27 de septiembre 2023
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La decisión de Daniel Ortega y Rosario Murillo, de confiscar ilegalmente el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae) constituye una nueva barrera para atraer inversiones tanto nacionales como internacionales, y fortalece la deriva autoritaria en Centroamérica, opinan tres académicos extranjeros y dos nicaragüenses consultados por CONFIDENCIAL.
El pasado lunes, en La Gaceta número 172 se publicó la decisión de cancelar la personalidad jurídica y el registro del Incae, a la vez que se confiscaban sus millonarias propiedades en Montefresco, al sur de Managua, con la excusa de que no han presentado sus estados financieros de los años 2020, 2021 y 2022, además de -supuestamente- haber encontrado “inconsistencias” en los estados financieros del período 2015-2019.
“Esto demuestra lo alérgico que es el régimen, en este caso, a la inteligencia, así como es alérgico a la Iglesia, a las oenegés, a la crítica, a la competencia con los empresarios”, dijo el Director de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde) y representante de Transparencia Internacional en El Salvador, Roberto Rubio Fabián.
“Lo que ocurre con estos hechos es una sorpresa y una desilusión, porque esto va más allá de lo que todos [los dictadores] han hecho”, dijo el costarricense Ottón Solís, profesor de Economía en la IE University, en España, en referencia a que normalmente, las dictaduras tratan de “esconder sus persecuciones a la academia, a la gente que estudia, la gente que puede ser crítica, que puede tener independencia, pero en Nicaragua esto ni se disimula”.
Al establecer una comparación, el catedrático recordó que “Pinochet hacía cosas parecidas, pero las hacía clandestinamente, y ahora es sobre la mesa”, enumerando la persecución de la Iglesia, el encarcelamiento de rivales políticos, la expropiación de nacionalidad de opositores, y la toma de casas de enseñanza, pero “esto va mucho más allá de lo que se ha visto”.
Su criterio es que “es tan absurdo que no hay ninguna explicación”, señalando que la dictadura ni siquiera intentó justificarse presentando algún argumento para cerrar el Incae, sino que tomó la decisión sin ofrecer ninguna explicación, “porque probablemente los sectores que tienen poder están de acuerdo con la decisión, y eso preocupa mucho”, reiteró.
Confiscación en impunidad
Desde Guatemala, el economista Abelardo Medina Bermejo, encargado del área de Análisis Macrofiscal del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), remarca que “no es cualquier universidad la que están cerrando. Es preocupante no solo que la cierren, sino que la confisquen”.
Al analizar la noticia, destaca lo referente a “la tolerancia a la discusión científica, a los hallazgos de elementos teóricos y prácticos que pudieran estar en desacuerdo con el régimen de Ortega, lo cual de alguna forma demuestra una escalada a no tener ningún tipo de consideración con elementos civiles o socialmente apartados del Gobierno de Nicaragua, que puedan estar en desacuerdo”.
Añade que “una cosa es clausurar, revocar la autorización para que una institución pueda participar dentro de un espacio por cualquier razón” y algo más grave es la decisión de confiscar.
“Cualquier esfuerzo confiscatorio, como tristemente ya ha sucedido en el pasado con algunas inversiones extranjeras”, terminan produciendo temor en cualquier extranjero o cualquier inversionista privado, a la posibilidad de realizar inversiones en Nicaragua, detalló.
Para Solís, ese tipo de decisiones obliga a los personeros del régimen a buscar recursos ante regímenes cuya premisa inicial no es invertir para promover el desarrollo del país, ante la realidad cierta de que “si en cualquier momento un inversionista extranjero emite un criterio o se reúne con un opositor”, puede ser expropiado.
“La inversión extranjera tiene pies ligeros y no hay cosa más nerviosa que un dólar de inversión extranjera. El temor a ser expropiado, con los ejemplos que hay, no ayudarán a que llegue inversión extranjera a Nicaragua... ni inversión local”, advirtió, suponiendo que hay empresarios que disimuladamente están sacando sus recursos hacia Estados Unidos, Costa Rica u otros países, por temor a ser sujetos de expropiación por cualquier motivo o sin razón alguna.
Incae seguirá operando normal
Aunque la noticia recorrió todas las capitales centroamericanas, especialmente entre los sectores académicos y empresariales, lo cierto es que no afectará el desempeño de las actividades de la prestigiosa escuela de negocios. En primer lugar, porque sus efectos no van más allá del campus en Managua, pero además porque “desde 2018, el campus funcionaba solo con sus oficinas administrativas y desde esa fecha todos los programas académicos fueron trasladados al campus en Costa Rica”, dijo el Incae en un comunicado.
“Afortunadamente el Incae, tomando previsiones, ya había trasladado la mayor parte de su operación a Costa Rica, y podrá continuar trabajando”, señaló por su parte el economista Juan Sebastián Chamorro para quien la cancelación y decomiso del Incae, no fue una sorpresa, sino que, de hecho “ya lo estábamos esperando”.
El cierre de la UCA, y ahora el del Incae, manda mensajes a los países vecinos, en los que dice “yo estoy haciendo lo que quiero… puedo tocar a quien quiera y nadie me para”. Es un autoritarismo sin límites, que da mal ejemplo al autoritarismo que está ya en ebullición en El Salvador; el que hemos estado viendo en Guatemala, Honduras, y otros países de Latinoamérica”, aseveró Rubio Fabián, de El Salvador.
De cara a los elementos totalitarios de esa decisión, Medina Bermejo opina que “debiera buscarse que todos los participantes crecieran en forma armoniosa para que el desarrollo de la sociedad nicaragüense fuera verdaderamente integral. Este tipo de exposiciones reduce la pluralidad, disminuye el ámbito científico y pone en peligro el tipo de crecimiento y desarrollo general que la sociedad nicaragüense debiera tener”.
Por su parte el costarricense Solís observa que hay un esfuerzo por controlar a todo el que pueda expresar una opinión diferente, y cómo ese comportamiento “va más allá del partido único, va más allá de la dictadura. Es control total. Es una sociedad de control”, describió.
Félix Maradiaga, presidente de la Fundación Libertad, señaló que “el régimen apunta a radicalizar su poder al modelo de Corea del Norte o Cuba, y así mandar un mensaje al sector empresarial de que ‘estás conmigo o estás contra mí’”.
25 exjefes de Estado rechazan confiscación del Incae
Los exjefes de Estado y de Gobierno integrantes de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) se pronunciaron en contra de la cancelación de la personería jurídica y confiscación del Incae en Managua, Nicaragua. Al mismo tiempo que señalaron el daño que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo está causando en la educación en Nicaragua.
Enterados de "otra decisión que adopta el régimen dictatorial y despótico de Ortega-Murillo" en Nicaragua, y observando, asimismo, que "tal comportamiento se inscribe en las sucesivas e iguales cancelaciones de sus personalidades a las universidades Evangélica Nicaragüense Martin Luther King y la de Occidente, y más recién la jesuita Universidad Centroamericana (UCA),a la que se ha hecho objeto de una desmedida represión", advierten los exmandatarios en una declaración suscrita este 27 de septiembre.
"La educación, en lo específico, la educación para la libertad, fundada en el compromiso con el bien común y el fomento de relaciones solidarias, además de ser un derecho humano fundamental que ahora proscribe la dictadura nicaragüense, tal como lo ha señalado la UNESCO, implica el empoderamiento de todas las personas para que participen con libertad y discernimiento propio en todos los ámbitos de la vida social y política", continúan.
