21 de julio 2023
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La abogada y activista Martha Patricia Molina, denunció que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, congeló la cuenta bancaria en la que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) administraba un fondo para los sacerdotes retirados, como parte de la represión del régimen en contra de la Iglesia católica.
“El fondo nacional del seguro sacerdotal es una institución que se creó hace más de 20 años por la CEN, pensando en un fondo de retiro para sacerdotes. No es propiamente un seguro porque no cubre temas de salud, ni otros temas de Seguridad Social. Está pensado como un fondo de retiro”, explicó Molina.
Este fondo de retiro se alimenta con aportes de 150 dólares anuales de los sacerdotes activos, parroquias e instituciones eclesiásticas, además de lo recaudado en una colecta que se realiza en las distintas iglesias del país cada Miércoles de Ceniza.
Molina explicó que tuvo reportes de sacerdotes retirados que quisieron hacer uso del fondo y fueron notificados que este dinero se encontraba bloqueado. La CEN todavía no se pronuncia oficialmente sobre esta situación.
De este fondo, se destina una pensión de 300 dólares para los sacerdotes de 75 años o más, y 150 dólares para los sacerdotes que tengan o superen los 65 años.
“Este fondo ha funcionado desde hace más de 20 años sin ninguna complicación. Entre las últimas medidas nefastas de la dictadura en contra de las cuentas de la Iglesia católica han inhabilitado este fondo, de tal manera que los sacerdotes mayores no están pudiendo cobrar sus pensiones. Esto es una de las condiciones más dramáticas de la actual situación”, añadió.
La Iglesia católica no ha divulgado datos sobre la cantidad de sacerdotes retirados en el país, que serían los afectados directos por esta nueva arbitrariedad de la dictadura.
Ataque persistente
No es la primera vez que la dictadura somete a los bancos del sistema financiero nacional a actuar en contra de la Iglesia católica.
El 27 de mayo de 2023, la dictadura ordenó "congelar" las cuentas bancarias de la Iglesia católica en Nicaragua, de forma gradual y sin ninguna notificación oficial. El congelamiento de las cuentas bancarias de las diócesis de la Iglesia católica en el sistema financiero nicaragüense es general.
Posteriormente, el 14 de junio, el régimen ordenó congelar las cuentas bancarias personales de algunos de los sacerdotes que están siendo investigados por un supuesto caso de “lavado de dinero” que habría cometido la Iglesia católica de Nicaragua.
Fuentes eclesiásticas confirmaron a CONFIDENCIAL que esta medida no sólo se aplicó a los religiosos investigados, sino que además se extendió a otros sacerdotes del país
Una orden de congelar las cuentas bancarias puede ocurrir cuando se investigan las transacciones de una persona natural o jurídica, y la dictadura orteguista la ha ejecutado como instrumento represivo en contra cientos de ciudadanos y organizaciones a quienes ha confiscado su patrimonio.
Esta medida ya ha tenido repercusiones en la Iglesia católica. El Seminario Propedéutico Nacional San Juan Pablo II, ubicado en Bluefields, en el Caribe Sur de Nicaragua, tuvo que cerrar sus puertas debido al bloqueo de las cuentas bancarias de la Iglesia católica.
La medida afectó directamente a 27 seminaristas, provenientes de las ocho diócesis de Nicaragua, y quienes cursan su primer año de educación religiosa, que incluye formación académica, humana, pastoral y vocacional.
