11 de mayo 2016
Brasil atraviesa actualmente uno de los momentos más convulsos de la historia de su reciente democracia, con la presidenta Dilma Rousseff encarando un juicio político con miras a su destitución y el presidente del Congreso apartado del cargo por la Corte Suprema el pasado viernes, debido a acusaciones de corrupción. Este miércoles comenzará la sesión plenaria en la que los senadores votarán a favor o en contra de la apertura de dicho juicio político contra la mandataria brasileña.
Como último recurso, la Abogacía General del Estado, que defiende a Rousseff, reclamó a la Corte Suprema la "nulidad" del proceso que puede suspenderla del cargo durante 180 días y llevar luego a su destitución. Para el doctor en Ciencias Políticas, Humberto Meza, la decisión en el Senado está ‘prácticamente’ tomada pues la mandataria no cuenta con suficiente apoyo en esa institución estatal.
“Son solamente 41 votos, mayoría simple para decidir si abren el juicio. Hasta lo que vi hoy (martes) hay 51 votos asegurados, es decir 10 votos más de lo que estaba previsto. Hay una mayoría que acepta que la presidenta sea alejada del cargo y que sea enfrentada al juicio político.”, aseguró Meza.
Los escenarios previsibles no dejan a la presidenta Rousseff con muchas esperanzas, al enfrentarse al juicio político ejecutado por el presidente de la Corte Suprema de Justicia. La presidenta podría ser declarada inocente, y en teoría volvería a su cargo, pero, según Meza, eso sería muy complicado. Quien asumiría su cargo, el vicepresidente Michel Temer, ya tiene sus cartas sobre la mesa.
“Podría ser absuelta jurídicamente, pero políticamente Temer ya dio señales de que tipo de gobierno va hacer. Ya anunció recortes en el ejecutivo y ministros. Eso ha tranquilizado al mercado nacional e internacional. El dólar bajó con esos anuncios. Sería muy difícil que Dilma vuelva al poder”, expresó Meza.
A Roussef se le acusa de haber maquillado el presupuesto nacional para esconder el déficit económico durante su reelección. Sin embargo, a juicio del experto, “no está demostrado que lo que ella hizo fue crimen de responsabilidad”. “Evidentemente hubo cierto abusos administrativos pero son operaciones que pueden ser juzgadas vía Contraloría de la Unión. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de Estados Americanos (OEA) han dicho que no está comprobado que hubo crimen de responsabilidad”, manifestó el politólogo.
Según Meza, muchos factores jugaron en contra de la presidenta de Roussef, uno de ellos el escándalo de corrupción del Caso Petrobrás que salpicó a varios políticos influyentes, incluyendo el líder del Partido de los Trabajadores (PT) y expresidente, Luiz Inácio Lula Da Silva.“Todo ese influyo para que Lula tuviera incapacidad de negociar con la gente del congreso. Quedó sola la presidenta Roussef porque todo mundo actuó 'sálvese quien pueda'”, manifestó el experto.
Estira y encoge en instituciones brasileñas
El pasado jueves, la Corte Suprema suspendió como diputado a Eduardo Cunha, el presidente del congreso considerado “el político más odiado” del país y el principal impulsor del ‘impeachment’ contra la presidenta Roussef. Fue acusado de corrupción y lavado de dinero, por haber recibido millones de dólares de sobornos en negocios petroleros.
Este lunes, el proceso vivió una nueva vuelta de tuerca cuando Waldir Maranhão, que sucede a Cunha al frente de la Cámara baja, decidió invalidar la votación en que la Cámara de Diputados le dio vía libre al proceso que puede acabar con el mandato de la jefe de Estado. Horas más tarde, el presidente del Senado brasileño, Renán Calheiros, rechazó la suspensión del proceso decidida por su homólogo en la Cámara baja y determinó la continuidad del proceso.
“Esto demostró la debilidad institucional con que se ha manejado el ‘impeachment’. Se ha demostrado que durante todo el proceso judicial hay intereses políticos que van y vienen. Hay una teoría que Cuhna todavía maneja influencia en el congreso y que se enfrentará contra el que será el presidente interino, Temer”, dijo Meza.
El centro de Río de Janeiro se iluminó la tarde de este martes cientos de velas y linternas que llevaron los organizadores de una protesta en contra del juicio político que podría llevar a la destitución de la presidenta.
Michel Temer, el ‘presidente interino’.
Michel Temer, quien tomará posesión del cargo de presidente si Roussef es suspendida, fue electo vicepresidente en 2010. Es presidente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y fue electro tres veces como Presidente de la Cámara de Diputados (en 1997, en 1999 y en 2009). “Es de un partido de bisagra, ha sido el líder que ha mantenido la estructura. Él será el que llevará al PMDB a la presidencia, algo que el partido tal vez nunca hubiera soñado”, dijo Meza.
(Con información de EFE)