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Diálogo debe incluir la "salida ordenada" de Ortega y Murillo

Una semana después del inicio de inéditas protestas contra Ortega, decenas de miles se mantienen en las calles exigiendo el fin del régimen

Apoyemos a los estudiantes y líderes sensatos de la sociedad civil que eventualmente nos representarán en el diálogo. Nadine Lacayo escribe: Unidad y nunca olvidar la masacre

Colaboración Confidencial

C.S. Maldonado | Maynor Salazar

26 de abril 2018

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Una de los temas que se deben discutir en una posible mesa de diálogo para solucionar la profunda crisis que afecta a Nicaragua es la "salida ordenada" del presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, así como adelantar las elecciones, pero con un cambio de las actuales autoridades electorales, coincidieron el constitucionalista Gabriel Álvarez y el economista José Luis Medal en una entrevista en el programa Esta Noche.

"El tema de fondo es la falta de democracia y de Estado de Derecho", dijo Álvarez. "Hemos estado once años con fraudes electorales, vaciamiento total de las instituciones democráticas como la Asamblea Nacional. Por eso el país le reventó en la cara al comandante Ortega", agregó el analista.


Álvarez responsabilizó de ese deterioro institucional a las cúpulas empresariales del país. "El COSEP fue complaciente y cómplice con un modelo que no era democrático. Deben ahora asumir los costos políticos del seudo consenso", dijo.

El presidente Ortega convocó a un diálogo abierto para encontrar una salida a la crisis. La Conferencia Episcopal de Nicaragua aceptó ser mediadora en el proceso y ha convocado a personalidades de sociedad civil, sindicatos, empresarios, estudiantes y otros actores para conformar las negociaciones con el Gobierno, después de una semana de protestas y dura represión del régimen, que ha dejado al menos 32 muertos, según el conteo del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH).

El reclamo en las calles, sin embargo, es que no puede haber diálogo sin que se esclarezcan los crímenes cometidos durante las manifestaciones, uno de los episodios más sangrientos de la historia reciente de Nicaragua. Los manifestantes también exigen que se someta a la justicia a los culpables y que sean condenados, así como inhabilitar al presidente Ortega y su esposa, la vicepresidenta Murillo, por la masacre. Todos coinciden, sin embargo, en que la salida debe ser pacífica.

"Sin democracia no hay desarrollo", dijo el economista José Luis Medal. "La intención de una familia dinásticamente obcecada con el poder llevó a esta catástrofe. La discusión ahora es cómo se restituye la democracia. Debe haber una intervención de todos los ciudadanos", agregó.

Medal también criticó el rol de las cúpulas empresariales. "El COSEP ha hecho el juego a un sistema dictatorial. El COSEP tiene que asumir su responsabilidad histórica y promover un cambio de poder que no puede esperar tres años", dijo.

El economista criticó el discurso oficial en el que se basaba la relación Gobierno-empresarios, que era el del crecimiento económico. "Es una falacia que hay milagro económico. La economía es frágil, no resistiría una fuga de capitales o fuga de inversiones. O se resuelve el tema institucional o se desploma la economía", advirtió Medal.

No la impunidad

Álvarez, por su parte, dijo que "el baño de sangre" causado por la represión del Gobierno a los manifestantes "no puede quedar en la impunidad" y exigió una investigación. "Aquí hubo una masacre de la Policía. El jefe supremo de la Policía es el presidente Daniel Ortega. Ellos (Policía y Ortega) tienen la responsabilidad", explicó.

Medal, por su parte, se refirió al papel del Ejército durante la crisis. El presidente Ortega ordenó que militares "protegieran" sedes de instituciones públicas en varias ciudades del país, incluida la capital, en una medida que pretendía intimidar a los manifestantes. "El Ejército se debe a la Constitución y a la patria y no a un dictador", dijo. "Aquí hay dos alternativas: o hay un cambio ordenado o hay un cambio apocalíptico. Pero debe haber cambios de fondo para que no haya otro estallido. La jefa de la Policía, Aminta Granera, está manchada de sangre y debe ser enjuiciada", dijo Medal.

[destacado titulo="Una semana de protestas"]

diálogo crisis Nicaragua

Carlos Herrera | CONFIDENCIAL.

