17 de mayo 2019
Tras el cierre de las oficinas de la cooperativa de ahorro y crédito Caja Rural Nacional (Caruna R.L) en Estelí, Somoto, Ocotal y otros municipios del país, una delegación de socios viajó desde el norte del país hasta Managua para entregar, en la sede central de la cooperativa, 150 solicitudes de retiro de capital. Sin embargo, solo les recibieron los documentos, pero no les devolvieron el dinero que ellos reclaman.
En la última década, Caruna canalizó de forma privada los recursos provenientes de la cooperación estatal venezolana. La participación de la Caja Rural nunca ha sido explicada en su totalidad. No hay claridad sobre los fondos que recibió del país sudamericano.
Según los socios nicaragüenses, desde hace algunos meses la cooperativa se negaba a entregarles sus ahorros, situación que ellos asociaban con la recesión económica del país. Nunca imaginaron que iban a encontrar las oficinas cerradas con cadenas y varios letreros que indican que “para realizar gestiones deben trasladarse hasta la sucursal en el departamento de Matagalpa”.
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La abogada Claudia Marieta Medina, socia de Caruna en Somoto, Madriz, explicó que la administración de la cooperativa, además de los ahorros, se llevó el capital que aportaron miles de personas para convertirse en socios de la Caja Rural.
“En dinero de aportaciones a Caruna, tengo unos 30 500 córdobas. Yo pedía la devolución de este dinero porque es dinero que nosotros ingresamos a las cuentas de Caruna, no es dinero que ellos nos han regalado, sino que de cada préstamo que se hacía, se dejaba una parte para un fondo de aportación, para fortalecer supuestamente la cooperativa”, destacó Medina, quien apostilló que los socios se sienten “estafados” y “robados”.
En la última década Caruna también dejó de ser parte de la Cámara de Microfinanzas (ASOMIF) y en este periodo ha operado como banco de segundo piso, prestando dinero a otras microfinancieras, según el informe Cartera y Clientes 2018 de ASOMIF.
Se fueron sin decir nada
En la sede de Caruna en Ocotal, Nueva Segovia, hay un rótulo que dice “se alquila”. El inmueble luce descuidado. Hace aproximadamente un mes los socios de la cooperativa fueron sorprendidos por otro rotulo que indicaba que para retirar el dinero llamaran a la sucursal en Somoto.
Socorro Tórrez, socia de Caruna en Ocotal, llamó a la sucursal en Somoto, pero ahí le informaron que ellos no podían entregarle el dinero. “Platicando con otra gente vimos (percibimos) que Caruna ya se había ido (de la región)”, comentó.
“Formamos una comisión (en Ocotal) y se les ha aclarado a los socios en cada reunión que esto (el grupo) no es por política, sino para reclamar, porque nuestro Gobierno nos ha enseñado a reclamar nuestros derechos y eso es lo que estamos haciendo”, subrayó Tórrez.
Agregó que hacen esa aclaración porque algunos socios no se atreven a reclamar, porque sienten que “traicionan” al Frente Sandinista.
La cooperativa sandinista fue fundada en 1993 con un patrimonio de 23 560 córdobas. Cifras del Banco Central de Nicaragua (BCN) revelan que Caruna llegó administrar unos 599 millones de dólares, solo en el período 2007-2009.
Bolearon a los socios
Danilo Sequeira, socio en Estelí, intentó retirar sus ahorros en varias ocasiones, pero los funcionarios de la cooperativa lo hicieron pasar por un trámite engorroso, por lo que finalmente solo retiró una parte del dinero que ahorró desde 2010.
“En diciembre (de 2018) logré retirar una parte (de los ahorros), pero me quedaron ahí unos fondos. Entonces, me dijeron que en marzo me iban a llamar o que llegara, pero fui y me dijeron que no había autorización, que llenara unos formatos o que llamara directamente a Managua”, manifestó Sequeira.
