22 de diciembre 2019
Es tiempo de fiestas de fin de año. Un grupo de jóvenes, con diligencia se organiza para celebrarlas: la Purísima, la Navidad y fin de año. Son nicaragüenses exiliados en Costa Rica. Apurados hacen cuentas para lograr el milagro de la multiplicación de panes y peces, y así dar obsequios y comidas típicas a otros nicaragüenses que también se encuentran exiliados en este país. Tal vez, nacatamales, si el presupuesto alcanza.
Más de un año ha pasado desde que abandonaron sus hogares súbitamente, tras su participación en las protestas contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, y aunque su mayor anhelo es regresar, saben que no es seguro.
En los últimos 20 meses, decenas de miles de nicaragüenses se han visto obligados a salir al exilio, como resultado de la represión, la persecución, la operación limpieza, y la crisis económica.
Se trata de un exilio numeroso, para un país de solo seis millones de habitantes, que a pesar de la emergencia humanitaria en que se encuentran, continúan organizándose en el exterior, y realizan una extraordinaria labor de solidaridad con la resistencia nacional.
El Consejo Editorial de CONFIDENCIAL, ha seleccionado como el personaje del 2019 a estos casi 100 000 nicaragüenses que representan el nuevo exilio, que está radicado principalmente en Costa Rica donde hay más de 80 000 solicitantes de refugio. Otros miles más están en Panamá, España, Estados Unidos, México, Canadá y otros países.
Destinos de refugio
De vieja data para migrantes nicaragüenses por razones económicas, Costa Rica ha sido el destino principal de miles de nicaragüenses perseguidos por la dictadura. Desde abril de 2018 hasta mediados de noviembre pasado, la Dirección de Migración y Extranjería de Costa Rica ha registrado 79 500 peticiones de refugio, aunque estiman que solamente un 20% cumple con los requisitos para obtener la condición formal.
Panamá es el segundo país en el que más se han refugiado los nicaragüenses. Según datos de ACNUR, más de 6040 nicaragüenses han presentado solicitudes de asilo hasta octubre de 2019. Además, otros 3740 nicaragüenses permanecerían en Panamá en otras condiciones, según el balance de ingresos y salidas al país canalero. Al norte del istmo, en Guatemala, hasta junio de 2019 era 187 las solicitudes de refugio de nicaragüenses.
En España, otro de los destinos de los nicaragüenses migrantes y exiliados, la cifra de solicitudes de asilo creció en más de un 360% entre 2018 y 2019. En 2018, al menos 1368 presentaron solicitudes de refugio en España. La cantidad de peticiones se triplicó en 2019, y hasta noviembre de este año había 5483, para un total de 6851.
En Norteamérica, también hay un número creciente de solicitudes. Según la Comisión Mexicana de Ayuda al Migrante, hasta septiembre de 2019 unos 1722 nicaragüenses presentaron solicitudes de refugio en México.
Mientras, en Estados Unidos, existen dos tipos de asilo: defensivo y afirmativo. El defensivo es el que generalmente se solicita en cortes migratorias y el afirmativo es para quienes se presentan ante las oficinas de servicios de migración. Según datos del Departamento de Seguridad Nacional, en 2018, a 35 nicaragüenses se les otorgó asilo defensivo y a 32 se les concedió asilo afirmativo. Ese año, unos 654 nicaragüenses pidieron asilo solamente en cortes migratorias, según el medio Voice of America (VOA). En 2019, según estadísticas del Departamento de Justicia, 1335 peticiones de asilo fueron procesadas ante cortes migratorias, de las cuales 354 fueron concedidas.
Así, tomando en cuenta las cifras halladas en esos países entre abril de 2018 y finales de 2019, un total de 96 289 nicaragüenses han solicitado el estatus de refugio o asilo.
Las demandas del exilio
Los exiliados demandan su regularización migratoria para poder trabajar, así como programas de asistencia de emergencia en los países en que radican. Pero a diferencia de otras olas migratorias, que se vieron forzadas a salir por la falta de oportunidades económicas, la mayoría de los nuevos exiliados no tienen planes de permanecer en otros países, sino que se proponen regresar a su patria cuando el cambio político les garantice su seguridad personal y la de sus familias.
Por ello, los exiliados demandan en primer lugar, el desarme y el desmantelamiento de los paramilitares y el retorno de las comisiones internacionales de derechos humanos. Ellos exigen el fin de la dictadura para regresar a Nicaragua, mientras que casi un millón de nicaragüenses que residen en el exterior desde hace más de 40 años, y que representan una fuerza económica fundamental para la sobrevivencia del país con el envío de remesas familiares, están demandando una profunda reforma electoral y garantías para poder ejercer su derecho constitucional de votar en el exterior, para decidir el rumbo futuro del país, cuando haya elecciones libres.
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