*Vigilia en Managua por las víctimas de la represión: manifestantes exigen la salida de Ortega y Murillo

El miércoles se realizó en la céntrica rotonda Jean Paul Genie de Managua una vigilia por las víctimas de la represión desatada por el presidente Ortega contra los manifestantes que desde hace una semana exigen el fin de su Gobierno. Centenares de ciudadanos se dieron cita en el lugar para recordar a los "caídos" en un conmovedor acto que mostró más organización que concentraciones anteriores. Una docena de hombres jóvenes plantaron cruces de metal con listones negros y flores como homenaje a los muertos, mientras que en el lugar donde estuvo un "Árbol de la Vida" en esta rotonda se improviso un altar con candelas, flores y las fotos de los jóvenes asesinados durante las protestas.

"Si hubiese sido uno de mis hijos me enfrento con esos hijueputas", dijo, indignada Christian Santos, una de las madres que participó en la vigilia. "Estaba indiferente. Me decía que no tenía que involucrarme, me mantenía de una manera cómoda y no fui a la primera marcha por miedo", reconoció la mujer. "Pero lo que despertó en mi un sentimiento maternal fue ver cómo le sacaron el ojo a un joven. Pensé que eso podía pasarle a mi hijo, así es que mi miedo se volcó en ira, en acción, en participación. Basta ya de la indiferencia", exigió Santos.

Esta madre, que sostenía una candela en honor a los muertos por la represión, criticó con dureza la respuesta del Gobierno a las manifestaciones. "Fue una represión brutal, inhumana, sanguinaria", dijo. "Si Ortega viene de una lucha donde supuestamente fue torturado, ahora él está repitiendo la misma historia. Este es el siguiente capítulo de la dictadura. Es la continuación de la dictadura", agregó Santos.

Ella también criticó el diálogo propuesto por el Gobierno. "Es imposible dialogar, porque los que debían hacerlo ya están muertos y los que estamos vivos no queremos hacerlo. Ese diálogo es una burla", afirmó.

Durante la vigilia se leyó un pronunciamiento del "pueblo autoconvocado" con condiciones para "considerar" un diálogo, que incluyen: una transición ordenada a la democracia, cesar de inmediato la violencia, retirar al Ejército de las calles, a la Policía y los grupos de choque del Gobierno; garantizar la integridad de quienes se manifiestan; liberar a los presos; reconocer la responsabilidad de la Policía en la presión e indemnizar a los familiares de las víctimas; destituir a la jefa de la PN, Aminta Granera y al segundo al mando, el comisionado Francisco Díaz, "de inmediato", así como al jefe del Ejército, Julio César Avilés y al presidente del Consejo Nacional de Universidades, Telémaco Talavera; eliminar la censura; derogar la concesión del Canal Interoceánico y que el Gobierno de Ortega deje el poder y garantice una transición ordenada.

En la vigilia participaron decenas de madres que anunciaron una marcha "de las madres hacia La Modelo", la cárcel donde fueron encerrados decenas de detenidos durante las protestas. Entre esas madres estaba Silvia Sirio, quien dijo que vivió la represión el primer día de las manifestaciones, cuando asistió a Camino de Oriente, en Managua, para protestar contra las reformas al Seguro Social impuestas por Ortega. "Decidí que por mis hijos voy a llegar a las últimas consecuencias", afirmó la mujer. "No podemos dialogar con asesinos", agregó. "Si el presidente tuviera un poquito de vergüenza el día de la marcha nacional se hubiera ido", dijo en relación a la gigantesca manifestación del lunes.[/destacado]

[destacado titulo="Marcha en El Chipote"]

Carlos Herrera | CONFIDENCIAL.

Al menos doscientas personas marcharon el miércoles hacia las oficinas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), demandando justicia para los fallecidos en las protestas contra las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Además de la liberación de los estudiantes y demás ciudadanos, que todavía se encuentran detenidos en las celdas de esta oficina de la Policía Nacional.

A las tres de la tarde los ciudadanos se concentraron y esperaron unos minutos a los demás pobladores que se unirían a la marcha. La manifestación tuvo como punto de partida la entrada de la Universidad Centroamericana (UCA).

Un camión con parlantes en el que sonaban músicas testimoniales, se unió a mitad de camino. Lo mismo sucedió con motorizados que vieron la marcha y se integraron poco a poco. “Esto no se trata ni de bandera ni de partido. Ya es algo más grande, somos Nicaragua y por eso estamos apoyando”, expresó Gabriel Miranda, poblador.

