santo.
El jerarca, que indicó que el viacrucis penitencial está vez salía de los predios de la Catedral, dedicó su homilía al perdón y recordó que Cristo Jesús, camino del calvario, cumplió con la misión que Dios le encomendó "y desde la cruz nos da el gran mandamiento del perdón", destacó Brenes, también arzobispo de la diócesis de Managua, Masaya y Carazo.
"Todo podemos imitarle en este día a hacer nuestro propósito: tengo que perdonar y pedirle esa gracia a nuestro buen Dios", abogó.
El religioso explicó que celebraban la eucaristía frente a la venerada imagen de la Sangre de Cristo, calcinada el 31 de julio de 2020 en su capilla en la Catedral de Managua en un incendio catalogado como un acto terrorista por las autoridades de la Iglesia católica.