Tras el cierre de las sucursales de Caruna en el norte del país, Sequeira ve más difícil la posibilidad de recuperar su dinero, ya que ningún funcionario de la cooperativa le ha explicado lo sucedido y lo único que sabe es deberá trasladarse a Matagalpa para hacer las gestiones. “Me van a bolear. En Matagalpa me van a mandar a Managua”, se quejó.
Sequeira denunció que Caruna pretende despojarlos de sus ahorros, ya que uno de los estatutos de la cooperativa indica que si después de tres meses no hay movimiento en las cuentas de ahorros, la administración puede proceder a cerrar las cuentas.
Exigen que les devuelvan su dinero
A pesar del malestar que ha generado el cierre inesperado de las sucursales de Caruna en el norte, muchos de los afectados guardan la esperanza de recuperar el dinero perdido. Lourdes Figueroa Aroca, integrante de la delegación que viajó a Managua, calculó que sólo en Ocotal y municipios aledaños hay más de 2 000 personas afectadas. Sin embargo, solo lograron reunir 150 expedientes.
“Nosotros establecimos comunicación con (la sede de) Caruna nacional y nos dijeron que ellos estaban necesitando que formalizáramos la solicitud, y que a esa solicitud nosotros le anexáramos la carta independiente de cada socio, la copia de la cédula y la copia de las tarjetas”, destacó Figueroa.
El monto de dinero que Caruna debe a sus socios varía según el aporte de cada persona. Figueroa subrayó: “De cada monto obtenido de los préstamos, ellos (Caruna) iban dejando un fondo, que es el fondo de aportación, ese fondo de aportación se le devuelve al socio cuando él —de manera voluntaria— renuncia o cuando hay una liquidación de Caruna”, como sucedió en el norte del país.
La representante de los socios en Ocotal agregó que: “La gente está desmotivada, porque hubo una confianza muy fuerte en Caruna como una cooperativa muy sólida por la forma en que fue constituida... Esta no es ninguna acción en contra del Gobierno, ni de las instituciones. La gente está muy agradecida por las políticas de Caruna, en cuanto al acceso a los créditos, pero en este momento consideramos que no fue el procedimiento adecuado”, enfatizó.
Cerradas temporalmente en el Caribe
En la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACN), las sucursales de Caruna en Bonanza y Bilwi fueron cerradas temporalmente el pasado 26 de abril. En el edificio donde funcionaba la cooperativa aún permanece un letrero que indica a los socios a realizar sus gestiones en las sucursales ubicadas en Siuna, Rosita o en la sede central en Managua.
De igual forma, los usuarios de las redes sociales han denunciado el cierre de sucursales de Caruna en Bluefields, Región Autónoma de la Costa Caribe Sur (RACS); Nagarote, en el departamento de León y en el departamento de Rivas.
Ante el cierre de diferentes sucursales de Caruna, CONFIDENCIAL llamó a la cooperativa de ahorro y crédito, pero en la sede central de Managua no contestaron las llamadas telefónicas de este medio de comunicación y en las sucursales de Estelí, Somoto y Ocotal los edificios se encuentran abandonados y con rótulos que dicen “se alquila”.
Caída desde 2018
En los primeros meses de 2018, el gerente general de Caruna, Manuel Aburto, fue destituido del cargo que desempeñó por más de 25 años. En esa ocasión, fuentes vinculadas a la financiera atribuyeron el despido a la “pésima administración” de los recursos financieros de la empresa.
Ese mismo año, un informe preparado por la firma de contadores Grant Thornton reveló que Caruna había consolidado su patrimonio y encomendado su administración al Banco Corporativo (BanCorp), mediante seis contratos de fideicomisos por un monto de 75 449 millones de córdobas, (unos 2 450 millones de dólares).
Los fideicomisos de Caruna estaban diseñados para “recuperar cartera crediticia institucional”; “recuperar cartera crediticia privada”’; “programa de viviendas”; y dos por “administración y recuperación de fondos”.
En febrero de 2019, tras las sanciones de Estados Unidos contra Bancorp, la gerencia general de este banco “rescindió de los seis contratos de fideicomisos suscritos para recuperación de cartera crediticia y administración y recuperación de fondos”.