“Nosotros nos formamos porque nosotros somos el futuro de este país, y no es justo que nos ataquen y nos llamen delincuentes, cuando a ellos mismos, el pueblo los vio, escoltando a los delincuentes. No vamos a permitir más dictadura, en nombre de la juventud y los estudiantes de este país, vamos a encargarnos de que Daniel Ortega salga del poder”, dijo Jairo Larios, estudiante.

Los ciudadanos realizaron una parada técnica en la intersección de Tiscapa. Primero guardaron un minuto de silencio por las al menos treinta víctimas que murieron en las protestas. Luego entonaron el himno nacional y manifestaron su inconformidad por los desaparecidos.

“No nos vamos a callar. Demandamos la liberación de los detenidos y que aparezcan los que no están”, decían a través del parlante. Al llegar al edificio donde un día estuvo el Hospital Militar, efectivos del Ejército Nacional, se rodearon la propiedad desde adentro y observaban a los manifestantes avanzar hacia El Chipote.

La segunda parada técnica fue a la entrada de la DAJ. Nuevamente los ciudadanos realizaron un nuevo minuto de silencio y luego entonaron las letras del himno nacional.

Esta vez, a su llegada a la DAJ, los manifestantes no fueron reprimidos por ninguna fuerza de choque ni por la Policía Nacional. Los agentes, eso sí, resguardaban la entrada del sitio. Durante al menos media hora, los ciudadanos permanecieron en el sitio.

“Vendidos, ustedes se deben al pueblo, ustedes tienen que proteger al pueblo”, dijo uno de los protestantes.

“El dinero de su salario sale de nuestros impuestos, no hagan caso a un dictador. Ustedes deberían estar de nuestro lado y no ser asesinos”, alegó otro ciudadano.

Delante de los agentes de la Policía Nacional, los manifestantes guardaron el tercer minuto de silencio. Las miradas hacia los oficiales no se apartaron nunca. Algunos de ellos miraban para otro sitio. Otros tenían un semblante decaído.

Pasado el minuto de silencio, se entonaron las notas del himno nacional por tercera vez. Todos cantaron fuerte, a todo pulmón. “Daniel quiere que lo aplauden por las reformas, por el asesinato a los estudiantes, por el saqueo, es mentira que se va a seguir echando al pueblo en la bolsa. Adiós 19 de julio, solo él va a estar en su evento”, afirmó Francisco Guadamuz, pensionado.

Para Elena González, estudiante, es importante que la sociedad nicaragüense no abandone la lucha que empezaron los universitarios y se continúe demandando justicia por cada muerte en estas protestas.

“Es una injustica lo que se ha hecho con este pueblo. Venimos a hacer valer nuestro derecho a la manifestación pacífica. Todos estos once años que pasamos bajo un régimen opresor, estamos exorcizando todas estas ganas de exigir justicia”, aseguró González.

Los ciudadanos bajaron de la DAJ y realizaron una última estación. Esta vez en frente del canal de televisión 100% Noticias. Ahí fueron recibidos por Miguel Mora, director, y por su jefa de prensa, la periodista Lucía Pineda Ubau. “Qué se rinda”, gritaban los manifestantes. “Tu madre”, respondieron Mora y Ubau.[/destacado]

[destacado titulo="Universitarios aceptan invitación al diálogo"]

Estudiantes universitarios del Movimiento 19 de Abril realizaron un pronunciamiento en el que aceptan la invitación de la Conferencia Episcopal para participar en la mesa de diálogo junto al Gobierno del presidente Daniel Ortega y el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep).

"Como jóvenes promotores de la paz y del respeto a la democracia, y para evitar más derramamiento de sangre, aceptamos la invitación que ha extendido la Conferencia Episcopal, para ser partícipes en la mesa de diálogo en el marco del respeto de todos los estudiantes y de nuestra Constitución Política, siempre y cuando, se nos garantice la seguridad de todos los estudiantes, la población y que no exista  persecución Política para ninguno de los insurrectos", dice parte del comunicado.

Los estudiantes responsabilizaron al presidente Daniel Ortega y  la vicepresidenta Rosario Murillo, de cualquier acto que atente contra las garantías y derechos constitucionales de ellos y sus familias.

"Continuaremos resistiendo desde la UPOLI donde nos concentramos los diferentes miembros de la comunidad universitaria y el pueblo en general, hasta que se cumplan nuestras exigencias y la restitución de un Estado social de derecho", explicaron los universitarios.

Finalmente agradecieron a Dios, pueblos indígenas, medios de comunicación y autoridades universitarias y población en general, por apoyarlos en una lucha por una justa causa.[/destacado]


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