10 de abril 2019
Los mandatarios de Nicaragua, Daniel Ortega; de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Honduras, Juan Orlando Hernández, no serán invitados a la investidura del presidente electo de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró este martes Federico Anliker, uno de los asesores del que será el nuevo mandatario.
"El Salvador, en el próximo Gobierno, va a ser parte de un grupo de países democráticos que creen en las elecciones y en los Estados donde la gente puede elegir de forma democrática a sus gobernantes y estos tres países son muy cuestionados, por ello no serán invitados", expresó Anliker a la prensa.
Bukele ha expresado en su cuenta oficial de Twitter que "dictadores como Maduro en Venezuela, Ortega en Nicaragua, y Juan Orlando en Honduras, jamás tendrán ninguna legitimidad, porque se mantienen en el poder a la fuerza y no respetan la voluntad de sus pueblos".
La información es correcta: Juan Orlando Hernández, Daniel Ortega y Nicolás Maduro, no están invitados a la toma de posesión.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) 10 de abril de 2019
"Dictador es dictador. De derecha o de izquierda", según publicó recientemente Bukele, exalcalde de la capital salvadoreña y quien en 2017 fue expulsado del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN).
Bukele y su vicepresidente, Félix Ulloa, tomarán posesión de sus cargos el próximo 1 de junio, para lo que el presidente Salvador Sánchez Cerén ya nombró a una comisión de transición encabezada por el actual vicepresidente, Óscar Ortiz.
Sin embargo, el proceso de transición del Gobierno se ha visto empañado por una polémica por la suspensión de las reuniones con el Gobierno saliente para el paso de mando.
El mandatario electo acusó el pasado 28 de marzo al Ejecutivo de Sánchez Cerén de "secuestrar" los preparativos de la ceremonia de toma de posesión y ordenó a sus colaboradores romper el "contacto con el Gobierno".
También aseguró que el gobernante FMLN y la opositora Alianza Republicana Nacionalista (Arena), históricos adversarios, se han "unido" en su contra en un "matrimonio impensable".
Esta polémica supone el primer enfrentamiento entre Bukele y las formaciones tradicionales del país, que se repartieron las últimas cinco Administraciones y cuyo bipartidismo en el Ejecutivo se rompió con el holgado triunfo de Bukele en las elecciones presidenciales del pasado 3 de febrero.