1 de diciembre 2020
El médico nicaragüense Darwin Jiménez, quien contrajo covid-19 en México a inicios de septiembre de 2020, falleció este primero de diciembre como consecuencia de las complicaciones derivadas de la enfermedad y de la bacteria acetinobacter que infectó sus pulmones debilitados.
La noticia fue confirmada por el Hospital Juárez que publicó un comunicado sobre el fallecimiento de Jiménez, quien se encontraba hospitalizado en el Instituto Nacional de Cardiología "Ignacio Chávez, ubicado en la capital mexicana.
La doctora Greta Huete, amiga y colega de Jiménez, también confirmó su fallecimiento y publicó en su cuenta de Facebook "con mucho dolor les comunicamos el fallecimiento de nuestro amigo Darwin Jiménez. Dios lo tome en su regazo".
A pesar que en octubre Jiménez había dado signos de mejoría, tuvo nuevas complicaciones como consecuencia de una hemorragia pulmonar que obligó a los médicos que lo atendían a sedarlo nuevamente y continuar el tratamiento para mantenerlo con vida.
Huete explicó a CONFIDENCIAL que "le realizaron una broncoscopia porque no aumentaba la saturación de oxígeno, y encontraron abundantes secreciones. No avanzaba a la mejoría y estaba requiriendo una nueva membrana, pero era alargar su agonía".
La bacteria que Jiménez había contraído tampoco se había eliminado por completo y de eso dependía que pudiera ser candidato a un trasplante de pulmón. "Dejó de evolucionar, y con la inflamación en sus pulmones, el daño de la membrana alveolo capilar, pues no duró mucho", detalló su amiga.
Le habían practicado dos cirugías para tratar de contener la hemorragia, aplicándole "compresas". Huete explicó en octubre, cuando le realizaron las operaciones, que estas eran muy doloras y la condición de salud de Jiménez ya era bastante delicada para ese entonces.
Los trámites para la repatriación hacia Nicaragua ya se habían realizado, pero el procedimiento en México para los pacientes que fallecen por covid-19 es la cremación.
La historia de Darwin Jiménez
Darwin Jiménez era hijo de dos artesanos nicaragüenses de Masaya y realizó sus estudios en la Unan Managua con el esfuerzo de sus padres que vendían sus productos en ferias y en su ciudad. Posteriormente logró una beca que le permitió continuar sus estudios en México, en el Hospital Juárez de esa ciudad que tras el estallido de la pandemia se convirtió en un hospital covid.
No se sabe dónde contrajo la enfermedad, pero una posibilidad era que los mismos pacientes que él atendía pudieran transmitirsela.
Fue internado el ocho de septiembre en el mismo Hospital Juárez donde atendía y como sus pulmones estaban débiles por la covid, contrajo la bacteria acetinobacter, que es multiresistente, por lo que fue difícil tratarlo para contrarrestar el daño que estaba provocando.
Jímenez fue trasladado al Instituto Nacional de Cardiología "Ignacio Chávez", donde se inició con Oxigenación con Membrana Extracorpórea (EMOC, por sus siglas en inglés), un tratamiento costoso que permitía llevar oxígeno a sus pulmones y que es comparada con una diálisis, pues realiza la misma función y pone en reposo los pulmones para que se recuperen de las lesiones.
El 21 de octubre Jiménez despertó. Su condición mejoraba y había recibido la visita de sus padres, hacía señas y podía comunicarse, aunque con dificultad. Posteriormente, empezó a sufrir de hemorragia en los pulmones y su condición se volvió a complicar nuevamente.
Durante el mes de noviembre, Huete y los médicos del Instituto solicitaban constantemente donaciones de sangre para poder mantenerlo con vida.