Las autoridades de inmigración retomaron el lunes 9 de junio de 2025 los operativos de detención en Los Ángeles, California, con múltiples redadas en diferentes partes del condado, en donde se reportaron arrestos individuales de trabajadores y personas que se encontraban en las cárceles locales, según pudo comprobar la agencia EFE.
Se espera que los operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en Los Ángeles continúen por al menos 30 días, según advirtió la congresista Nanette Barragán en una entrevista con la CNN.
“Nos han instruido para que nos preparemos para 30 días de control del ICE”, detalló la congresista que representa a Los Ángeles.
Tras la redada migratoria del viernes 6 de junio en al menos siete lugares de trabajo que dejó unos 45 detenidos, los operativos continuaron el lunes.
Agentes de ICE y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) utilizaron el estacionamiento del Ayuntamiento de la ciudad de Whittier, en el este del condado de Los Ángeles, para llevar a inmigrantes detenidos en diferentes puntos.
Los detenidos eran traídos a este lugar en vehículos no marcados y luego trasladados a camionetas con los vidrios polarizados, donde permanecían esposados a la espera de más arrestados.
Al lugar llegaron activistas que reportaban en vivo por las redes sociales las detenciones. “No firmen nada, no firmen nada”, le gritaban a los detenidos las personas que filmaban y pedían los nombres de los inmigrantes en un esfuerzo por informar a las familias afectadas.
Migrantes detenidos redadas
Entre los trabajadores arrestados este lunes en Whittier, una ciudad conocida por haber sido el hogar del expresidente estadounidense Richard Nixon, hubo varios empleados de un lavado de carros y otros hombres que buscaban trabajo temporal en las afueras de una tienda de artículos de construcción.
Los agentes no quisieron informar a EFE a dónde se llevarían los inmigrantes, que pasaron varias horas en las camionetas.
Los vecinos del sector se quejaron por la presencia de las autoridades. “Esto me parece el colmo, esta es una zona tranquila y estas personas hacen parte de nuestra comunidad. No entiendo porque la ciudad está prestando el estacionamiento para esto”, se quejó Marilyn Phillips.
Escenas similares se registraron en todo el condado de Los Ángeles, el más poblado de Estados Unidos, con diez millones de habitantes, alrededor de 951 000, no tienen estatus legal, según datos del Migration Policy Institute.
El colectivo Unión del Barrio, que se dedica a informar a la comunidad sobre la presencia de las autoridades de inmigración, reportó que el lunes al menos una docena de redadas.
Ciudades no colaboran con Migración
La actividad de las autoridades de inmigración no se ha concentrado en lugares de trabajo donde necesitan una orden judicial para ingresar, como el viernes pasado, por lo que los activistas han advertido a los indocumentados a no exponerse.
“Ahorita hay actividad de ICE por toda la ciudad y sus alrededores, no queremos causar más terror pero tenemos la responsabilidad de informar… recomendamos a nuestra gente ‘sin papeles’ de resguardarse en casa y no abrir la puerta a desconocidos” decía el aviso de Unión del Barrio que fue enviado a la comunidad.
Los alcaldes de varias ciudades del condado de Los Ángeles expresaron en una conferencia de prensa, el lunes, que el miedo se está apoderando de los vecinos por la presencia de las autoridades migratorias en sus barrios.
El alcalde de Huntington Park, Eduardo Martínez, una ciudad eminentemente hispana, subrayó que las autoridades de esa ciudad, incluyendo la Policía, no colaboran con ICE, y que por el contrario están comprometidos por luchar por “toda la comunidad”.
La alcaldesa de la ciudad de Lynwood, Rita Soto, dijo que recibieron llamadas de la presencia de los agentes de inmigración en distintas zonas de la ciudad, incluso en un conocido centro llamado Plaza México, donde al parecer llegaron a comer.
“Nosotros solo estamos haciendo nuestro trabajo”, defendió a EFE uno de los agentes migratorios que no se quiso identificar en la redada de Whittier.
Al escucharlo los vecinos contestaron que “nadie quería a la migra en la ciudad”.
Manifestaciones contra redadas migratorias
Al grito de “¡Fuera ICE!” y “¡Liberen a todos!”, unos manifestantes en Los Ángeles continuaron con las protestas por cuarto día consecutivo, advirtiendo que el despliegue de tropas ordenado por el presidente Donald Trump no hace más que intensificar la indignación popular.
“La gente está enojada y que (las autoridades) respondan con violencia hace que nos enfurecemos cada día más”, respondió a EFE Isabella, una joven originaria de Los Ángeles, hija de padres mexicanos y argentinos, que acudió a la convocatoria del lunes.
Una multitud diversa se reunió desde el mediodía del lunes en la entrada del edificio federal ubicado en el centro de la ciudad para exigir la liberación de los migrantes detenidos en las recientes redadas antiinmigrantes por parte del ICE, y la retirada de la Guardia Nacional y de los 700 infantes de la marina desplegados por orden de Trump.
La congregación se llevó a cabo de forma pacífica la mayor parte del día con las personas mostrando banderas de México, Guatemala, Honduras, El Salvador e incluso Palestina.
Alcaldesa: Trump usa la ciudad para “un experimento”
Los agentes de la Guardia Nacional, quienes estuvieron estoicos frente a la puerta principal del edificio federal durante todo el día, recibieron toda clase reclamos de la sociedad civil sobre su papel en las protestas.
“¿No deberían de estar del lado de la gente?”, le preguntaba una señora junto a su hijo, mientras un grupo les gritaba “¡Traidores!” al unísono, además de cánticos como “¡Trump se tiene que ir ahora!”.
En este sentido, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, dijo en una conferencia que el Gobierno federal está utilizando la ciudad para “un experimento”, al desplegar tropas.
La demócrata refutó los comentarios del presidente estadounidense que describen la ciudad como “invadida y ocupada por inmigrantes ilegales y delincuentes”.
“Esta es una descripción despreciable de nuestra ciudad. Nuestra ciudad necesita unirse ahora y no aceptar esto, no permitir que nos dividan. Somos una ciudad de inmigrantes, y siempre lo hemos aceptado”, sentenció la alcaldesa.
Al final de la tarde, el Departamento de la Policía de Los Ángeles (LAPD) declaró como “reunión ilegal” a la manifestación, y posteriormente las autoridades comenzaron a responder a la ya dispersada congregación de gente con bombas de ruido y gas pimienta.