19 de julio 2021
El régimen orteguista no realizó los eventos masivos en los que históricamente participa el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo. No hubo marcha de conmemoración del Repliegue hacia Masaya, y para este 19 de julio, el acto del 42 aniversario de la Revolución Sandinista pareciera repetir el guion de 2020, cuando la pareja presidencial se hizo acompañar de un selecto grupo de funcionarios y simpatizantes, sin baño de masas.
Sin embargo, en el marco de la efeméride partidaria, las autoridades promovieron 5000 actividades sociales que facilitan la transmisión del SARS-CoV-2, en momentos en que el país atraviesa un rebrote.
Ferias, concursos de belleza, conciertos, caravanas, exposición de pinturas, piñatas, entre otras actividades fueron organizadas durante este fin de semana por las estructuras del Frente Sandinista e instituciones del Gobierno en diferentes partes del país, sin tomar en consideración las medidas de prevención que el mismo Ministerio de Salud (Minsa) contempla en sus normativas.
“Además de todo ese montón de actividades de alegría y agradecimiento a Dios, tenemos también eventos que se van a transmitir por televisión: cantatas, vigilias (…) también tenemos pirotecnias desde la Plaza de la Fé (sic)”, anunció la vicepresidenta y vocera gubernamental el viernes pasado.
Esta relajación de medidas y promoción de actividades han sido cuestionadas por epidemiólogos, ya que facilitan el aumento de contagios. Las personas se exponen a espacios donde no se exige el uso de mascarilla y mucho menos se guarda la distancia mínima de 1.5 metros entre los asistentes.
El epidemiólogo Álvaro Ramírez explica que “no hay interés de proteger a la población del covid-19”, como sí lo han hecho otros países, los que, incluso, habían relajado sus medidas de prevención y reactivado las actividades económicas, pero con el repunte de casos, esas condiciones vuelven a ser evaluadas para evitar los picos de contagios, señala.
El Minsa ha reportado por once semanas consecutivas el incremento de casos positivos de coronavirus y este 13 de julio reconoció 306 nuevos contagios, una cifra que no admitía desde julio de 2020 cuando el país enfrentaba la primera ola de la pandemia. Por otra parte, esta misma semana, el independiente Observatorio Ciudadano reportó 95 muertes sospechosas por covid-19, lo que significa que, en promedio, 13 personas fallecieron por día debido a la covid-19.
Ramírez explica que es muy difícil estimar si la tendencia ascendente que se ha mantenido de contagios y muertes durante este rebrote de covid-19 se detendrá en las siguientes semanas. La razón es porque la población no está actuando como lo hizo en 2020, cuando evitó aglomeraciones, usó mascarilla con más disciplina, implementó el lavado de manos y redujo su movilidad en todos los sentidos.
Efectivamente, los nicaragüenses ahora tienen una mayor movilidad que hace un año, cuando se conocieron los entierros exprés y la comunidad médica independiente llamó a toda la ciudadanía a una autocuarentena.
Los informes de movilidad de Google indican que los nicaragüenses dejaron de visitar tiendas y hacer actividades de ocio el año pasado. En esa categoría el indicador de movilidad alcanzó para el 10 de julio de 2020 un porcentaje de -29.57%, mientras que para el 10 de julio de 2021 la movilidad relacionada a esas actividades creció a 10.71%.
No obstante, los datos de Google actualizados hasta el 14 de julio de 2021 muestran una leve disminución de movilidad a nivel general. Ello coincide con los reportes periodísticos y ciudadanos del incremento de hospitalizaciones, de las muertes de trabajadores de Salud y de salas covid-19 llenas en los principales hospitales públicos y privados de Managua.
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Discurso contradictorio
En su discurso, la vicepresidenta Murillo apeló de manera escueta a la responsabilidad ciudadana para evitar la transmisión del virus, pero ese llamado de cuido contrasta con las mismas actividades que promueven las estructuras políticas que están bajo su control, señala el epidemiólogo Ramírez, por lo que considera que no existe un verdadero interés de ralentizar la curva de contagios.
Durante 16 meses de pandemia, el Minsa apenas reconoce 8948 casos positivos de covid-19 y 193 fallecimientos, datos alejados de la realidad, han criticado fuentes médicas. Las autoridades sanitarias tampoco reconocen ni hablan de un rebrote o de una nueva ola de la pandemia.